Mexico and the World
Vol. 10, No 2 (Spring 2005)
http://profmex.org/mexicoandtheworld/volume10/2spring05/Introduccion.html
Introducción
Por James y Edna Wilkie
Con este volumen completamos la publicación de la serie de entrevistas de Historia Oral que hicimos en 1964 a diecisiete personajes de la política mexicana; entrevistas que la Universidad Autónoma Metropolitana eligió para editarlas como parte de las actividades conmemorativas de su vigésimo aniversario en un proyecto de largo aliento que se inició entonces y termina ahora, en su trigésimo aniversario.
El laborioso trabajo de investigación para dotarlas de un aparato referencial y de preparación de los originales no lo hubiéramos completado sin el impulso de la uam, mediante el apoyo de Rafael Rodríguez Castañeda, quien en muchos sentidos ha sido más que un editor general, un coautor de esta serie.
Esbozo de la serie
En el primer volumen, Intelectuales, presentamos las entrevistas con cuatro personajes ejemplares, Luis Chávez Orozco, Daniel Cosío Villegas, José Muñoz Cota y Jesús Silva Herzog, quienes interpretan de diferentes formas la Revolución “permanente” que ocurrió entre 1910 y 1964 al hablar de su vida dentro de la historia del país.
El segundo volumen, Ideólogos, nos da la oportunidad de comparar visiones opuestas del rumbo que debiera seguir el país, según los puntos de vista de Ramón Beteta, Manuel Gómez Morín, Miguel Palomar y Vizcarra, Germán List Arzubide y Juan de Dios Bojórquez.
En el tercer volumen, Líderes Políticos, presentamos el pragmatismo de Salvador Abascal, Marte R. Gómez, Luis L. León y Jacinto B. Treviño, quienes llevaron sus ideas al terreno de la actividad política en intentos por movilizar a sus seguidores que obtuvieron diversos resultados.
Las entrevistas de Historia Oral con los cuatro personajes que aparecen en este volumen, tres de los cuales fueron candidatos presidenciales en el México del partido oficial (1929-2000) y uno más que detentó la primera magistratura en un momento crucial para el país, nos obliga a hacer algunas consideraciones históricas sobre la presidencia de la República, vista como centro gravitativo y como eje de la política mexicana durante el siglo xx.
En la introducción a los libros anteriores hemos hablado sobre la etapa constructiva de la Revolución Mexicana, que cubre el periodo que va de 1917 a 1964. Lo hicimos de manera implícita en los dos primeros volúmenes y en forma explícita en la entrevista con Rafael Rodríguez, que aparece en el prefacio del tercero. Uno de los factores determinantes de esta fructífera etapa fue el comportamiento de la clase política y el método para determinar quiénes habrían de ser sus próximos presidentes; método que desde luego no satisfizo las expectativas de todos los aspirantes a la candidatura presidencial.
A lo largo del siglo numerosos políticos mexicanos declararon su aspiración a ocupar el cargo más importante de la estructura del poder. Este reconocimiento ocurrió en diversas circunstancias y diferentes etapas de su vida. Algunos lo hicieron desde la edad temprana; otros, cuando ocuparon el cargo de secretario de Estado, posición considerada durante mucho tiempo como antesala —o bien, como requisito imprescindible— para alcanzar la presidencia. Hubo quienes así lo declararon públicamente, como primer paso de su campaña electoral; para otros, decirlo en público resultó simplemente una manera cándida de manifestar un anhelo irrealizado.
Candidatos y presidente
Ninguno de los candidatos a quienes entrevistamos llegó a la Presidencia porque los tres tomaron el camino no ortodoxo para buscarla; en cambio, don Emilio Portes Gil, quien fue presidente, asumió el cargo de forma interina, en circunstancias que desde el punto de vista de la aspiración personal implicaron un sacrificio, porque de acuerdo con la normatividad constitucional que consagró el principio de no reelección, pudo aspirar legítimamente a la presidencia de México por un período completo en vez de ser presidente interino durante 14 meses.
¿Cuáles fueron los factores determinantes para que ciertos políticos y no otros ocuparan la presidencia? ¿En qué medida contaron los votos depositados en las urnas el día de las elecciones federales para decidir quién gobernaría al país? ¿Honraron los gobiernos emanados de la Revolución el lema “Sufragio efectivo, no reelección” que preconizó Madero y que suscribió, arriba de la firma del servidor público, toda la correspondencia federal durante 71 años?
Sabemos que el sufragio efectivo no se cumplió sino hasta el fin del siglo xx, y que durante casi todo ese tiempo las elecciones presidenciales fueron un simulacro para legitimar socialmente una designación previamente resuelta. Por tanto, es preciso buscar la lógica de la sucesión presidencial en México como un mecanismo del propio poder para perpetuarse.
Mas si hablamos del poder, ¿a qué o a quiénes nos referimos? Ese poder no ha sido unitario ni constante; no lo detentó una persona sino un grupo, del que no importa tanto identificar a sus integrantes individuales como a los intereses que representaba en su conjunto.
Primera parte
Contexto y herencia de
proteccionismo y apertura de México
“La familia revolucionaria” y el partido oficial
Ese grupo cupular original, formalmente integrado en 1929 como el Partido Nacional Revolucionario (pnr) lo constituían el presidente de la República (entonces Emilio Portes Gil), el presidente del partido oficial, los gobernadores clave en las distintas regiones del país, la alta jerarquía del ejército, y los líderes políticos en el Congreso de la Unión.
Durante la presidencia de Cárdenas, en 1938 la “familia” fue oficialmente expandida bajo un nuevo nombre y estructura, el Partido Revolucionario Mexicano (prm) que le dio una base corporativista al partido al incluir dentro de éste a las organizaciones obreras y campesinas y a las cámaras de comercio. De manera implícita, el prm se convirtió en el vehículo que mantenía el poder del Presidente de México, reforzando su control sobre el gobierno central y el sector paraestatal.
Con el tiempo, estas fuerzas reales de poder se diversificaron y aumentaron en número la representación de por lo menos 24 sectores corporativistas, como puede verse en nuestro método de análisis presentado en el Cuadro 1.
—————————————————————————————-
Cuadro 1
Sistema de arreglos implicitos, desde 1929, entre el Gobierno y la jerarquia de 24 sectores de corporativivismo
en la sociedad mexicana
(“Poderes” ofrecidos sin límite hasta 1989 para Sectores que ofrecen apoyo político al Gobierno. Desde el período del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) hay intentos a escala nacional de desmantelar o reducir el poder del corporativismo, pero muchos gobernadores en los 32 estados han resistido cambios a este sistema.. No todos los individuos o empresas beneficiados por estos arreglos corporativos cometieron abusos. Sencillamente, el sistema se prestaba a excesos. Estos “poderes” siempre han sido relativos, no absolutos. Hasta el año 2000, “Gobierno” y “Partido Oficial” eran sinónimos, a nivel nacional, situación que no ha cambiado en muchos estados.)
Sector de Beneficiados Beneficios.
1. Líderes del Partido Oficial (inclusive miembros del gabinete presidencial, directores generales de agencias paraestatales, gobernadores, legisladores y alcaldes de ciudades importantes). Poder de redactar y hacer cumplir selectivamente legislación, reglamentos y leyes impositivas; posición clave para invertir con previsión en áreas programadas para desarrollo público, a nivel nacional, regional y local (fomentando así el caudillismo y las relaciones de patrón-cliente)
2. Funcionarios y Asesores del Sector Público
Poder de emitir, administrar, y/o interpretar leyes, reglamentos y permisos; y controlar propiedades y “fideicomisos”
3. Grupos Financieros en Control de Bancos y Casas de Cambio
Poder de controlar la banca y facilitar la inversión en México, con el derecho de ganar utilidades excesivas en el intercambio de dólares y pesos
4. Empresarios Nacionales Organizados en Cámaras Nacionales (concamin, canacintra; véase nuestro análisis del prm en el texto, abajo).
Poder de operar con subsidios, créditos y beneficios derivados de la protección arancelaria y exención de impuestos de importación; garantía de operar con protección contra la posibilidad de que inversionistas extranjeros no asumieran más del 49% de control de empresas nacionales (hasta el decenio de 1990)
5. Inversionistas Extranjeros
Poder de no ser expropiados, desde la presidencia de Ávila Camacho a la de jlp, si tenían co-inversiones de menos del 50% de las acciones, dándole así la mayoría del control (de por lo menos 50%) a empresas mexicanas, ya fueran privadas, del gobierno, o resultantes de una combinación de los dos esquemas. Desde la presidencia de gsg, derecho de operar empresas (excepto en campos tales como energía) sin la necesidad de entrar en co-inversión y con el derecho de sobrepasar el 50% de las acciones
6. Contratistas
Poder, como compañías privadas, de llevar a cabo la construcción de obras públicas
7. Notarios
Poder que detentó un número muy limitado de notarios para cobrar excesivamente por “certificar” lo que es imposible (que han investigado la verdad de los documentos presentados por los declarantes) y no lo que es posible y barato (certificar las firmas de los declarantes).
8. Ganaderos y Agricultores Comerciales
Poder de recibir crédito del gobierno, y (desde el periodo de Lázaro Cárdenas) exención de las leyes de reforma agraria en favor de los ganaderos, a quienes de esta manera se les permitía tácitamente la expansión sobre tierras agrícolas y ganaderas.
9. Artistas y Sindicalistas del Cine
Poder del monopolio del capital para invertir en la industria cinematográfica durante las décadas de 1940 y 1950; industria cuyo declive se debió a la mediocridad del poder sindical del gremio, comenzando en la década de 1960. El colapso en la producción de películas de inferior calidad ocurrió en el decenio de los 80.
10. Periodistas y Comentaristas de Televisión y Radio
Poder de recibir subsidios del gobierno y publicar noticias exclusivas, a cambio de impulsar la propaganda oficial y del Partido
11. Sectores Medianos
Poder de vivir años seguidos (excepto en las presidencias de lea, jlp, mmh y primeros años de Zedillo) con “baja” inflación, comida a precios subsidiados, y cambio favorable de pesos por dólar, que facilitaba la compra de artículos importados y viajes al exterior
12. Burócratas (jueces y policías inclusive)
Poder de apropiarse del creciente empleo en el sector público y vivir con el “derecho” de cobrar “propinas” o “mordidas”, o no hacer su trabajo y recibir prestaciones de seguro social, vivienda, comisariato y planes de crédito. Arrendamiento de puestos; pago de un porcentaje de sus propinas a sus superiores; jueces con el poder de “vender” fallos al mejor postor.
13. Criminales menoristas
Poder de recibir protección del gobierno y la policía a cambio del pago de “derechos” para mantener sus actividades controladas y limitadas a cierto nivel
14. Sindicato del Magisterio
Poder de crear y controlar la constante expansión de educación pública
15. Estudiantes de preparatorias y universidades públicas
Poder de movilizarse e intervenir en la política nacional y del d.f.; derecho de mantener su condición de estudiantes de por vida, sin pagar cuotas reales.
16. Egresados universitarios (con o sin título)
Oportunidades de trabajo (hasta la presidencia de csg) en constante expansión en agencias centralizadas y descentralizadas para egresados que prefieren no trabajar con el sector privado; oportunidad de avanzar en la política y llegar a ser administradores y asesores del gobierno
17. Pequeños agricultores
Posibilidades de recibir exenciones de las disposiciones de la ley de Reforma Agraria y beneficios del gobierno, como crédito agrícola
18. Clérigos católicos
Poder de operar con libertad a raíz de la tregua tácita con el gobierno, con la condición de no mezclarse en la política ni quejarse sobre falta de derechos humanos. Surgimiento de los sacerdotes de base que abogaban por los derechos humanos en el decenio de 1960. Desde 1938, tregua tácita en la lucha entre el Estado y la Iglesia.*
19. Militares
Poder creciente para fungir como una “policía” federal y tratar de mantener control político en las regiones
20. Trabajadores sindicalizados (p. ej. en pemex, manufacturas, transportes y gobierno)
Poder de vivir bajo la protección garantizada por la legislación laboral, incluyendo seguro social y acceso a viviendas, clínicas médicas, salario mínimo, y el derecho a huelga.**
21. Trabajadores organizados por caciques de la calle y del campo
Poder de participar en las ventas de productos y servicios legales (como boleadores, organilleros, etc.) e ilegales (por ejemplo, control y participación en la prostitución, pagando “derechos” a las autoridades inferiores), control de gasolineras, control del mercado y del transporte, etc.
22. Habitantes de villas miseria organizados
Poder de negociar acceso al agua “potable” (en realidad, agua con varios grados de contaminación, pero entubada), electricidad, teléfono, materiales de construcción, calles con o sin pavimentación, y tiendas subsidiadas para la compraventa de comida, ropa y medicinas
23. Sector popular
Poder para beneficiarse de servicios médicos, vivienda y alimentos básicos vendidos por la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (conasupo) a precios razonables,*** hasta que fue liquidada, en enero de 1999.
24. Ejidatarios y campesinos
Poder de recibir crédito limitado del gobierno, títulos legales sobre la tierra (especialmente importante para los ejidos), y vender sus productos a conasupo a precios estables.***
*Véase Peter L. Reich, Mexico’s Hidden Revolution. The Catholic Church in Law and Politics since 1929. Notre Dame, University of Notre Dame Press, 1995.
**Para abundar sobre los logros del sindicalismo en México en los años 1930, véase Judith Herrera Montelongo Colaboración y conflicto: El Sindicato Petrolero y el cardenismo (México: Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco y Grupo Editorial Miguel Angel Porrúa, 1998); Herrera muestra cómo los grupos poderosos de los sectores públicos y privados acordaron incorporar a los trabajadores petroleros (y por consecuencia a todos los sindicatos) en la negociación para el futuro del país. En las palabras de Herrera (p. 218): “Los obreros petroleros fueron los primeros que en su proceso de organización se enfrentaron como grupo a los intereses de la inversión extranjera; ése es el origen de su nacionalismo, y su consolidación es resultado del alcance nacional de esta empresa, la cual se afianza en las etapas posteriores de estabilización política” de la nación. Sin embargo, para obtener un análisis de la ruta que después tomaron demasiados sindicatos, véase “Erick Guerrero Rosas, “Mafias sindicales,” en su libro Los Demonios de la Transición ¿Cómo exorcizarlos? (México: Editorial Diana, 2004), pp. 49-70; Guerrero argumenta que la corrupción de los sindicatos ha llegado a tal grado, que es una de las más importantes amenazas contra la estabilidad política de México.
***Desafortunadamente, este subsidio de conasupo significaba que el sector popular no se beneficiara de alimentos de alta calidad.
Entre los decenios de 1930 y 1960, la ceimsa/conasupo pagaba un precio relativamente justo a los productores, que mantenían un cierto nivel de calidad. Desde el decenio de 1970, los precios empezaron a bajar drásticamente, lo cual decepcionó a ejidatarios y campesinos. A la vez, la conasupo perdió la pericia o la capacidad de recompensar a los productores por comida nutritiva; sin incentivos. Los alimentos que se producían tendían a ser cada vez de menor calidad. La ineficiencia y corrupción de conasupo llegó a tal grado, que el producto enviado del campo a la ciudad no tenía mercado. Algunos programas de la conasupo han continuado bajo la dirección de la Secretaría de Desarrollo Social (sedesol), por ejemplo el de Leche Industrializada (liconsa, que compra y distribuye leche en polvo, a precios del mercado), y diconsa (una “empresa distribuidora de participación estatal mayoritaria que garantiza el abasto de productos básicos en beneficio de la población rural localizada en zonas de alta y muy alta marginación, en situación de pobreza alimentaria, a precios que transfieran un margen de ahorro con respecto a los vigentes en el mercado local”). Véanse:
<www.diconsa.gob.mx/paginas/principal/quien_es_diconsa.html>;
<www.farmfoundation.org/maroon/casco2.pdf+conasupo&hl=en&ie=UTF-8>; <www.agecon.ucdavis.edu/facultypages/sumner/ste/yunez.pdf+ conasupo &hl=en&ie=UTF-8>.
Fuente: Revisado y adaptado de una expansión del Cuadro 7 en: James W. Wilkie, “Six Ideological Phases”, p. 44, < Mexico and the World, Vol. 8, No. 4 (Fall 2003), <www.profmex.org>. Cfr. Frank R. Brandenburg. The Making of Modern Mexico, Englewood Cliffs, N. J.: Prentice Hall, 1964, capítulo 5.
___________________________________________________
El efecto de este sistema corporativista, que funciona en México desde 1938 es que para mantener la estabilidad, estos 24 sectores deben ser cooptados por el Presidente de México para no perder su apoyo y tomar en cuenta el hecho de que los sindicatos han adquirido ciertos poderes de co-gobierno, en lugar o además de apoyo financiero.
Como sugiere Luis Rubio, los efectos a largo plazo de este sistema de corporativismo nocivo anticapitalista todavía dominan en México y, en efecto evitan el cambio estructural que debería haberse producido con la derrota del partido oficial en el año 2000. Según Rubio:
“La economía mexicana no avanza porque persisten los remanentes de un sistema político corporativista que la ahoga y reduce el potencial de desarrollo a las personas y empresas que, no obstante, tienen la capacidad de darle la vuelta a los obstáculos burocráticos, económicos, institucionales y políticos que la realidad le impone. Nadie quiere ser perdedor en este mundo, pero muchos mexicanos han sido condenados a ello al no contar con las habilidades e instrumentos para poder tener la oportunidad de ser ganadores. Por más que la retórica política incite a la rebelión contra el famoso modelo económico, los miles o millones de mexicanos que se sienten marginados entienden bien que lo importante no es cambiar por cambiar, sino ser parte del equipo ganador. Y eso requiere cambios fundamentales.
“Si uno se deja llevar por la retórica, los defensores de la economía popular serían los sindicatos de sectores monopólicos, como el Instituto Mexicano de Seguro Social (imss), Petróleos Mexicanos (pemex), el magisterio, etc., los burócratas vividores que añoran la era de los subsidios y los permisos, y los políticos que enarbolan un discurso que, por sonar bonito, llaman “progresista”. Cada uno de esos grupos privilegiados de la sociedad mexicana le impone enormes costos al mexicano común y corriente. Baste pensar en el sindicato magisterial y su control sobre el aparato educativo del país para medir las consecuencias. El diseño educativo que éste representa fue concebido para mantener controlada y disciplinada a la población, no para conferirle habilidades, capacidad de adaptación y creatividad, que son la esencia del éxito de una economía moderna.
“De la misma forma, el sector paraestatal y sus sindicatos le imponen un costo desmesurado al desarrollo de las empresas y, por lo tanto, a la creación de empleos. Gracias a las estructuras corporativistas, sindicales y paraestatales que siguen dominado la vida político-económica del país, las empresas tienen que pagar mucho más por la energía que consumen, por la seguridad social y por los servicios que requieren, que sus competidores en el resto del mundo. La burocracia, que sigue controlando a buena parte de la economía mexicana, impide que se creen nuevas empresas y, por lo tanto, que el mexicano común y corriente cuente con la oportunidad de desarrollarse y ser parte de una economía pujante y exitosa.”
Uno a uno, desde 1938 al poder cupular se sumaron los ex presidentes, algunos gobernadores —aquellos que tenían fuerza y peso para aspirar a la presidencia, mediante la promoción previa a una secretaría de estado— y los empresarios capaces de representarse a sí mismos, fuera de las agrupaciones camarales, particularmente los concesionarios de canales de radio y televisión.
El partido oficial aglutinó a la “familia revolucionaria”. A partir de la existencia del partido, las circunstancias cambiaron y quienes lo constituyeron, se vieron obligados a respetar sus reglas, so pena de ser excluidos. Las reglas anteriores a 1928, cuando los derrotados perdían todo su poder, se modificaron como medio de erradicar la violencia; ahora iban a expandir el poder y compartirlo para que todos pudieran participar. Con el fin de que esto fuera posible, la condición esencial fue demostrar lealtad hacia la “familia revolucionaria” institucional.
Conviene precisar que de las diferentes acepciones que conlleva el término ‘partido’, vocablo camaleónico cuyo significado varía según el contexto, la que utilizamos con mayor frecuencia se refiere a la cúpula que se encargó de mantener la continuidad del poder dentro la “familia revolucionaria”. Es una familia que ejerce el control del traspaso de su poder con base en el reconocimiento de los méritos individuales de los líderes, y especialmente del desarrollo de las redes de poder construidas por el partido oficial durante cada decenio.
El partido, entendido como ente organizador de una multitud de adeptos, se fue formando más bien de segmentos de la burocracia que se especializaban en (1) armar campañas, (2) realizar constante propaganda, (3) justificar la forma en que los gobernantes ejercían el poder y escribían la historia oficial. Estos últimos dos segmentos del partido fueron administrados, primero, por un comité y después por una dirección de propaganda –que más tarde se convirtió en un “think tank” del partido: su propio instituto de estudios políticos y sociales.
Después del traumático magnicidio del presidente electo Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles inventó el partido para controlar las fuerzas reales del poder. Negoció el nombramiento de Portes Gil como un presidente independiente para organizar el partido durante el interinato y las elecciones presidenciales.
No obstante haber sido el autor de la idea del partido en 1928, no fue Calles quien estableció las bases del sistema político complementario del partido y de sus reglas de operación, sino Emilio Portes Gil, cuando instituyó en 1929 el Partido Nacional Revolucionario (pnr).
Portes Gil se condujo con mesura, talento y libertad suficientes para determinar las características del partido, pues Calles se ausentó del país durante el desarrollo de este proceso. Calles tuvo el mérito de reconocer como un hecho incontrovertible que el sentir popular le inculpaba el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón, ocurrido en julio de 1928, y la mejor forma que encontró para desmentir esta creencia fue salir de la escena política. Ese imperativo, más el propósito de acallar la corriente que comenzó a llamarlo “jefe máximo”, lo indujeron a irse a Europa, de donde regresó cuando el pnr ya estaba constituido.
Es preciso agregar que Calles volvió al país para asumir sin falso rubor su posición de jefe máximo. Su estancia en Europa (donde observó la eficacia de las instituciones sociales y pudo evaluar comparativamente las condiciones del país) enriqueció su bagaje político y cultural. Uno de los hechos que más lo contrariaron entre los cambios que encontró fue el reparto agrario en ejidos individuales que Portes Gil realizó con el respaldo y la experiencia de Marte R. Gómez.
Uno de los primeros errores del partido y de la “familia revolucionaria” fue la designación que hizo, con la influencia de Calles, de Pascual Ortiz Rubio para que sucediera al interinato de Portes Gil como presidente constitucional del siguiente período de cuatro años, que comenzaba el 5 de febrero de 1930. Sin embargo, Ortiz Rubio, ex embajador de México en Brasil, había perdido contacto con la realidad mexicana, y en su relación con Calles, careció de habilidad para complacerlo; por otra parte, no supo confrontarlo. Entonces se vio obligado a dimitir en septiembre de 1932.
Con el propósito de resolver los problemas creados por la debilidad del renunciante, Calles designó a Abelardo Rodríguez para completar el que fue el último período presidencial de cuatro años iniciado por Ortiz Rubio.
Al término del interinato de Abelardo Rodríguez, Calles consideró necesario atender los problemas que la crisis económica mundial planteaba a México mediante la designación de un presidente capaz de afrontar los efectos de la depresión. Precisaba de alguien que tuviera perfil de reformista y habilidad para maniobrar ante problemas semejantes a los que atendían países como los Estados Unidos, Italia y Rusia, y volvió la vista hacia los gobernadores.
Aunque a Calles no le pareció la distribución de tierra a ejidatarios que Cárdenas realizó de 1928 a 1932, período en que fue gobernador de Michoacán, reconoció que esa fama había trascendido a todo el país. Era ésa precisamente la popularidad que el partido necesitaba para afirmar su presencia y ampliar su penetración en las masas.
Al asumir la primera presidencia de seis años, 1934-1940, Cárdenas planteó las bases para los sexenios subsecuentes del Partido Oficial, especialmente en el reparto de tierras, para reconstruir el concepto del ejido, aunque ya basado en un mito histórico de cooperación comunal y no en la realidad. La larga espera a que iban a someterse los ejidatarios desde el momento de recibir títulos de propiedad provisionales hasta que se les otorgaran los títulos definitivos —una vez resueltos los retos legales para resistir los cambios, que plantearon los antiguos dueños y las disputas entre los ejidos, debidas al desacuerdo en los linderos— tenía un lado positivo, no obstante que dejaba la situación del campo en un limbo económico. Como ha señalado el economista Clark Reynolds, la esperanza de recibir tierra detuvo lo que hubiera sido una avalancha de trabajadores del campo hacia las ciudades durante los 1940’s y 1950’s, la cual hubiera causado una desvalorización de los salarios industriales y conducido a mayor pobreza urbana.
Después que Cárdenas asumió la presidencia, Calles se vio en dificultades para convalidar su autoridad extraconstitucional. Sabemos que la tensa situación que surgió en 1935 entre ambos no duró mucho tiempo: el 10 de abril de 1936 Calles salió expulsado del país, en acatamiento de una decisión presidencial que marcó el fin del maximato.
Cárdenas se dio cuenta que no podría mantener y ejercer efectivamente el mando sin el control de las organizaciones que formaban el partido y que tenían mucho poder para negociar con el Presidente de México. Por eso, en 1935-1936, cuando Vicente Lombardo Toledano, para apoyar a Cárdenas, organizó una nueva central de sindicatos, la Confederación de Trabajadores de México (ctm), creía Lombardo que tenía la posibilidad de hacer algo aún más importante: unificar a los obreros con los campesinos. Cárdenas estuvo en desacuerdo y prefirió reconstruir el pnr como el Partido de la Revolución Mexicana (prm) sobre ejes independientes.
El partido oficial como el prm corporativista: equilibrio politico para sembrar el “milagro economico”
A lo largo de su historia, el partido oficial ha registrado dos cambios de nombre que a su vez, representaron discretos pero trascendentes cambios de estructura y de correlación interna de fuerzas. Los factores (a) prm-gobierno (y pri-gobierno), (b) economía de inversión pública, y (c) apoyo financiero al sector privado, todos establecidos por Cárdenas, se han afectado recíprocamente.
El primer cambio ocurrió en 1938 cuando Cárdenas convirtió el partido, diseñado bajo la premisa tácita de que existía un caudillo, a un partido corporativista: el prm. Este partido supuestamente fue controlado por cuatro sectores: obrero (inclusive los sindicalistas urbanos y la ctm, establecida en 1936), campesino (inclusive la nueva Confederación Nacional Campesina-cnc, fundada el 28 de agosto de 1938), militar, y popular (pequeña burguesía, empleados de gobierno, etc.).
Mas reconociendo que el verdadero poder no radicaba en el partido, Cárdenas organizó fuera de éste el papel oficial de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (concamin) y de la Confederación Nacional de Comercio (concanaco), cuya importancia real era mayor que la del partido mismo. Estas cámaras surgieron con acceso directo a la presidencia. El reconocimiento tácito de que representan fuerzas reales de poder dio a los capitalistas oportunidad de dialogar con la línea de mando del país.
Con esta diferenciación de fuerzas, el Presidente estuvo en posibilidad de manejar las alianzas para evitar que los militares u organizaciones como la que encabezaba Vicente Lombardo Toledano pudieran alterar el equilibrio, y aun adquirir mayor poder. Cárdenas implantó un enlace entre sectores para conducir su política.
Cárdenas utilizó este equilibrio de fuerzas en 1940 para lograr una transición del poder que, aunque se efectuó con dificultades, evitó un levantamiento del general Juan Andreu Almazán, como vemos en la Historia Oral de éste último, en la que habla de su candidatura en oposición.
El general Manuel Ávila Camacho (mac) fue escogido por Cárdenas para ser el presidente para el periodo de 1940 a 1946, pero la transición fue difícil, como el candidato de oposición Esquile Padilla nos explica en su Historia Oral. Aunque la “izquierda” del Partido pensaba que Cárdenas seleccionaría a Francisco J. Múgica, su mentor intelectual, Cárdenas optó por Manuel Ávila Camacho. En 1919 mac había conocido “en la Huasteca al joven general Cárdenas, coetáneo suyo, hombre suave y humanitario que sería su hermano sin serlo,” según Enrique Krauze.
Durante la presidencia de Ávila Camacho, Cárdenas desempeñó el cargo de Ministro de la Defensa, 1942-1945, cuando México se unió a las fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Ávila Camacho protegió a los inversionistas extranjeros facilitándoles la creación de co-inversiones (“joint ventures”) entre empresas extranjeras y compañías privadas mexicanas y/o las “empresas” paraestatales del gobierno mexicano, y sentó las bases para el crecimiento económico.
La clave para el éxito del “Milagro mexicano” con crecimiento económico sostenible (que consistía de inflación baja, el papel del capital privado extranjero e interno, y préstamos de las agencias internacionales para el desarrollo) fue posible bajo la dirección de la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (shcp), en la cual dos secretarios fungieron dos sexenios cada uno: Eduardo Suárez desempeñó el cargo de 1935 a 1946, durante las presidencias de Cárdenas y Manuel Ávila Camacho; y Antonio Ortiz Mena, fungió de 1958 a 1970, durante las presidencias de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.
En efecto, Enrique Cárdenas, historiador económico que ha analizado los cambios económicos entre 1929 y 1994, traza el origen del largo período de desarrollo económico estable (1958-1970) a la política del Estado que se vio obligada a reaccionar a la Gran Depresión de los 1930s. El doctor Enrique Cárdenas (sin parentesco con don Lázaro) muestra que la baja en exportaciones durante los años treinta le dio una nueva dinámica a la industrialización de México, estimulando el crecimiento del pib real, el cual alcanzó un promedio de 5.6% anual entre 1932 y 1940. Según el doctor Cárdenas, la política fiscal del presidente Cárdenas de 1935 a 1940 no fue expansionista como se creía tradicionalmente. Más bien, el crecimiento económico se benefició de la recuperación económica cíclica.
En el decenio de 1940 surgió el proteccionismo comercial y la sustitución de importaciones que se estableció en 1947, elementos que no le causaron daños a la economía de México sino hasta 1970, cuando se llevaron al exceso, haciéndose contraproducentes. Durante los años de 1940 a 1950, el promedio anual del pib experimentó un incremento de 6.0% en términos reales.
Según Enrique Cárdenas: El ímpetu del crecimiento causado por el proteccionismo posterior a 1947 fue estimulado por un lado, por la situación de la relatividad de los precios heredada de los 1930’s; y por otro, por la alta demanda externa de los 1940’s, dos factores que estimularon el dinámico crecimiento industrial que ocurrió aun antes de la instrumentación de licencias y cuotas de importación. El doctor Cárdenas interpreta que la inversión pública en la infraestructura básica fue financiada principalmente por los propios recursos fiscales de México y únicamente de manera complementaria por crédito derivado del exterior o del sistema bancario de México.
Opina también el doctor Cárdenas que después de la devaluación del peso mexicano en 1949, que derivó en años de “crecimiento con inflación” que duró hasta 1958, no fue el gasto deficitario la causa de esta situación. En efecto, él ve la inflación interna como resultante de condiciones externas macroeconómicas cíclicas, las cuales no redujeron el ritmo del crecimiento económico.
Según el doctor Cárdenas, la política del Estado dio como resultado ganancias en inversiones de capital privado tanto en áreas urbanas como rurales, y la formación bruta de capital fijo alcanzó un promedio de 8.8 por ciento anual que rindió beneficios sociales a la población. La política de inversión pública de los 1930’s y 1940’s no produjo frutos reales sino hasta los 1950’s, cuando la economía pudo aprovechar en gran medida los factores externos positivos. Fue así que la Secretaría de Hacienda pudo contrarrestar con éxito los impactos externos, encontrando la manera de sostener un alto nivel de crecimiento económico para mejorar el nivel de vida de los mexicanos.
El pri corporativista y el auge de la política del “desarrollo estabilizador”
En el último año del gobierno de Manuel Ávila Camacho (1946) se efectuó el segundo cambio de nombre y estructura del partido oficial. Desde el 19 de enero de 1946, se llamó Partido Revolucionario Institucional (pri). Este cambio fue orquestado por el licenciado Miguel Alemán, quien iba a ascender de secretario de Gobernación a presidente en diciembre, para establecer lo que Enrique Krauze ha llamado La Presidencia Imperial y “la empresa del poder.”
Alemán tomó posesión de la Presidencia el 10 de diciembre de 1946, y el Tiempo de México anunció “Gobierno de los Técnicos . . . Inicia una Nueva Era.” En su discurso inaugural, el Presidente Alemán precisó que iba a seguir los lineamientos políticos establecidos desde el sexenio anterior para acelerar el desarrollo industrial y el impulso de la iniciativa privada; no obstante, aseguraba que iba a ser más enérgico en bosquejar el papel decisivo del Estado en todos los aspectos de la vida nacional.
Así, es irónico que Alemán haya establecido la empresa del poder que culminaría más tarde (1970-1982) bajo los gobiernos estatistas, quienes llegaron a poner en tela de juicio el papel del sector privado a favor de la propiedad nacional. Para los estatistas, no tenía objeto compartir en el futuro el nuevo tipo de “ganancias del gobierno en co-inversiones” establecidas por Ávila Camacho y Alemán con el sector privado extranjero y doméstico.
En cuanto a la política, el partido oficial había acordado efectuar, en enero de 1946, un arreglo entre Alemán, por un lado, y los generales Cárdenas y Ávila Camacho, por el otro, para suprimir el sector militar, marcando así el fin de la etapa bélica en la historia de México.
Asimismo, en el “nuevo” partido, el pri, Alemán realizó una reorganización del Sector Laboral del partido con el objeto de incluir en él a la recién creada Confederación Nacional de Organizaciones Populares (cnop), que abarcaba empleados en el sector civil, pequeños agricultores, cooperativistas, intelectuales y profesionales, artesanos, trabajadores independientes (como choferes de taxi), pequeños comerciantes, (trabajadores no pertenecientes a la cocanaco), pequeños industriales (que no formaban parte de la concamin), y las personas que desearan adherirse al partido oficial (incluso mujeres y jóvenes sin otra afiliación).
Los miembros del partido no desempeñaban funciones reales, ya que el partido cobraba vida únicamente durante las elecciones presidenciales. (Las elecciones estatales no exigieron mayor organización sino hasta 1989, cuando el pan logró derrotar en Baja California al pri e investir al primer gobernador de oposición.)
Fuera del partido oficial, la Confederación Nacional de las Cámaras de la Industria de la Transformación (canacintra), fundada en 1942, sostuvo su lugar especial en la política, que no era evidente para aquellos que creían que el partido representaba a todos. Sólo en teoría el Sector Popular del partido representaba a la cancintra, la concamin y la concanaco.
Para dar garantías a los inversionistas extranjeros, Alemán (1946-1952) apoyó la expansión del establecimiento de empresas mixtas con consejos directivos de los sectores privados mexicanos y extranjeros así como de miembros del gobierno, supuestamente para cuidar los intereses del Estado y mediar entre las necesidades de los empresarios y los obreros. Esta forma de crear compañías fue indicativa de que la era de expropiaciones había dejado de existir y las compañías iban a seguir prosperando, protegidas por el régimen establecido por Ávila Camacho: elevadas tarifas sobre las importaciones y permisos otorgados a los favorecidos para evadir estas tarifas.
Miguel Alemán contó entre sus principales colaboradores con Ramón Beteta, a quien designó como secretario de Hacienda y Crédito Público. Con anterioridad Beteta se había desempeñado como ideólogo de Cárdenas, y el gobierno de Alemán fue consecuente con lo que Cárdenas había dicho: “en la Reforma Agraria ya hemos entregado todas las tierras; hay que poner énfasis en la infraestructura.” Así lo hizo.
Según Enrique Krauze, quien analiza con perspicacia la psicología de la “familia revolucionaria” y “la empresa del poder” establecida por Alemán:
“El ‘milagro político de México’ maravilló hasta 1968 a propios y extraños. Se dice que De Gaulle lo consideraba notable, que algunos gobiernos africanos enviaron especialistas para analizarlo con miras a adoptarlo, que era la envidia de los gorilas en Latinoamérica. No faltaron profesores norteamericanos que terminaron por ver en él lo que los políticos querían que se viera: no una simulación sino una excéntrica democracia revolucionaria de partido único.
“Pasada la euforia, cuando el milagro había mostrado sus vastas limitaciones, un joven ingeniero mexicano (consultor de empresas, poeta y ensayista por añadidura) Gabriel Zaid, la definió con precisión: ‘El sistema político mexicano es la mayor empresa moderna del genio mexicano.’ El sistema tenía raíces ‘castellanas y moriscas, rayadas de azteca’, ancestros liberales (Juárez y Porfirio), padre sonorense (Calles), padrino michoacano (Cárdenas), pero como empresa fue obra y gracia del presidente empresario: Miguel Alemán Valdés.
“El sistema político mexicano difería de las dictaduras comunes y corrientes en América Latina. El mexicano es un régimen institucional y, por ello, más moderno. Se centra en la investidura de la presidencia (en la silla presidencial), no en la persona de un tirano que ha irrumpido en la escena política e instaurado un régimen de excepción ligado a su carisma o a su fuerza. El principio cardinal de la ‘no reelección’, es otro rasgo moderno. Opera para la presidencia, las gubernaturas, las presidencias municipales, las diputaciones y senadurías, tanto federales como estatales. Es el dogma intocable que resguarda efectivamente al país contra la permanencia de un hombre en el poder y aun contra su influencia dominante y prolongada.
“La diferencia específica del sistema mexicano con los regímenes totalitarios revelaba otro de sus aspectos modernos: el respeto, no total pero sí amplio, a las libertades cívicas. El terror y los métodos de represión masiva fincados en la hegemonía ideológica de una raza, credo o doctrina no forman parte de la mentalidad mexicana, inoculada desde tiempos del mestizaje contra esa versión de la intolerancia. La tradición política de México incidía también de manera positiva: el gobernante debía producir respeto y hasta temor, pero al mismo tiempo tenía que ser o al menos parecer patriarcal, como antes de la Independencia, tolerante y liberal, como en la tradición del siglo xix. Aunque la nación se subordinaba al presidente y el presidente no se subordinaba a nadie, existían amplios márgenes de autonomía en la vida económica, social, religiosa y cultural. La política era coto exclusivo de la llamada ‘“familia revolucionaria”’; sin embargo, al paso de los decenios, diversos episodios y circunstancias la forzarían lentamente a coexistir con grupos independientes y opositores. No era una dictadura ni un régimen totalitario. Tampoco era una república, representativa, democrática y federal como prescribía la Constitución.
“No faltó quien notara la similitud entre el sistema político mexicano y el sistema político porfiriano. Con la gran salvedad de la ‘no reelección’, ése era, en efecto, el verdadero antecedente. . .
“Si la clave del contrato social porfiriano estaba en la vinculación personal de cada grupo social con don Porfirio, … la clave del contrato social revolucionario —explica Zaid— estaba en una reedición aumentada y mejorada del método porfiriano del ‘pan o palo’. El supuesto, que llegó a contar con un gran consenso, era que todos los individuos y grupos podían . . . no perder la esperanza de ascender en la escala económica y social, a condición de hacerlo amigablemente, por dentro del sistema, y no independientemente, por fuera del sistema. Zaid detectó una similitud entre el funcionamiento del sistema mexicano y las grandes corporaciones burocráticas, como la General Motors. La empresa mexicana proporcionaba una gama amplísima de servicios a la sociedad (seguridad, estabilidad política, paz, crecimiento económico, obras públicas, infraestructura, educación, salubridad y asistencia, seguro social, etc.); pero su objeto principal era el de coordinar el poder en el país.
“En su concepto, existía en México un ‘dinámico mercado de compraventa de obediencia y buena voluntad’. Desde arriba y en cascada, el poder centralizado subastaba o concesionaba contratos, prebendas y plazas públicas al postor que le ofreciese los mejores paquetes clientelares. ‘La esencia de ese contrato social, el bálsamo que apacigua los ánimos, concilia los espíritus y resuelve las contradicciones, es el dinero estatal.’ ‘La política no consiste en ganar votaciones públicas, sino ascensos internos.’ Los votantes, supuestos dueños de la corporación, pierden el control frente a los funcionarios que, para todos los efectos prácticos, son los verdaderos dueños. Estos, a su vez, dependen de la voluntad del ‘señor presidente’, que es, a un tiempo, presidente del consejo de administración y director ejecutivo, por seis años, de la empresa.
“Con la creación del pnr, Calles había disciplinado a los generales y caciques regionales, ofreciéndoles el ‘pan’ del poder cada seis años, pero amenazándolos con el ‘palo’ en caso de la menor disidencia. (Erróneamente, Calles quiso absorber con violencia a su único competidor: la Iglesia. La trató a palos y provocó que los campesinos le respondieran de la misma forma.) Cárdenas, por su parte, abandonó la peregrina idea de acabar con la Iglesia (ni ‘pan’ ni ‘palo’), dio al ‘instrumento’ (como él lo llamaba) la definitiva rectoría económica del país y la propiedad del petróleo, fortaleció al pnr integrando directamente, como ejércitos políticos de reserva, a las masas campesinas y obreras, a los burócratas y los militares. Ávila Camacho completó el ciclo ofreciendo el ‘pan’ de la conciliación a la Iglesia, separando definitivamente a los militares y subordinando a los caciques. Pero faltaba el empresario joven que echara a andar el ‘instrumento’. El edificio estático orientado al pasado azteca, Habsburgo, Borbón —obra de caudillos, jefes y generales— debía convertirse en una corporación dinámica orientada al futuro —obra de universitarios—. El presidente empresario que modernizó el edificio y dinamizó el ‘instrumento’ fue Miguel Alemán.
“La empresa dio un uso moderno a un expediente antiquísimo: lo que Octavio Paz llamaría ‘la transmisión del arquetipo azteca de poder político’ ... [La permanencia de Porfirio Díaz] en el mando terminó por identificar el poder con su persona, no con su investidura. . . Con el sistema [del pri] se consolidó ‘la secreta supremacía del modelo azteca.’ Ambos, el tlatoani y el presidente, se amparan siempre en la legalidad. Su poder es absoluto, casi sagrado, pero no reside en su persona sino en su investidura. El tlatoani —agrega Paz— es impersonal, sacerdotal e institucional.’
“El momento cumbre, la prueba de fuego del sistema ocurría cada seis años: la sucesión presidencial. Los aztecas habían desarrollado un complejo sistema de sucesión que a través de las mediaciones más misteriosas llegó casi intacto al México del siglo xx. Se trata del ‘tapadismo’. Un cónclave de nobles y jefes militares deliberaba en secreto sobre el nombre del elegido al trono. . .
“[Bajo el partido oficial] una vez destapado, el elegido recorre todo el país en una larga campaña presidencial. Simula denodadamente que va en busca de votos, pero en realidad busca convalidar simbólicamente la legitimidad del destape, hacer como si el voto popular fuera el que cuenta. La mentira democrática es necesaria para que la rueda del poder siga girando. . .
“Si la nueva ciudad de México era el espejo del alemanismo, la Ciudad Universitaria fue el espejo de ese espejo. ... Con un costo aproximado de 25 millones de dólares, la Ciudad Universitaria era el monumento del presidente a su régimen. Por eso para culminarla, en el centro de la inmensa explanada, erigió una estatua. Representaba, naturalmente, al presidente Miguel Alemán.
Al término del mandato de Alemán, llamado “el Cachorro de la Revolución” y sexto descendiente en la línea sucesoria presidencial desde que se fundó el partido, era ya una práctica indiscutible que cada presidente eligiera al hombre idóneo en las circunstancias del siguiente sexenio y para atender las necesidades que avizoraba, Alemán designó a un administrador ensimismado como Adolfo Ruiz Cortines —el perfil perfecto para que nada cambiara en el horizonte de los funcionarios–empresarios.
A Ruiz Cortines (1952-1958), el presidente que preconizó dedicarse “al trabajo fecundo y creador”, cuyo inmovilismo y apariencia de vejez motivó que lo llamaran “el presidente muerto”, lo atacaron ferozmente, entre otros motivos, porque comenzó a mostrar el perfil de mayor dureza del autoritarismo presidencial. No obstante, es preciso mencionar la aportación que hizo al proceso electoral, al haber promovido el reconocimiento del derecho de voto a las mujeres en 1953; decisión que entre otros efectos, amplió la base de votantes y constituyó un primer paso para que la población del género femenino interviniera en la política.
Al término del sexenio de Ruiz Cortines, la sucesión debió ocurrir en un momento muy inestable para el país, debido a la inconformidad de los trabajadores. Había latencia de huelgas cuyo estallido parecía inminente, y que finalmente emergieron en 1959 y 1960.
Después de seis años de contener problemas laborales y amenazas de huelga, se necesitaba un presidente capaz de entender y manejar tal situación. El presidente Ruiz Cortines no podía escogerlo solo, necesitaba apoyo de todos los sectores del partido y de las cámaras. Funcionó entonces el sistema de consulta de los ex presidentes y demás integrantes de la “familia revolucionaria”, que en este tiempo podía reunirse en la casa de un ex presidente para determinar quién sería el sucesor. El presidente saliente disponía del voto principal, pero sujeto a veto por los diferentes grupos. Siempre buscaban el consenso para evitar la ruptura del partido, en la inteligencia de que “el bueno”, cuando llegara al poder, apoyaría a todos. Fue tal vez el mejor momento de ese sistema sucesorio, cuando el funcionamiento del pri estuvo más cerca de su modelo ideal.
A la presidencia sólo habían llegado secretarios de la Defensa hasta antes de Alemán; y a partir de él, llegaron dos secretarios de Gobernación. Los ex presidentes tuvieron mucho que decir en esa búsqueda, y así escogieron a López Mateos, quien fue el hombre del momento. López Mateos, el único que ha llegado desde la Secretaría del Trabajo, podía hablar de justicia y de derechos laborales.
A pesar de los problemas políticos de la época, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo la dirección de Antonio Ortiz Mena estableció una base sólida para el crecimiento económico. El doctor Cárdenas considera que en 1958, el año en que asumió el poder el presidente Adolfo López Mateos, fue el momento en que ocurrió un cambio hacia la política de “Desarrollo Estabilizador.” Durante el periodo de 1950 a 1962, el pib real indicó un promedio anual de 6.1%.
alm efectuó, de dos formas, el primer paso a la apertura del sistema “cerrado” en México. Primeramente, al abrir la Cámara de Diputados a los partidos de oposición y darles un foro para expresar sus ideas y frustraciones (sin ocasionarle pérdida de curules al pri): se encargó de la creación de diputados de partido. Estos diputados debían ser asignados a razón de cierto porcentaje mínimo del voto nacional que hubiere ganado cada partido, pero únicamente hasta un número máximo de curules, según el número total de diputados en la Cámara. Cuando muchos no alcanzaron el porcentaje mínimo requerido para obtener el número de diputados equivalente a la importancia que se reconocía tener su papel en la política nacional, alm asignó diputados en un número basado en el espíritu, si no al pie de la letra de la ley. La oposición quedó complacida, aunque sus miembros estaban listos para discutir sobre el peso que a cada partido se le había asignado en la Cámara de Diputados.
En segundo lugar, para romper con la historia provincialista de México cuya visión se orientaba hacia adentro, alm fue el primer Presidente de México que viajó extensamente en el extranjero para encauzar la percepción de la nación hacia el exterior. Puso a México en el mapa internacional al viajar, en octubre de 1959, a Canadá y los Estados Unidos. Poco después a la América del Sur (Argentina, Brasil, Chile, Perú y Venezuela; al Oriente en octubre de 1962 (la India, Japón, Indonesia, y Filipinas), y más tarde a Europa (Francia, Yugoslavia, Polonia, Países Bajos, y la República Federal Alemana). Tuvo tanto éxito como “Embajador de México en el mundo,” que llegó a apodársele “López Paseos.” A la vez, entre viajes al exterior, inauguraba empresas en México, tales como hoteles subsidiados por el gobierno y obras públicas.
En el prefacio de este volumen conversamos ampliamente sobre cuál era el clima político de aquellos años, cuando todo lo magnificaban los encabezados de los periódicos a plana completa: “Hoy el Presidente abrió tres escuelas y tres clínicas en nombre del pueblo mexicano.” Todo era una maravilla; todo estaba bien orquestado para que el ritual y las apariencias fueran más importantes que la realidad, y la “familia” pudiera hacer gala de retórica revolucionaria.
En la siguiente sucesión suponemos que el partido —el grupo descrito, ex presidentes inclusive— escogió a Díaz Ordaz porque se avizoraba un horizonte problemático con los estudiantes y con los disidentes en general. Se requería, por lo tanto, mano dura.
La percepción social de esta elección coincidió en lo esencial con la que tuvo la “familia revolucionaria”: Díaz Ordaz estuvo lejos de la simpatía del pueblo, su talante y su personalidad asustaban a todos; carecía de carisma y de sentido de humor. Desde que fue secretario de Gobernación su autoritarismo lo volvió odioso. No sin motivos, Política lo atacaba ferozmente con editoriales, columnas de opinión y caricaturas para que no llegara a la Presidencia. Trataron de evitarlo pero no pudieron.
Durante su gobierno, Díaz Ordaz imitó con relativo éxito la política de Cárdenas al distribuir tierras a los ejidatarios, y no pudo entender por qué se le consideraba tan antipático.
Sin embargo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo el mando de Ortiz Mena, mantuvo el crecimiento del pib a un nivel alto, indicando un promedio de 7.0% anual de 1962 a 1970.
El control del gobierno que ejerció Díaz Ordaz era rígido y absoluto, y por la misma razón, cada día más difícil de sostener. Los grupos inconformes y los disidentes se radicalizaron, actitud que el poder interpretó como inadmisible desafío que sólo desembocaba en el choque frontal y todos sabemos a qué excesos llegó la represión en 1968.
El movimiento de ’68 partió de la vieja idea de los bloques obreros e intelectuales, de hacer peticiones desmesuradas a favor de los obreros y los campesinos. El error del movimiento estudiantil de ’68 fue apostar al todo o nada. Y en la política no se procede así; no se puede hacer política desde posiciones irreductibles porque ese proceder conduce a la derrota. Años después en Beijing les ocurrió lo mismo a los estudiantes de la plaza de Tien An Men, no sabían qué hacer con el poder que efectivamente estaba en sus manos.
El agente principal de Díaz Ordaz fue Luis Echeverría, secretario de Gobernación desde 1963, tan responsable de los crímenes del ’68 como Díaz Ordaz, con la salvedad de que Díaz Ordaz asumió la culpa y murió antes de que fructificaran los esfuerzos por abrir un proceso contra los delitos cometidos desde el poder.
No existen pruebas fehacientes de que Díaz Ordaz o Echeverría hayan dado las órdenes fatales, pero fueron quienes encabezaron el gobierno cuando se cometieron las mayores violaciones a la Ley. En México todos sabían lo que el jefe quería y actuaban en consecuencia. De ahí viene la culpabilidad de Díaz Ordaz y de Echeverría, así como de la Secretaría de la Defensa, es decir, del Ejército, que ha constituido uno de los últimos tabúes del antiguo régimen.
Seis años después que fracasó el intento de impedir que Díaz Ordaz llegara a la presidencia, las incipientes organizaciones cívicas quisieron bloquearle el camino a Echeverría (lea) con el argumento de que también procedía con mano dura, pero tampoco lo consiguieron.
El estatismo de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo
Desde su primer día en el Palacio Nacional, lea (1970-1976), por una parte, fue consciente de que su gobierno estaba marcado por un estigma que ni el mea culpa de Díaz Ordaz consiguió borrar, y que no sólo gravitaba sobre su persona, sino sobre el sistema.
Por otra parte, lea, al percibir equivocadamente la marcha estudiantil del 10 de junio de 1971 —a favor de reformas educativas— como una amenaza contra su presidencia, dio órdenes de aplastarla. En la masacre resultante, según Miguel Ángel Granados Chapa, entre otros, el día de Corpus Christi el grupo Halcones, formado por Echeverría cuando era Secretario de Gobernación, bajo órdenes de éste, golpeó a cientos de estudiantes y seguidamente causó la muerte de varios golpeados, se dijo 45, algunos en las camas del hospital. Por lo menos 255 personas fueron arrestadas para nunca reaparecer. No fue sino hasta julio de 2004 que el primer gobierno no priista acusó a Echeverría de genocidio, dándole fin para siempre a la impunidad presidencial.
Las protestas exaltadas que resultaron de esta impunidad contra los estudiantes obligaron a lea a darse cuenta de su gran “error” de atacarlos públicamente, ya que no sólo tenía que responder por su actos de violencia en 1968, sino también por los de 1971. No iba a ser posible, por tanto, ejercer el poder bajo el peso incesante de la crítica, y comenzó a ceder al estilo porfiriano de ofrecer “pan o palo.” lea cambió de política, como único recurso para recobrar la legitimidad perdida, pero contra los que no aceptaron su “pan,” continuó la “Guerra Sucia” que había iniciado en 1967, utilizando las fuerzas de seguridad del Estado para capturar y matar en secreto a los “guerrilleros, opositores y disidentes del régimen.”
Estos actos de lea tuvieron consecuencias imprevisibles para el partido y para la “familia revolucionaria”.
De todos los componentes del sistema, el partido fue de los más refractarios a la crítica, que utilizaba los mismos medios, tradicionalmente sujetos al control oficial mediante los subsidios. El partido, bajo Díaz Ordaz y Echeverría, por tanto, había suprimido algunos subsidios a la prensa. La lógica de esta medida era elemental: quería, de ese modo, acallar las críticas, pero esta decisión fue otro gran error.
Para congraciarse con la nueva clase media, de donde provenía la mayor parte de los intelectuales, profesores y estudiantes vejados en 1968 y en 1971 —y además dada una creciente demanda de servicios de educación superior—, Echeverría cambió su ruta, por lo menos en sus actuaciones visibles, para impulsar la creación de centros de enseñanza media y superior y mejorar sus condiciones laborales. Él habría razonado: “Paguemos mejores sueldos a los intelectuales y proveámoslos de fondos para investigación. Es mejor pagar a los profesores para que escriban trabajos y libros académicos y no panfletos y carteles. Vamos a tener lugar para todos dentro de la gran “familia revolucionaria”.” Era una forma de ampliar oportunidades, aunque también se puede ver como una forma de cooptación, lo cual tenía sentido, porque en la cooptación todos ganan.
Sin embargo, secretamente lea, desde su investidura como secretario de Gobernación de gdo, lanzó la “guerra sucia” en 1967, contra aquellos que se oponían a las arbitrariedades del pri-Gobierno, guerra cuya táctica llegó al extremo de asesinatos por secuestro.
Fue su oportunidad de ejercer la política —término que por entonces carecía de sentido. La política implica negociación, un campo donde hay que ceder para ganar algo. El problema fue que esa política implicó la expansión del estatismo.
Con la arrogancia de Echeverría y su percepción de que él encarnaba al Estado, vino la idea de que era mejor nacionalizar al sector privado extranjero y doméstico y transferir todo el poder al Estado. “¿Por qué mantener la alianza Gobierno–sector privado? ¿Por qué no nacionalizar para no compartir el poder?” Lo intentó y por fortuna no pudo conseguirlo totalmente, lo que hizo con ello fue destruir la confianza empresarial y acabar con la “época de oro” del desarrollo estabilizador.
Para llevar a cabo su programa estatista, Echeverría se aprovechó del hecho de que un grupo de intelectuales sostenían en términos vagos que el modelo de desarrollo estabilizador ya había alcanzado su fin —lo que no era más que verdad parcial—, pero además tenían la idea mal fundamentada de que había que impulsar el crecimiento sin tomar en cuenta la inflación, que ésta no era importante porque iban a subir los salarios. Esto fue muy complicado para lea, pero aparentemente justificó lo que quería hacer: engrandecer el Estado y su rectoría de toda la sociedad.
La forma en que lea utilizaba las estadísticas inconstantes e incompletas, por ejemplo, lo condujo a justificar y a contribuir al estatismo que creó entre 1970 y 1976. Ciertas circunstancias requieren el uso de números absolutos y otras el uso de cifras porcentuales, pero es preciso compararlas, para asegurarse de que la interpretación sea completa y puedan discernirse las complejidades que entrañan. A Echeverría no le interesaba ni era capaz de entender o realizar este proceso analítico, pero tomó decisiones que crearon un sistema estatista. Su intención fue nacionalizar compañías no sólo para los fines del Estado, lo cual hizo, sino para crear empleos para los egresados de las universidades, que no podían conseguir plazas en el sector privado.
Echeverría tomó decisiones basándose en su concepto primitivo de “desarrollo económico” y después utilizó los estudios de los intelectuales (entre otros el de la economista Ifigenia Martínez) para justificar lo que iba a hacer a su modo y de todos modos.
En realidad la inflación subió y el poder adquisitivo bajó. Los salarios subieron al principio, pero en forma sistemática fueron quedándose a la zaga. Así México siguió el modelo brasileño, donde la inflación era tal, que aun con salarios pagados en dólares de Estados Unidos, era imposible vivir sin sufrir desajustes y carencias. Los trabajadores perdieron todo porque con la inflación su poder de compra sufrió un colapso.
Después de la catástrofe de Echeverría, de su estatismo, y su anticapitalismo, el pri se vio obligado a escoger a alguien que tuviera interés en reincorporar dentro del partido al sector privado. En 1976, con el mismo criterio de selección, escogió a José López Portillo (jlp) argumentando que el país requería un presidente que hiciera las paces con empresarios y comerciantes e impulsara polos de desarrollo por todo el territorio. Desafortunadamente, el comportamiento errático de jlp como secretario de Hacienda de 1973 a 1975 fue mal augurio para el futuro, que estaría en manos de un hombre que aparentemente se creía un Quetzalcóatl, que sería el salvador de México.
Desde su campaña presidencial, López Portillo (1976-1982) anunció una Alianza para la Producción, que consistió en una serie de pactos reiterados entre el Gobierno y los capitalistas para incentivar al sector privado.
Una vez que asumió el poder, a partir de la idea de que existía un nuevo México en donde habían surgido nuevas ramas industriales, nueva estructura de la tenencia de la tierra y una clase media amplia y diversa, y basado en la tradición del pri de recibir en sus filas a grupos emergentes, jlp reformó las reglas internas del partido para dar voz a las diversas fuerzas, aunque fueran minoritarias.
En el primer año de su gobierno, jlp se hizo cargo de una de las tareas más trascendentes de ese sexenio, que fue impulsar una reforma electoral mediante la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (loppe), promulgada en 1977 y el nuevo Código Federal Electoral. Los efectos de esta Ley fueron más bien conflictivos: El efecto negativo en el largo plazo fue que al desaparecer el sistema de diputados de partido y sustituirlo por el de diputados plurinominales, reforzó el sistema corporativista, pues estos diputados no son representantes de los ciudadanos, sino de la parte más manipulable de los propios partidos. Como no proceden directamente de un distrito sino de circunscripciones más generales, que incluyen en muchos casos distritos de varios estados, se diluye todavía más la representación de la ciudadanía.
El trágico fin de “El milagro mexicano basado en el crecimiento económico estabilizador”
El sexenio de jlp concluyó en 1982 con tres circunstancias sobresalientes. La primera fue la necesidad de declarar al país en bancarrota.
La segunda fue la negativa nacionalización de la banca, la cual presuntamente había enviado miles de millones de dólares al extranjero. La explicación superficial fue que esta descapitalización fue obra de la corrupción; en realidad se trató de una previsión del instinto, considerando la magnitud del desorden y la medida que efectivamente tomó el Gobierno, de congelar las cuentas en dólares que había en la banca mexicana. Con posterioridad, estos mexdólares fueron pagados en un mínimo porcentaje de su valor.
La tercera fue una decisión paradójica: el mismo López Portillo salvó al sector privado de las consecuencias de la bancarrota al tomar el control de la deuda internacional, medida que cuidó que los bancos extranjeros no pudieran cobrar inmediatamente los pagos de la deuda. Esta oportuna decisión se desvirtuó a la postre, cuando la banca nacionalizada cayó en la burocracia, ineficiencia y corrupción que dejó al país en el atraso en materia financiera.
Nueve años después, en 1991, Salinas privatizó la banca, pero la acumulación de deudas incobrables había dejado al país sin crédito interno, un efecto que duró hasta fechas recientes.
Para esconder la verdad sobre el impacto que el costo de la deuda tiene para el país, el gobierno recurrió al artificio de sacarla de la contabilidad del erario al crear dos instituciones sucesivas, el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (fobaproa, 1990) y el Instituto Para la Protección al Ahorro Bancario (ipab, 1999).
Desde el último lustro del siglo xx ha llegado capital extranjero para comprar la gran mayoría de la banca mexicana. Este fenómeno puede constituir una solución, si el crédito sirve para construir una base de capital para el desarrollo y no solamente para financiar el consumo, que es la tónica predominante de la función que cumple hasta el momento. Mientras tanto, México vivirá durante mucho tiempo bajo los efectos catastróficos del fobaproa y el ipab, instituciones que han sido acusadas de fraude, y de intentos del Gobierno de disfrazar los datos sobre la cuantía de la verdadera deuda de México y los montos requeridos por la banca privada para resolver sus deudas dentro del ipab. No fue sino hasta 2004 que el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, logró proveer un grado de certeza y transparencia en la solución del problema del ipab.
Volviendo al tema de los criterios para determinar la sucesión en el partido oficial, en medio del estado de bancarrota en el cual jlp había puesto a México para el año 1981, esta circunstancia influyó en gran parte a que la “familia revolucionaria” recomendara el nombramiento de un “administrador” desprovisto de imaginación para que tomara las riendas de la estabilización de México.
La revolución antiestatisa desde Carlos Salinas de Gortari (csg)
Fue en estas circunstancias que jlp escogió a Miguel de la Madrid Hurtado (mmh) como su sucesor para el período presidencial de 1982 a 1988. Esta selección, al parecer, tuvo sentido para jlp, ya que mmh acababa de ser Secretario de Programación y Presupuesto (spp), y tenía el equipo que dirigía Carlos Salinas de Gortari para hacerle frente a la crisis económica.
mmh nombró a los miembros de su gabinete con miras de reforzar sus propias debilidades, aprovechando en mayor grado la fuerza histórica de la “familia revolucionaria”. El relato de Andrés Oppenheimer sobre la composición de este gabinete capta el espíritu del mes de diciembre de 1982:
“El gabinete del Presidente de la Madrid, predecesor de Salinas, era un caso típico: su secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, era hijo de un poderoso gobernador del estado de Tabasco; el secretario de Relaciones Exteriores, Bernardo Sepúlveda, era sobrino de un prominente consejero del gobierno en Derecho Internacional e hijo de un médico de varios presidentes; el secretario de Hacienda, Jesús Silva Herzog, era hijo de uno de los intelectuales más respetados de México; el secretario de Energía y Minas, Alfredo del Mazo, era hijo de un ex Secretario de Recursos Hidráulicos; y el secretario de Programación [y Presupuesto], Carlos Salinas de Gortari, era hijo de un ex Secretario de Industria y Comercio. El propio Presidente era pariente lejano de una familia de gobernadores y había sido el protegido de su tío, el ex director del Banco de México, Ernesto Fernández Hurtado.”
No obstante, lo que no pudieron ver Oppenheimer y la mayor parte de los observadores fue que dentro del gabinete de mmh, el ministro con el poder verdadero y el “cerebro” del gobierno era Carlos Salinas de Gortari (csg), quien había sido el subsecretario de la Secretaría de Programación y Presupuesto (spp) de Miguel de la Madrid, y también secretario del Gabinete Económico, 1979-1981. Una vez que mmh fue seleccionado por jlp para ser el candidato presidencial en 1981, csg asumió el cargo de Director del “think tank” del pri, el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (iepes). “Desde ahí,” dice csg, “tuve la posibilidad de abrir la puerta a muchos cuadros jóvenes y reformistas del gobierno —cuadros que compartían la convicción de hacer el cambio [contra el estatismo] desde adentro–, así como a varios compañeros surgidos de la lucha popular.”
Como secretario de spp durante la presidencia de De la Madrid (1982-1988), csg pudo, en realidad, llegar a ser, virtualmente, el “primer presidente de doce años” de la siguiente manera: Los primeros seis, csg utilizó su puesto ministerial clave para formular las principales políticas del gobierno.
En sus memorias, mmh se presenta como víctima en la elección presidencial de 1988, en la cual csg seguramente iba a perder el voto mayoritario, hasta que Manuel Bartlett Díaz, a la vez Secretario de Gobernación y Presidente de la Comisión Federal Electoral, paró el cómputo de votos, porque, según informó, había ocurrido una falla en dos sistemas de cómputo. mmh declaró al respecto en sus Memorias:
Gobernación tuvo a bien decir que se había caído el sistema de cómputo [de la Comisión Federal Electoral], lo que hizo que aumentara enormemente la suspicacia de quienes de por sí consideraban que habría fraude.
A las diez y media de la noche la información que me dio Bartlett me resultó escalofriante. Me dijo: “Lo que tengo es poco, pero señala que el Valle de México viene en contra y fuerte. No tengo datos suficientes, y no quiero dar a conocer los que tengo hasta que la información sea más representativa”.
Sentí que me caía un cubetazo de agua helada. Me surgieron temores de que los resultados fueran similares en todo el país, esto es, que el pri perdiera la elección presidencial.
Más tarde establecí contacto con Jorge de la Vega [Domínguez, Presidente del pri] y le pregunté:
‑ ¿Cómo andamos en cifras?
‑No tengo ‑me respondió.
‑ ¿Cómo, Gobernación no te ha informado?
‑No, y el sistema de cómputo del prino sirve.
Entonces le expliqué lo que me había dicho Bartlett, y escuché su sorpresa. Le pregunté qué pensaba al respecto, y me contestó:
‑Hay que proclamar el triunfo del pri:es una tradición que no podemos romper sin causar gran alarma en la ciudadanía. Es seguro, con base en las conversaciones que he tenido con los gobernadores, que la votación nacional le dará el triunfo a Salinas; pero si no lo declaramos ahora, después será imposible convencer a la ciudadanía de su victoria.
‑ ¿Y el candidato? ‑pregunté.
‑Espera información. Todavía no quiere proclamar su triunfo ante el auditorio y las cámaras de televisión que lo esperan.
Hablé entonces a la oficina de Carlos Salinas para preguntarle lo que pensaba hacer. Salinas se encontraba encerrado con Manuel Camacho [Solís], haciendo con ello evidente la distancia y la tensión en su relación con el presidente del partido. Me contestó que no tenía información y que, por tanto, pensaba esperar.
Pasado un tiempo, hablé de nuevo con Jorge de la Vega, quien me insistió en que si esa misma noche Salinas no declaraba su triunfo, al día siguiente no habría forma de componer las cosas. Además, existía información de que Cárdenas y [Manuel J.] Clouthier [del pan] pensaban proclamar sus respectivos triunfos.
De nuevo hablé con Salinas, quien me dijo que si no había cifras no haría declaraciones públicas.
Me comuniqué entonces con Bartlett y le comenté lo que opinaba el candidato. En principio le dio la razón, pues no había cifras y las que existían eran muy negativas, pero cuando le expliqué el punto de vista de De la Vega, se manifestó de acuerdo. Reconoció que era necesario que Salinas se proclamara triunfador.
Para esto, todos teníamos los nervios de punta. Yo me preguntaba qué iba a pasar si no declarábamos nada, sobre todo porque los partidos de oposición ya habían hecho pública su acusación de fraude. Me imaginé encabezados de periódico aterradores, que dijeran algo así como: “Cárdenas proclama su triunfo y el pri calla”.
Entonces decidí que era necesario dar la tan esperada noticia. Sabía que había grandes riesgos. Uno de ellos era que los miembros de los partidos de oposición se retiraran de la Comisión Federal Electoral, irritados porque el pri, sin cifras oficiales, proclamara su triunfo. No obstante, y a pesar de ello, concluí que si no actuábamos, existía el riesgo de que al día siguiente cundiera un peligroso desconcierto general entre la ciudadanía. Esto podría convertirse en pánico si los otros candidatos se declaraban triunfadores.
Además, no había más que de dos sopas: habíamos ganado o habíamos perdido. En este último caso, ya lo de menos sería una declaración anticipada. Con estas ideas en mente, le hablé de nuevo a Salinas. Le pregunté si pensaba anunciar su triunfo.
“Señor Presidente, ¿cómo salgo así?”, me contesto. Le respondí que si el no quería salir, Jorge de la Vega podía declarar su triunfo, como de hecho ocurrió.
Yo creo que Manuel Camacho negoció con los partidos de oposición que Salinas se declararía vencedor en el momento de contar con cifras oficiales. Los dos deseábamos evitar lo ocurrido en elecciones anteriores, cuando se daban resultados de zonas más o menos amplias con base en las proyecciones sobre la tendencia histórica de la votación. Sin embargo, en esta coyuntura tampoco podíamos paralizarnos frente a la actividad de la oposición. De cualquier forma, la acción se justificaba, porque la declaración sería del partido, que en todo momento debía mantener una actitud combativa.
El 7 de julio tuve conocimiento de cómo estaba la votación en el Valle de México. Sentí horror al enterarme del tamaño de la debacle priista en el área. Hablé con Bartlett, quien me dio información que ayudó a tranquilizarme, aunque no demasiado.
Hablé entonces con Salinas y le pregunté lo que pensaba hacer. Le reiteré que podía cundir el desconcierto entre la opinión pública, por lo que de nuevo le recomendé que él personalmente se proclamara vencedor. Me dijo que estaba de acuerdo, que ya estaba preparando su discurso en ese sentido; ya no estaba tan dubitativo. . .
La declaratoria de triunfo del pri, sin datos sólidos, dio pie a un gran malestar. No creo, ni aun viendo los resultados, que hubiera sido conveniente posponer este pronunciamiento. Necesitábamos darlo por sentado el día 7, ante el peligro de que cundiera la convicción de que Cuauhtémoc había ganado en todo el país y no sólo en ciertas regiones.
La falla estuvo en que se declaró el triunfo del pri sin ninguna base en cifras. Otro hubiera sido el resultado si el pri hubiera sido capaz de decir que, con base en un muestreo de 30% de las casillas, concluía que Salinas había obtenido más de 50% de los votos. El problema fue que el pri se confió plenamente en Gobernación y no armó su propio aparato de captura de datos.
Otra falla objetiva del pri fue su desatención a la acción electoral. Baste señalar que en el Distrito Federal hubo 1,700 casillas sin representantes del pri. Esto fue totalmente injustificado.
Finalmente, hay que reconocer que, ante su derrota en el Distrito Federal, Morelos y Michoacán, el pri se quedó sorprendido e inmovilizado. No fue capaz de dar una respuesta rápida, lo que permitió a sus opositores armar una maniobra inteligente para denunciar el supuesto fraude.
Estas fallas provinieron de la falta de entendimiento [y empatía] entre Carlos Salinas de Gortari y el CEN del pri. . .
Cabe mencionar que, desde el inicio de su campaña, Salinas me pidió que nombrara a Camacho presidente del partido. En esa ocasión le dije que no lo juzgaba conveniente para la estructura del partido. . . [y después] le dije que yo consideraba inoportuno que a mitad de la campaña se diera un cambio en la dirigencia del partido, pues ello mandaría una señal muy inquietante a la mayoría de los cuadros del partido. Salinas aceptó mi punto de vista.
Sabemos que el día de la elección, mientras Salinas se encontraba encerrado en su oficina con Camacho. . . De la Vega iba y venía, pero no tenía, ni podía transmitir a sus compañeros, un sentido de participación. Esta falta de identificación de Salinas y su grupo con el partido resultó muy negativa. La capacidad de amalgamar es la capacidad de mando.
En mi opinión, ante circunstancias como las vividas por el pri la noche del 6 de julio, lo que se requería era reunir a todos los dirigentes priistas, hacerlos sentirse cercanos, interrogarlos, escuchar sus opiniones y, en presencia de todos, tomar decisiones conjuntas entre el equipo de Salinas y el equipo del partido.
Estas diferencias trascendieron entre los dirigentes de los tres sectores y entre los gobernadores, quienes no se entendieron ni lograron un acercamiento con la gente que acompañó a Salinas durante su campaña. Ellos hacen un claro distingo entre Salinas y su gente, manifestando simpatía por Salinas. La honestidad de sus expresiones es difícil de conocer, lo que abre la posibilidad de que, si las cosas no se desarrollan en forma que los satisfaga, se pueden ir enfriando con Salinas. Dudo que se le retiren, pero es posible que se enfríen. Habrá que ver cómo se desarrollan las cosas.
Esta situación me hace cuestionar si fue o no un error el que yo hubiese impedido que, como me lo solicitaba Salinas, Manuel Camacho dirigiera el partido desde mayo. Aún ahora, creo que eso no era conveniente, pues la presencia de Camacho hubiese lesionado mucho a diversos grupos internos del partido, en un momento en que la escisión de Cárdenas y Muñoz Ledo creaba la posibilidad de que otros priistas se fueran con ellos. Temí entonces, y lo creo ahora, que la conmoción del cambio hubiera conducido a resultados peores de los que recogimos.
El tercer factor que ayudó a que la oposición ganara credibilidad y la perdieran el pri y el gobierno fue la lentitud con la que se dieron a conocer las cifras oficiales. Inicialmente fue una estrategia deliberada de la Comisión Federal Electoral, pues los primeros resultados, los de la Ciudad de México, eran claramente contrarios al pri. Organizamos cocteles informativos ponderados, a fin de dar a conocer información que se acercara más a nuestra expectativa en el ámbito nacional.
Después de la primera etapa, la lentitud ya no fue deliberada; no era posible acelerar la producción de información, ni creo que en un futuro pueda variar mucho, dado el factor humano.
De cualquier forma, la lentitud de la información acrecentó la incredulidad en la honestidad del proceso electoral. No obstante, logramos impedir que se afianzara la idea de un triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en la elección presidencial en todo el país, que luego hubiera sido imposible acotar a su verdadera medida.
Además de lentitud en la información, hubo un manejo sumamente torpe de la comunicación social. Resulta absolutamente increíble que hayamos dejado las acusaciones de fraude de la oposición sin contestaciones inmediatas, directas y frontales. Es claro que faltó la estrategia necesaria para dar respuesta a sus ataques, los cuales se iniciaron de manera concertada desde el mismo 6 de Julio.
En dicha ocasión, y en los días subsecuentes, los candidatos a la Presidencia de la República de los partidos de oposición declararon de manera conjunta, y por separado, que había existido fraude masivo en las elecciones, y que la Comisión Federal Electoral no daba las cifras porque las estaba “maquillando”. Ello hizo evidente que la oposición tuvo mayor capacidad para capitalizar y manipular los errores del gobierno de la que tuvimos nosotros, que dejamos pasar inadvertidos ante la opinión pública los errores de nuestros contrincantes.
El 13 de julio, la Comisión Federal Electoral dio a conocer los resultados oficiales de los comicios federales, con base en la información entregada por los 300 comités distritales del país. Anunció que de una votación efectiva de 19.1 millones de sufragios –lo cual arrojaba un abstencionismo de 48%–, a Carlos Salinas de Gortari, del pri, le correspondería 50.36%, a Cuauhtémoc, del fdn [Frente Democrático Nacional], 31.12% y al aspirante del pan, Manuel J. Clouthier, 17.07 por ciento.
Fue esta la segunda vez que mmh mostró su incapacidad de dirigir al país en época de crisis. La primera vez se manifestó en su reacción letárgica al terremoto que causó la muerte de 7,000 a 20,000 personas, y la destrucción de una buena parte de la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985. Esta inercia después del terremoto fue su legado social, ya que su ineptitud al no tomar las riendas ante tal emergencia impulsó a la sociedad civil a unirse en un esfuerzo inusitado por resolver las desastrosas consecuencias del terremoto.
En efecto, la manera en que reaccionó ante las crisis de 1985 y 1988 con la misma parálisis y falta de dotes de mando, nos deja la impresión de que mmh no se consideraba él mismo el responsable de la Nación (como puede verse en sus propias palabras en la cita de sus memorias incluida aquí, en la que relata el “papel” que desempeñó en la elección de 1988).
La herencia política que dejó mmh fue haber hecho imposible que Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo (pml) siguieran formando parte del pri, dándoles así la libertad de realizar su propia campaña electoral. Aunque en los resultados de las elecciones, el pri podía evitar que Cuauhtémoc llegara a la Presidencia, tenía que aceptar la entrada de pml a la Cámara de Senadores, el principio de la primera oposición real a que se enfrentó el pri dentro de ese órgano legislativo.
pml surgió en 1989 como el Presidente del nuevo Partido de la Revolución Democrática, de orientación estatista, y estableció bases en todas las regiones de la república. Cuauhtémoc, quien había asentido a ser el candidato en 1988, no cumplió con su promesa de dejar libre el camino para que Porfirio fuera el candidato en 1994, y lanzó su candidatura por segunda vez. En 2000 Cuauhtémoc fracasó en su tercera candidatura.
A la vez, durante sus 12 años en el poder (seis de ellos, poder equivalente al de un rey), csg empezó, de manera implícita, a cercenar el poder del corporativismo, ante la preocupación del partido, que veía minar su base. Uno de sus métodos consistió en crear el Programa Nacional de Solidaridad Nacional (pronasol) como organización de amplia cobertura diseñada, según la economista Nora Lustig, para crear una nueva generación de líderes de base con el objeto de hacerle frente a la pobreza rural y urbana. Es irónico que esta nueva burocracia haya contribuido al gran éxito de Salinas de romper la rigidez del estado basado en la “familia revolucionaria”.
La bancarrota de México en 1982 causada por jlp, dejó atrás un terrible desastre económico, que no obstante fue el motivo del surgimiento del nuevo pri bajo Carlos Salinas de Gortari, que dio marcha atrás a la política estatista de los dos sexenios anteriores.
El pib de México creció lentamente durante este periodo de 1982 a 1994, en que csg tuvo que lidiar con muchos problemas durante varios años para reestructurar la economía de México. El crecimiento del pib disminuyó, indicando un promedio de sólo el 1.7% anual en términos reales.
Los logros importantes de Salinas fueron por lo menos siete. El primero, terminó efectivamente la reforma agraria mediante la entrega de certificados de inafectabilidad y la reducción de entrega de títulos antes de 1989. En 1991 Salinas consiguió del Congreso la reforma al artículo 27 constitucional, para dar a los ejidatarios la opción de vender, arrendar, quedarse con la tierra e inclusive, hipotecarla. Esta reforma al artículo 27 llevó a su fin la práctica de abuso en la distribución de tierras dentro del sistema ejidal fallido —desde la década de 1950 la mayoría de los presidentes de México sabían (o sospechaban) que el sistema estaba arruinando la agricultura al poner la tierra en manos de entidades colectivas en las que no existían incentivos para protegerla ni para hacerla productiva. No obstante, los presidentes continuaron la “redistribución” de la tierra para demostrar que seguían el espíritu de “revolución permanente” del pri.
Salinas supuso que el sector privado iba a comprar la tierra de los ejidatarios, pero esto casi no ha ocurrido porque el ejido mantiene ciertos poderes y porque la mayoría de las tierras no son de buena calidad.
El segundo logro de csg, en mayo de 1989, fue acabar con las antiguas restricciones que se aplicaban a los derechos de propiedad de negocios de extranjeros en México y abrió, para beneficio de los inversionistas foráneos, muchos sectores restringidos, y sectores con límites rígidos, como el de la explotación de minas. csg también evitó que el proceso burocrático obstaculizara la inversión extranjera, al instituir un nuevo reglamento que ordena que: si la agencia encargada de registrar nuevas inversiones no actúa dentro de un límite mínimo de tiempo, se aprueba automáticamente la inversión.
El tercer logro de csg fue reducir la prima de la deuda de México. Salinas negoció con el Fondo Monetario Internacional un préstamo de us $3.5 mil millones de dólares en un término de tres años. us $1 mil millones de dólares de esa cantidad serían asignados para garantizar los pagos de México a la banca internacional. Además, el Banco Mundial le facilitó a México una garantía de tres años sobre un préstamo de us $6 mil millones de dólares. El gobierno japonés también proporcionó us $2 mil millones de dólares en préstamos para reducir la deuda. Los bancos de crédito extranjeros recibieron tres opciones: facilitarle nuevos préstamos a México, reducir la prima al dar por perdido un porcentaje del préstamo, o reducir los intereses sobre el préstamo. El efecto neto de estas condiciones fue disminuir los pagos de la deuda externa de México.
El cuarto logro de Salinas consistió en comenzar a cumplir con su promesa de realizar una reforma política. En el cómputo de los votos de julio de 1989, el pri le concedió la gubernatura de Baja California al candidato del pan. Era esta la primera vez que el pri admitió la pérdida de una elección estatal.
El quinto logro de csg fue atacar al sector paraestatal inflado, cuyo número de agencias había crecido a tal grado, que el gobierno ya no estaba seguro de cuántas existían. Además, éstas tenían el poder de contraer deudas sin notificar a la shcp, al Banco de México, nafin, o a cualquier funcionario del gobierno que no formara parte de su esfera de acción “secreta.”
La “bancarrota” en que se encontraba México obligó a Salinas a evaluar el papel de las agencias (bajo el control único del director corporativista de cada una de estas agencias y el co-gobierno de su afiliación sindical) y examinar la deuda interna y externa de cada una, de las cuales era responsable el Gobierno. csg se enteró de que había 1,155 agencias descentralizadas (que incluían empresas, fondos y fideicomisos), y que cada una tenía varias maneras de ocultar dinero y el poder que detentaban.
\
Gráfica 1 Evolución del número de empresas paraestatales. 1920 – 1999
Fuente: Fernando Clavijo y Susana Valdivieso, “Reformas estructurales y política macroeconómica,” p. 38, en Francisco Clavijo (ed.), Reformas económicas en México, 1982-1989 (México: Fondo de Cultura Económica; CEPAL; Estrategia y Análisis Económico Consultores, S.C.; El Trimestre Económico, 2000).
Como no se había establecido un sistema para analizar el gasto proyectado y el gasto real del presupuesto y cada agencia usaba sus propios métodos de contabilidad, ya que la schp, la spp y la Contraloría General de la Federación no podían efectuar una auditoría real del sector paraestatal, las empresas descentralizadas colectaban sus propios fondos y contraían su propia deuda en el exterior sin la necesidad de recibir autorización, ni notificar al Gobierno central. Además, para subsanar los déficit desenfrenados que los préstamos no alcanzaban a cubrir, recibían un subsidio de la schp (dentro del rubro de “erogaciones adicionales,” subsidios que no estaban incluidos en el presupuesto que se daba a conocer al público y jamás se había visto en el saldo anual de las cuenta pública). Lo irónico es que el subsidio del Gobierno Central también tenía que cubrirse con préstamos del exterior.
Casi todas las agencias tenían un exceso de empleados y los líderes más astutos preferían ser jefes de una agencia paraestatal, inmune al tipo de ataque a que tenía que hacerle frente un secretario de Estado o un gobernador.
La Gráfica 1 muestra el crecimiento del sector paraestatal. Según Fernando Clavijera y Susana Valdivieso, se duplicó después de la Presidencia de Cárdenas, durante la cual había solamente un total de 25 agencias en 1940. En 1970 el número no rebasaba 275. Bajo el control de los presidentes estatistas lea y jlp, el número de empresas siguió creciendo, hasta sumar la monstruosa cifra de 1,155 en 1982 –como reveló más tarde la auditoría del propio Salinas para determinar el número de agencias descentralizadas de las que era responsable el Gobierno Central. El gasto real de éstas era casi equivalente al del Gobierno Central que financiaba la shcp.
Clavijo y Valdivieso subrayaron en 2000 la importancia del sector paraestatal de manera precisa:
En 1983 el [sector paraestatal] . . . participaba en 63 de las 73 ramas en que se clasificaba la actividad económica en México, y contribuía con cerca de 18.5% del pib nacional y 10% del empleo total. Esta intervención pública se observaba en ámbitos como la industria siderúrgica, aerolíneas, teléfonos, hoteles, minas de cobre, sector financiero, ingenios azucareros, partes para automóviles, motores, camiones, textiles, producción de agua mineral, fábricas de bicicletas, cines, cabarets y hasta un equipo de fútbol. La cantidad y diversidad de empresas públicas reflejaban el papel preponderante que el sector público mantenía en la actividad económica durante ese periodo.
[Los] objetivos y modalidades del programa de desincorporación [de entidades paraestatales y privatización de empresas incluían]: fortalecer las finanzas públicas; mejorar la eficiencia del sector público disminuyendo su gasto estructural y eliminando gastos y subsidios no justificables; promover la productividad de la economía, y combatir la ineficiencia y el rezago al interior de las empresas públicas. . .
La mayoría de las empresas privatizadas en esos años representaba poco o nulo poder de mercado, como algunas pequeñas fábricas y centros de esparcimiento, y el monto de las operaciones fue relativamente pequeño. Sin embargo, el importante número de desincorporaciones permitió que el Estado se retirara de la mayoría de las ramas de actividad agrupadas dentro de la manufactura, aunque conservó su participación en actividades de gran importancia, como metálicas básicas y petroquímica. . .
Etapa: 1989-1993. En ese periodo se intensificó el programa de privatizaciones, que incluyó a empresas con gran poder de mercado (incluso monopolios y oligopolios) y gran viabilidad económica. Los objetivos del programa de desincorporación rebasaron la mera eficiencia y buscaron además maximizar los ingresos por la venta de empresas y minimizar la intervención del Estado en la economía. . .
En 1989 el pib del sector público representaba 16% del producto nacional, mientras que en 1983 esta cifra fue de 25%.
Con esta finalidad, se fusionaron algunas empresas para incrementar su potencial y hacerlas atractivas para los inversionistas privados que pagarían por ellas un mayor precio. Asimismo, se liberaron sectores estratégicos y de gran efecto en el manejo de la política económica, como la telefonía y las instituciones financieras. . .
[Etapa] a partir de 1994: se observó una limitada venta de empresas, y los esfuerzos por implicar al sector privado en los campos antes ocupados por el Estado se concentraron principalmente en la concesión para la administración de activos públicos.
Entre 1988 y 1994 Salinas reestructuró el poder económico del Estado. Utilizando el poder de la Secretaría de Programación y Presupuesto, en su calidad de secretario de la misma, en 1988 redujo el sector paraestatal en 43%; y en la última etapa de su propio período presidencial, en 1994 redujo el sector paraestatal en 58%, otra cantidad gigantesca. Salinas dejó la Presidencia habiendo reducido las agencias descentralizadas a 258, que cubrían “únicamente” 30 ramas de la actividad económica —él extrajo al Estado totalmente de las empresas mineras, manufactureras, de comunicación telefónica y de líneas aéreas.
Además, Salinas redujo el sector paraestatal de otras formas. Según Clavijo y Valdivieso:
En ese periodo se concesionó la prestación de algunos servicios de transporte y carga como los ferrocarriles (proceso ya concluido en tres rutas), administraciones portuarias y carreteras, la operación de canales de transmisión de ondas de radio vía satélite y el complejo aeroportuario del Sureste. . .
En 1999 se avanzó en la privatización de aeropuertos y hasta el momento se ha licitado uno de los grupos (los aeropuertos susceptibles de privatización se agruparon en tres lotes, cada uno encabezado por aeropuertos importantes). El efecto potencial de estas acciones en la economía es importante debido a las ganancias de eficiencia sectorial y los efectos inducidos en otras actividades.
Sin embargo, aun se enfrentan problemas para iniciar los procesos de apertura correspondientes a los sectores de mayor interés. Este es el caso de la petroquímica secundaria y del sector eléctrico, cuyo proyecto de desincorporación se encuentra totalmente paralizado tras el surgimiento de importantes resistencias a su apertura, propuesta por las autoridades en 1996. Los ingresos obtenidos por concepto de enajenaciones en esta etapa son pocos en relación con los del periodo anterior.
[En la gráfica 1 se puede apreciar] la cronología de las operaciones de desincorporación efectuadas a lo largo del proceso.
El sexto logro de Salinas fue eliminar las severas restricciones a la religión establecidas en la Constitución. La nueva ley promulgada en enero de 1992 enmendó la Constitución de 1917. Bajo la nueva ley, el Estado reconoce formalmente a la Iglesia Católica Romana. La propiedad adquirida por la Iglesia desde 1992 es legal (no obstante, las propiedades nacionalizadas por el Estado antes de ese año siguen siendo parte del patrimonio nacional). Además, se permite al clero llevar su vestimenta sacerdotal en público.
La instrucción religiosa está prohibida en las escuelas públicas; sin embargo, las asociaciones religiosas tienen la libertad de establecer sus propios colegios particulares, los cuales no reciben fondos públicos. La ley no prohíbe ni apoya explícitamente la instrucción primaria en el hogar con orientación religiosa; sin embargo, para ser admitido a un plantel de instrucción secundaria, el estudiante que egrese de la primaria debe presentar el certificado de estudios de un plantel con reconocimiento oficial.
Como el Estado reconoce ahora el papel de la Iglesia Católica en México, Salinas restableció relaciones diplomáticas con el Vaticano, las cuales se habían roto desde 1867.
Por primera vez en la historia de México las iglesias protestantes reciben el mismo reconocimiento bajo la Constitución, y la Ley de Asociaciones Religiosas y Cultos Públicos establece remedios administrativos para proteger la libertad religiosa. Los grupos religiosos tienen la obligación de inscribirse en la Oficina de Asuntos Religiosos de Gobernación para operar legalmente. Ahora pueden llevar a cabo reuniones de carácter religioso afuera de sus iglesias o templos, pero deben de antemano dar a conocer sus intenciones al gobierno.
Aunque los sacerdotes tienen derecho al voto, todavía se les prohíbe criticar las leyes o a las autoridades del país, formar partidos políticos o interferir en las elecciones. También se prohíbe a las organizaciones religiosas el ser dueñas u operar difusoras de televisión o radio; no obstante, la Iglesia Católica es dueña y opera una red nacional de cable.
En agosto de 2001 se agregó una enmienda a la Constitución que estableció por primera vez una prohibición a cualquier forma de discriminación, inclusive la discriminación en contra de personas basada en la religión a que pertenecen.
El séptimo logro de Salinas fue consistió en suscribir el Tratado de Libre Comercio de Norte América (tlcan) con Estados Unidos y con Canadá, y establecer las bases del libre comercio con la Unión Europea, Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela. En esta misma línea los presidentes Ernesto Zedillo (1994–2000) y Vicente Fox (2000–) han suscrito tratados de libre comercio con Israel, Uruguay y los cinco países de Centroamérica. Además en 2004 Fox firmó un nuevo tipo de tlc con Japón (como veremos más adelante); e inició negociaciones con mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) para dar a México condición de Miembro Asociado, como Bolivia, Chile, y Perú.
El último año del gobierno de Salinas, 1994, dio lugar a una transición difícil para mantener el poder del pri–Gobierno. Primero ocurrió el levantamiento del Movimiento Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, el 1° de enero de 1994. Según su “subcomandante” Marcos, el movimiento era en protesta contra el tlcan, el neoliberalismo y el mal gobierno, y en demanda de constituir un gobierno socialista donde tuvieran cabida los indígenas y los pobres.
En realidad Marcos (Rafael Guillén Vicente, ex profesor de la División de Ciencias y Artes para el Diseño en la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México), había estado organizando el movimiento en la selva desde 1984, cuando abandonó definitivamente su vida en el medio urbano.
Además, en 1994 el país sufrió dos asesinatos importantes. El 28 septiembre, el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del pri, reveló discordia dentro del partido y a la vez dentro de la familia Ruiz Massieu. Según la “versión oficial” que apareció después de que csg entregara el poder a su sucesor, José Francisco fue asesinado por órdenes de Raúl Salinas de Gortari (el hermano del Presidente), cuyo crimen fue encubierto por Mario Ruiz Massieu (fiscal especial nombrado por Salinas para investigar la muerte de su asesinado hermano).
Fue una ironía más que Yo Acuso; Denuncia de un crimen político, el libro escrito contra el pri y la “corrupción” de la “familia revolucionaria” en aparente protesta contra un bloqueo de la investigación que hacía del asesinato de su hermano, posteriormente se revelara como una gran mentira cuando su autor, Mario Ruiz Massieu, fue detenido en los Estados Unidos en el intento de escapar de la policía mexicana, tras ser acusado de múltiples delitos, entre los que contaban el tráfico de drogas y el lavado de dinero.
El asesinato anterior, de Luis Donaldo Colosio, candidato oficial a la Presidencia de la República, ocurrido el 23 de marzo, llevó a Ernesto Zedillo a la Presidencia. Considerando las reglas sucesorias, que condicionaban con una gran estrechez una nueva designación en esas circunstancias, Zedillo fue uno de los pocos políticos del pri-Gobierno idóneos para ser el candidato, ya que no desempeñaba un cargo federal: cuando ocurrió el asesinato, era el administrador nominal de la campaña de Colosio.
La presidencia de Zedillo: del desastre al éxito
Una vez en la presidencia, Zedillo causó por descuido el colapso financiero del país, que fue producto de su propio “error de diciembre” en 1994. Zedillo había tomado la decisión desastrosa de nombrar a Jaime Serra Puche como secretario de Hacienda. Cuando Serra asumió este puesto, sustituyó a todo el personal clave que conocía la forma de hacer funcionar las “palancas” de las finanzas, en especial las que controlaban rubros escondidos, que el presupuesto no revelaba y que entrañaban graves problemas.
Además, Serra, quien suponía que él sería el Presidente en el año 2000, había suspendido la práctica establecida por su predecesor, el talentoso Pedro Aspe, secretario de Hacienda de Salinas, de llamar diariamente a los banqueros más importantes de Nueva York con el objeto de mantener la confianza en México. (¡Dios Guardara al futuro Presidente de México que osara ponerse en contacto con los banqueros neoyorquinos!) Esta actitud de Serra Puche, exacerbada por una serie de razones técnicas complejas que habían debilitado el peso, fue la causa del colapso económico del país que como consecuencia inmediata puso fin a la posibilidad real de que Carlos Salinas de Gortari fuera el siguiente director general de la Organización Mundial de Comercio.
Zedillo echó toda la culpa de su error y los errores de Serra sobre el ya ex presidente csg. La creencia generalizada atribuyó a csg el manejo erróneo de la economía que condujo a la devaluación del peso, y la casi simultánea revelación de la magnitud de las corruptelas de Raúl, hermano de csg, causaron tal repugnancia general en su contra, que muchos creyeron que por lo menos csg debió estar enterado de sus actividades, si es que no las había autorizado.
Aunque no existiera ninguna prueba que inculpara a csg de manera personal y directa como cómplice de las actividades de Raúl, cuando Zedillo ordenó su arresto por haber enviado subrepticiamente cientos de millones de fuera del país, mediante remesas simuladas en cuentas bancarias bajo nombres falsos en lugares tales como las Islas Caimán y Suiza, a muchos les pareció que los hermanos Salinas habían saqueado al país y contribuido a la crisis económica.
Por cierto, importa contrastar la actitud de Almazán con la de Raúl Salinas de Gortari, quien en vez de “invertir” las ganancias que obtuvo como “gestor de contratos” para construir el país, se dedicó a la “destrucción” de México.
Al parecer, Raúl había amasado su fortuna inicial mientras ocupó la Dirección General de diconsa (1982-1988), empresa distribuidora de alimentos de conasupo, donde csg lo “colocó” durante el tiempo en que fue secretario de Programación y Presupuesto, y en la Dirección General de conasupo (1982-1990). Según parece, la riqueza que acumuló entonces le dio oportunidad de amasar su segunda gran fortuna, la que ganó en el negocio del tráfico de drogas.
A propósito, Raúl Salinas fue acusado de haber recibido mordidas de los carteles mexicanos y colombianos para facilitar el tránsito de estupefacientes por el territorio mexicano. Según esto, el propósito de evitar la denuncia de actos ilícitos implicó a Raúl en el asesinato de su ex–cuñado José Francisco Ruiz Massieu, quien a la sazón era secretario general del pri y el diputado electo que se desempeñaría como coordinador de la bancada de su partido en la legislatura que entraría en funciones en diciembre de ese año. Este complot amerita ser plasmado en un libro, considerando el tiempo que ha transcurrido para revelar la historia completa. Mientras tanto, Raúl está en la cárcel, sentenciado a 27 años, seis meses de prisión, de los que cumple actualmente el décimo año.
Sin embargo, Zedillo implícitamente reconoció su propio “error de diciembre” y exigió la renuncia de Serra para empezar la restauración de la estabilidad económica, aunque a un precio extremadamente alto.
No obstante que en 1995, el pib sufrió un descenso de –6.2% en términos reales; el promedio del pib en el sexenio de Zedillo fue de 3.5%.
Un grave problema que planteó Zedillo al Congreso en 1996 fue convencer a la Cámara del Senado a que adoptara el sistema plurinominal de la Cámara de Diputados. Desde entonces, el 25% de los 128 senadores representan a su partido, en vez de los ciudadanos a quienes debieran rendir cuentas.
El gran mérito de Zedillo fue haber reconocido la necesidad de otorgar autonomía al Instituto Federal Electoral, para que operara de manera completamente independiente de la “familia revolucionaria”, tal como Porfirio Muñoz Ledo lo propuso durante el tiempo en que fue integrante del Consejo del Instituto Federal Electoral (ife). Así fue como el ife, fundado en 1990, se transformó, en 1996, en un organismo de nueve ciudadanos respetables, totalmente independientes y sin el liderazgo tradicional del secretario de Gobernación. La historia de la Comisión Federal Electoral (antecesora del ife) y la gradual “ciudadanización” de su Consejo tuvo que imponerse ante el poder antidemocrático que tradicionalmente mantuvo el pri-Gobierno sobre los miembros de este Consejo.
Con todo y la resistencia que el pri opuso al principio, el proceso de consolidación y adecuación del ife ha sido lento pero fructífero, como se ve en tres años clave:
* La reforma de 1993 facultó a los órganos del Instituto Federal Electoral para emitir la declaración de validez de las elecciones y la expedición de constancias de mayoría de diputados y senadores, así como para establecer topes a los gastos de campaña de las elecciones.
* La reforma de 1994 incrementó el peso e influencia de los consejeros ciudadanos en la composición y en los procesos de toma de decisiones de los órganos de dirección, confiriéndoles la mayoría de los votos. Además, amplió las atribuciones de los órganos de dirección a escala estatal y distrital.
* La reforma de 1996 reforzó la autonomía e independencia del Instituto Federal Electoral al desligar, por completo, al Poder Ejecutivo de su integración y reservar el voto dentro de los órganos de dirección exclusivamente a los nueve consejeros ciudadanos. Todos ellos son elegidos por un periodo de siete años por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes la Cámara de Diputados y en atención a las propuestas formuladas por los grupos parlamentarios de la propia Cámara.
Según Luis Rubio: “La reforma de julio de 1996 [fue] aceptada por todos los partidos políticos y por el gobierno, y aprobada unánimemente por el Congreso, un logro extraordinario.”
Para la contienda interna que comenzó el año anterior a las elecciones de julio de 2000, todos los aspirantes a la candidatura presidencial del pri eran muy débiles. El proceso de selección interna fue criticado afuera e impugnado dentro del partido. La candidatura resultante no tenía posibilidades de prosperar, con todo y la millonaria e ilegal inversión con fondos de pemex, que el partido invirtió en la promoción de la imagen de Francisco Labastida, su primer candidato presidencial derrotado.
La noche del 2 de julio, cuando al cerrar las urnas electorales, el cómputo del ife y las encuestas de salida a los votantes coincidieron en que el siguiente presidente sería el candidato del pan, Vicente Fox, Zedillo no esperó a que Labastida admitiera la derrota, que era lo que dictaba el protocolo, sino que anunció que Labastida había perdido la elección y que Fox era el ganador.
Zedillo procedió de esta manera por dos razones: Primero, quiso evitar cualquier interrupción del cómputo de votos de parte de los incondicionales al pri, por el temor de que pudiesen buscar motivos para anular la elección presidencial; y además, quería que en el New York Times y el Washington Post apareciera la noticia de una transición legal, asegurándole así al socio más importante del país que este resultado se había logrado de manera pacífica. El país estuvo bajo la tensión de esta experiencia sin precedente, sospechando que todavía los dinosaurios del pri se resistirían a admitir el cómputo de los votos; no obstante, la disposición de lucha se desvaneció cuando Labastida reconoció su derrota.
Correspondió al presidente Zedillo entregar el poder después de 71 años de hegemonía, a un presidente electo que había postulado un partido diferente al pri. Este hecho, que formalmente así fue, entraña un aspecto engañoso porque en realidad los programas de Vicente Fox (2000–) constituyen la continuación del proyecto del país que implantó Salinas y desarrolló Zedillo, particularmente en el afán de suprimir el sistema corporativista. Los resultados hasta ahora han sido parcialmente exitosos.
El pan en la presidencia; el pri en el poder, 2000—
Vicente Fox llegó a la Presidencia de México procedente del gobierno de Guanajuato, donde había ideado un modelo, basado en alianzas, que hiciera posible que el pan ganara el poder después de 61 años de lucha política. En un discurso de 1996, en que justificaba sus propias alianzas, Fox recordaba cómo el fundador de pan, Manuel Gómez Morín (mgm), y otros compañeros panistas, “se han pronunciado por impulsar estrategias para avanzar en el terreno democrático y poder terminar así con el modelo político autoritario” del pri. El pan sobrevivió a su primera tentativa en la contienda por la Presidencia de 1940 al formar una alianza con el general Juan Andreu Almazán, candidato por el Partido Revolucionario de Unificación Nacional (prun), en un intento por derrotar al candidato del Partido Oficial, Manuel Ávila Camacho. Fox explica:
“Manuel Gómez Morín, de grata memoria para quienes militamos en Acción Nacional, entrevistado por James Wilkie y Edna Monzón Wilkie, decía lo siguiente:
mgm: Si en 1939 no se hubiera dado una salida política al estado de angustia que había en México, hubiéramos tenido una revolución tremenda. Quizá es erróneo decir “por fortuna”; pero por fortuna en esos momentos se encaminaban todas las inquietudes populares hacia el cambio de gobierno. Y la mayor parte de la gente creía que Almazán podría hacer ese cambio; nosotros no lo creíamos y, al día siguiente de las frustradas elecciones, nosotros dijimos: hay que continuar la lucha, hay que continuarla; pero resolver los verdaderos problemas de México.
jw: Pero Acción Nacional entró al lado de Almazán ¿No?
mgm: Acción Nacional entró al lado de Almazán pero en forma muy condicionada. Simplemente era el otro, el único candidato posible de la oposición. Se dijo: ya están postulados el candidato oficial y el general Almazán en su contra. No se divida la oposición. Muchos proponían que el partido no tomara en esos momentos ninguna decisión sobre el candidato; pero entonces no habría sido un partido; habría nacido como una academia más, como un centro de estudios sociales y políticos; una cosa que no era lo que queríamos. Nosotros considerábamos esencial crear un partido político actuante.
Eufórico con la victoria, y habiendo prometido impulsar un crecimiento anual real del pib de 7%, Fox administró mal los primeros cinco meses de transición al poder, de julio a noviembre de 2000. En lugar de seleccionar para su gabinete a las personas que desarrollaron los planes para cada agencia del gobierno y que creían que iban a ocupar esos puestos, sorpresivamente nombró a otras personas que querían realizar sus propios proyectos en cada dependencia. En general, habiendo desperdiciado el periodo de transición, el gabinete de Fox perdió los primeros cinco meses de su presidencia en la creación de nuevos proyectos, en lugar de estar ya listo para implantarlos, poniéndose así a la zaga desde un principio.
Además, de pronto Fox cayó en cuenta de que, en el contexto de contracción económica causada por la burbuja de las compañías “Punto-Com” en los Estados Unidos, México tenía que hacerle frente a una depresión económica emergente. Si su gabinete hubiera tenido el tiempo para pensar antes de hacerse cargo del gobierno, tal vez hubiera ejecutado acciones que hubiesen atenuado los problemas económicos de la nación en lugar de incrementarlos.
No obstante, dados estos problemas, es increíble que los resultados del cambio en el promedio real del pib no hayan sido peores de los que “logró” durante los primeros tres años de gobierno. Estos resultados fueron: -.1% (2001), .7% (2002), 1.3% (2003). Es superfluo decir que Fox no quería que se le recordara la promesa que hizo de alcanzar un crecimiento económico anual del 7%
El pri sigue siendo el partido principal, aunque ya no sea el partido oficial, y su mayor ironía antes de 2006 será incrementar las 17 gubernaturas que detenta actualmente —lo cual aun hoy representa una clara mayoría respecto de las 32 entidades políticas del país, sin recuperar la presidencia de la República, hecho que depende en gran medida de los problemas internos que enfrenta: Ahora hay por lo menos dos o tres “partidos” dentro del pri.
También es posible que el pan y el prd se fracturen en grupos, o que el prd redefina su ruta, dependiendo del destino del autócrata Andrés Manuel López Obrador (amlo), actual populista del prd, jefe del Gobierno del Distrito Federal (2000-2006).
Según el articulista Carlos Ramírez, el prd se ha desviado del ideal de Cuauhtémoc Cárdenas, el líder histórico y moral del partido. Bajo el dominio de amlo, el prd se ha convertido en “un pri de cabo a rabo, dedicado a cachar a los priistas que no tienen nominaciones en el pri, aunque con ello se lleven al perredismo los problemas priistas. . . El prd ha entrado en una zona de crisis que amenaza su existencia. Los escándalos [capturados en video] de corrupción de René Bejarano [el operador político de amlo a quien defiende sin dobleces] han quebrado moralmente al partido que nació, paradójicamente, como alternativa al pri; [no obstante,] ha derivado en un pri a imagen y semejanza: “familia revolucionaria”, facciones internas, y un discurso gelatinoso que perdió de vista el compromiso social. . . El prd no ha podido definir una línea de gobierno, tampoco una política económica alternativa y menos una política social de bienestar.”
Concluye Ramírez que el prd “no ha querido ser un partido realmente democrático, sino uno que quiere imponer su santa voluntad sobre los demás. . . López Obrador le quitó la línea política de Cárdenas al partido, pero la propia no le reditúa votos sino una severa crítica social.”
Existe entonces la posibilidad de que Cuauhtémoc Cárdenas —el verdadero ganador de la elección de 1988, pueda impulsar al prd, y ser candidato a la Presidencia por cuarta vez, o apoyar la candidatura de su hijo Lázaro, actual gobernador de Michoacán. Estas posibilidades dejarían a amlo en busca de un nuevo partido.
Por otra parte, existe la posibilidad de que surjan nuevos partidos a partir de la aglutinación de organizaciones cívicas, con el impulso de personas independientes como Jorge G. Castañeda, Porfirio Muñoz Ledo, Juan Ramón de la Fuente, Elba Esther Gordillo (quien practicamente se ha retirado del pri), José Ángel Pescador o Esteban Moctezuma Barragán, cada uno de quienes podría lanzarse por su cuenta o agruparse con a algún partido de orientación cívica, como Convergencia por la Democracia (ya registrado) o con Democracia Social (un nuevo partido en proceso de registro).
La tendencia del partido principal a dividirse obedece, como causa principal, al hecho de que no hay una figura que tenga el peso y la capacidad aglutinante que tenía el presidente del pri-Gobierno, quien además mantenía el orden y establecía la línea política que el partido debía ejecutar. En último término, el presidente del pri-Gobierno era quien daba “el dedazo” para escoger al futuro candidato presidencial. En la actualidad, reina el desorden dentro del partido.
Cuando los diputados del pri se dividen con respecto a alguna controversia, con frecuencia tal vez la mitad de los diputados se alinea con el pan y la otra mitad con el prd, dejando a la legislatura en una situación de completo desacuerdo, sin esperanza de solución alguna.
Queda por ver si Roberto Madrazo, actual presidente del pri, puede restablecer un comando central para el partido; es evidente que dio algunos pasos en esta dirección en 2004, al dirigir personalmente las campañas del pri para elegir gobernador en Oaxaca y presidente municipal en Tijuana, elecciones en que su partido ganó por un 2.5% y 1%, respectivamente. Previamente, Madrazo había destituido a Elba Esther Gordillo del puesto de liderazgo del pri en la Cámara de Diputados, en una cruenta batalla, cuyas cicatrices son permanentes —la culpabilidad de la profesora Gordillo yacía en haber trabajado con Fox para lograr reformas fiscales, las cuales Madrazo derrotó.
En el curso de 71 años de vigencia de un partido oficial, fue posible que la sucesión operara con el eje único del presidente, como ocurrió con Calles respecto de los tres presidentes que lo sucedieron. Cada presidente designaba a su sucesor con la pretensión de que siguiera sus pasos, aunque en la realidad este propósito no llegó a realizarse: con el paso del tiempo, las condiciones cambiaban y el país requería un nuevo tipo de liderazgo, otro estilo de gobernar; surgía la necesidad de poner énfasis en otros aspectos del gobierno cuya importancia no se había hecho sentir anteriormente.
La aspiración a seguir influyendo fuera del término sexenal ha sido fallida; no obstante, registra dos excepciones: Cárdenas determinó varios aspectos del gobierno de su sucesor, aunque formalmente siempre se condujo de manera institucional y respetuosa de la investidura presidencial de Ávila Camacho (1940-1946). La segunda excepción fue Salinas, quien por el contrario, no influyó después, sino antes. Durante la presidencia de De la Madrid (1982-1988), Salinas tuvo un poder preponderante, de tal manera que ha sido el único presidente virtualmente en funciones durante 12 años.
El problema era que al principio de cada nuevo sexenio se elaboraban programas sin tomarse en cuenta que ejecutarlos supondría inevitablemente rebasar su período sexenal, lo que acumulaba problemas sin resolver. Los problemas parcialmente resueltos crean de por sí nuevos problemas que a los analistas les cuesta entender si no realizan una investigación a fondo de las nuevas complejidades que han sido o serán afectadas por consecuencias imprevistas, causadas precisamente por proyectos diseñados para resolver problemas antiguos.
Los grandes problemas nacionales
La Historia de México se puede ver como una serie de iniciativas inconclusas por parte de presidentes del país, gobernadores de estados, directores de las empresas paraestatales y, por ejemplo, presidentes municipales. Estas iniciativas inconclusas han generado y acumulado problemas. Los malentendidos y rezagos consecuentes contribuyen a crear nuevos problemas difíciles de resolver.
En teoría, el partido oficial debería haber facilitado la continuidad de la política a seguir, mas en la realidad, cada nuevo líder diseña nuevos programas para resolver nuevos problemas, y así atribuirse méritos. Un líder político no gana reconocimientos por completar los proyectos de su antecesor; por eso, por lo general, la única continuidad real del pnr-prm-pri fue mantener a la “familia revolucionaria” en el poder.
Entre los grandes problemas que enfrentan todos los partidos, cuenta el de establecer un vínculo real entre los legisladores del Congreso de la Unión y los distritos de la población que representan, para que de manera democrática rindan cuentas a sus electores. Bajo el sistema de diputados de partido establecido para México en 1962 por el pri, y reforzado y disfrazado en 1977 bajo el nombre de “legisladores plurinominales”, los diputados de todos los partidos rinden cuentas únicamente al partido que pertenecen, en general, no a ninguna población real.
Además, al restringir el período de los diputados a sólo tres años, sin posibilidad de reelección, la Cámara de Diputados se convierte en un órgano de gobierno sin memoria y sin la capacidad de llevar a cabo programas e investigaciones a largo plazo. Tampoco puede protegerse del cabildeo dentro y fuera de cada partido político.
Mientras tanto, el país sigue enfrentándose a un sinnúmero de “Grandes Problemas Nacionales.” Este concepto fue descrito por primera vez, con un impacto pujante, en el México de 1909 por Andrés Molina Enríquez (ame).
Periódicamente, México hace un esfuerzo por analizar la naturaleza de sus Grandes Problemas Nacionales, pero dada la complejidad creciente de los acontecimientos en el mundo actual, la referencia a Molina Enríquez, aunque interesante, se torna cada día más irrelevante. Aunque algunos de los problemas de mayor envergadura son recurrentes, a veces con variantes magnificadas de los antiguos, siempre surgen nuevos sin precedentes, que crean toda una nueva dinámica por resolver.
Sobre estos problemas debemos considerar una reinterpretación propia del Siglo xxi, de los Grandes Problemas Nacionales vistos por el Profesor Samuel Schmidt, quien en 2003 ofrece su propia versión. Schmidt insiste, ofreciendo sus propios datos y conclusiones, que el país sigue padeciendo la falta de conclusión al reparto de la tierra, la concentración de los problemas en el agro, la política problemática del agua y la desigualdad social. Schmidt ve el pasado, presente y futuro de México atrapado en migraciones masivas dentro de México y a los Estados Unidos, que dejan como saldo pueblos enteros de mujeres solas, la deuda externa, el rescate de la banca, la caída del poder adquisitivo de la clase trabajadora y el acelerado crecimiento de la población. Aunque en casi un siglo el orden socio-económico de México se ha “modernizado”, según Schmidt, no está actualizado, al compararse con el de países similarmente atrasados hace cien años.
Es así que Samuel Schmidt rinde homenaje a Molina Enríquez, al argumentar lo poco que ha cambiado el país desde 1909, no obstante el escenario político nacional de la alternancia en el poder en 2000. Al poner fin a las presidencias priistas, el pan prometía modificar todo; no obstante, dice Schmidt, el pan ha mantenido el mismo “sistema autoritario, la corrupción y el sistema de privilegio” del pri. Irónicamente, según Schmidt, el partido oficial había también prometido que la Revolución iba a poner fin al Porfiriato.
Aunque la idea de Schmidt de “poner al día” en 2003 la visión que ame nos dejó de 1909 es muy perceptiva, es preciso que los lectores comprendan que la preocupación central de ame fue la inquietud por distribuir la propiedad rural e incrementar entre muchos campesinos la producción de la tierra. Sin embargo, en nuestros días, los grandes problemas que encara México son urbanos e industriales, más aún en la medida que México continúa integrándose a la economía global, en búsqueda por todo el mundo de ideas nuevas para rescatarse de sí mismo.
En su prefacio al libro de Schmidt, Porfirio Muñoz Ledo (pml) concuerda con Schmidt en cuanto a que el factor corrupción es importante, pero no comparte con éste la afirmación de que este factor sea el “ancla que evitará que el país se eleve y prospere en el siglo xxi.” Además, como Muñoz Ledo percibe la corrupción de México como un problema cuyos inicios se remontan al siglo xvi, él no la ve como el problema principal del siglo xx, sino más bien considera que es la Reforma al Estado el tema al que debe dársele la más alta prioridad.
Muñoz Ledo, como ex embajador de México ante las Naciones Unidas (1979-1985), coordinador de la Mesa de Estudio de la Reforma del Estado en la transición de Fox a la Presidencia (2000) y ex embajador ante la Unión Europea (2001-2004), considera que México, como muchos otros países en la América Latina, han adoptado, equivocadamente, el sistema presidencial de los Estados Unidos, cuando el sistema parlamentario se acopla más a los países de más de dos partidos. A este respecto, Crónica cita las entrevista de su reportero con pml. A raíz de su entrevista con Muñoz Ledo, el reportero escribió:
Existen coincidencias en México sobre este tema: primero, en que el presidencialismo es un sistema que no funciona en el país, debido a la serie de iniquidades que se presentan como el hecho de que esa figura está fundada en el liderazgo personal.
Asimismo, porque se da una serie de instituciones desconcentradas, apoyadas en un régimen de partidos flexibles, donde los diputados y los senadores pueden votar de un lado a otro, porque no tienen exigencia ideológica ni disciplina partidaria.
Otro problema es que se tiene un sistema caudillista, que es muy antiguo y consiste en que quien manda, concentra toda la autoridad, y eso no se vale, y cuando no la concentra, no sabe que hacer.
La tercera parte de esto es que tenemos un sistema de partidos a la europea, con disciplina reforzada, como se vive en la actualidad, es decir que votan los asuntos importantes como el partido lo decide.
Además, en México el agravante adicional es que se vive en un tripartidismo duro, en el que nadie hace mayoría. No la hubo en 1997, no la hubo en 2000 ni en 2003 “y no la va a haber en 2006... ya tenemos cinco años sin poder salir adelante”.
Muñoz Ledo dijo no compartir la idea de reducir el número de partidos en México, pues no son excesivos. “En España hubo 100 cuando fue la transición, los partidos no los decide la autoridad, sino el ciudadano, los partidos se van a reabsorber con un sistema electoral y un sistema político que los obliga a coaligarse.”
Adelantó que en este seminario se planteará una alternativa de gobierno que permita crecer en los ámbitos político y económico en beneficio de la sociedad, es decir, pasar a un sistema semipresidencial o a uno “francamente” parlamentario.
Dijo que buscará encuentros con los presidentes de las cámaras de Diputados y de Senadores, así como de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para presentarles el programa de trabajo de la Asociación Nacional de Ciencia Política, que reúne a cerca de 120 especialistas, entre diputados, senadores y algunos gobernadores.
Quienes deseen reformar a México, deben enfocarse en los problemas reales del mundo de hoy, que incluyen controversias sembradas por la Ley Romana y el Código Napoleónico, que siguen invadiendo a México con leyes onerosas, bajo las cuales se considera a un acusado culpable hasta que se haya probado su inocencia, y que contienen un sistema notarial que es más bien un obstáculo para el pueblo, por ser tan costoso para el usuario, que no puede hacer certificar una firma o documento por un simple notario que cobre una cantidad módica.
Bajo el Código Histórico de México, nada puede hacerse legalmente a menos que la ley lo permita, lo cual presenta un contraste notable con las leyes de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña, en donde según el derecho consuetudinario, todo se considera legal, a menos que la ley lo prohíba.
Por ejemplo, en el caso en México del uso de “Videoprocesos, novedad en juicios penales,” sin una ley que permita la utilización de los videos por parte de la Procuraduría General de la República para tomar testimonios y celebrar audiencias a larga distancia con eficiencia y confiabilidad, varios jueces resisten su uso por no estar autorizado por la ley, la que siempre parece estar a la zaga por lo menos de 5 a 10 años de los tiempos cambiantes.
Uno de los grandes problemas nacionales es el sistema de Amparo, que es la “contribución” de México al mundo en el ámbito de la ley. Este sistema permite a los jueces emitir mandatos de habeas corpus para evitar el arresto de delincuentes. Fuera de México, el habeas corpus se aplica después de que una persona ha sido arrestada y se han presentado cargos contra ella; es hasta esa etapa de los procedimientos que puede concedérsele libertad bajo fianza. El abuso del sistema de amparo es notorio en México, en donde los jueces con frecuencia “venden” amparos para evitar el arresto de delincuentes. También puede hacerse uso de los amparos para evadir el pago de impuestos.
Podríamos catalogar todas las formas en que el sistema legal de México está quebrantado y hacer una lista de todas las razones por las que pml recomienda la creación de una Constitución enteramente nueva. Sin embargo, lo más aconsejable es consultar el libro preparado bajo la coordinación de pml, en el que se tratan estos temas, resultado de más de 70 mesas de estudio integradas por especialistas. Basta decir que una buena parte de la población de México siente (como ocurre también en los Estados Unidos), que el modelo neoliberal es ya obsoleto, y que el país debe volver al pasado.
¿Pero a qué pasado en México y cómo? Pregunta persuasivamente Luis Rubio:
La realidad, todos lo sabemos, tiene tres componentes muy claros: primero, no hay hacia donde retornar, porque el pasado no era tan benigno como suelen afirman quienes critican el viraje de política económica de las últimas décadas; segundo, la globalización es una realidad que no podemos evitar ni negar y sobre la cual, en todo caso, hay que aprender a aprovechar, como lo han hecho con éxito tantas otras naciones del mundo; y, no menos importante, el “modelo económico” que tanto se aprecia y desprecia no está funcionando para lograr esa inserción exitosa e incluyente hacia la globalización. En suma, no hay que abandonar el modelo de desarrollo, sino reconocer sus limitaciones y proceder a corregirlas, así como profundizar sus fortalezas para que efectivamente cumpla su cometido. . .
La mayoría de los mexicanos percibe que el modelo económico está agotado y que es tiempo de cambiarlo…. La respuesta correcta a este problema no es la de abandonar el modelo en un sentido genérico, sino crear formas que permitan a toda la población subirse al carro de la globalización y gozar de sus beneficios de una manera mucho más efectiva y acelerada. El problema no es exclusivamente mexicano. [En mayo de 2004,..] los votantes hindúes rechazaron en las urnas al gobierno que les había dado diez años de crecimiento superior al 6% en promedio, cifra sin precedentes en aquel país. Las reformas que se iniciaron a principios de los ochenta en esa nación asiática y que fueron calando poco a poco, llevaron a una verdadera revolución tecnológica e industrial que ha transformado a vastas regiones de India. India no sólo compite con China en varios sectores manufactureros, sino que ha desarrollado servicios de alto valor agregado (sobre todo software) que han alterado patrones de vida, la percepción de oportunidades y creado una nueva plataforma para el desarrollo de ese país. Esta revolución ha creado empleos bien pagados para más de cien millones de hindúes (o sea, el equivalente al total de la población mexicana), que han pasado a formar parte del mundo moderno. …
El caso de India no es muy distinto al nuestro, aunque sus manifestaciones sean distintas. [El mensaje que arrojan las encuestas de salida el día de la elección en la India, . . .] no es “olvidémonos de las reformas y busquemos un nuevo camino”, sino “yo también quiero ser parte de esa economía exitosa’.
Este mensaje fue tan claro y contundente que la líder del partido ganador, Sonia Gandhi, decidió no postularse a sí misma como primer ministro (lo que dictaba la tradición y costumbre), sino que nombró como primer ministro nada más y nada menos que a Manmohan Singh, el ministro de finanzas que hacía quince años había diseñado las reformas que insertaron a la India en el marco de la globalización. Para apreciar la relevancia de este nombramiento se podría decir que es como si Andrés Manuel López Obrador nombrara al dúo Aspe-Serra para conducir la economía a partir del 2006, pero con el mandato de extender los beneficios a toda la población.
La situación de la economía política de México en la actualidad no es muy distinta a la de India. Ambas naciones han transitado por dos decenios de cambios significativos con resultados muy encomiables, aunque no generalizados. En ambos casos, una parte importante de la población ha visto su vida transformarse para bien y ha encontrado nuevas oportunidades de desarrollo personal y familiar. …
La gran pregunta sobre la política económica mexicana es si ésta debe cambiar de rumbo. . . Unos claman por mantener el rumbo a cualquier precio porque sólo así se garantiza el acceso al Nirvana, en tanto que otros culpan al “modelo” (el neoliberalismo, la globalización, el capitalismo) de todos los males terrenales, si no es que también los infernales….
El modelo económico que se ha seguido a lo largo de las últimas dos décadas tiene un sentido estratégico claro y totalmente compatible con la realidad del mundo que nos ha tocado vivir. Pero ese modelo no ha sido incluyente ni ha ofrecido los instrumentos idóneos y necesarios para que la población se pueda subir al carro y ser parte de una economía exitosa. . .
Mientras que la política económica promovía la competencia, el desarrollo individual y la elección libre del consumidor, el sistema político [hasta Salinas] promovía controles verticales, la verdad oficial y la presencia de monopolios absolutos y anti-competitivos. Por otro lado, la política económica requería (y requiere) de flexibilidad, iniciativa individual, capacidad de reacción, pero la realidad sindical es una de privilegios corporativistas, imposición de grupos y control de la educación, factores que impiden la adaptación y el desarrollo exitoso de las personas, al tiempo que imponen costos prohibitivos para el desarrollo de las empresas. . .
La economía mexicana no avanza porque persisten los remanentes de un sistema político corporativista que la ahoga y reduce el potencial de desarrollo a las personas y empresas que, no obstante, tienen la capacidad de darle la vuelta a los obstáculos burocráticos, económicos, institucionales y políticos que la realidad les impone. . .
Si uno se deja llevar por la retórica, los defensores de la economía popular serían los sindicatos de sectores monopólicos, como el imss, pemex, el magisterio, etc., los burócratas vividores que añoran la era de los subsidios y los permisos, y los políticos que enarbolan un discurso que, por sonar bonito, llaman “progresista”. . .
En este contexto resulta obvio que el problema económico de México no reside en la política económica, sino en todos los factores institucionales y políticos que ahogan a la economía y al sector productivo, cerrando oportunidades de desarrollo al conjunto de la población. Es ahí donde hay que atacar y de manera decisiva. La realidad política imperante le impone costos tan elevados a la población mexicana que hace imposible el desarrollo de su potencial.
Basta observar el enorme número de mexicanos exitosos en Estados Unidos para apreciar que el problema no es la política económica, sino la política a secas. Es tiempo de que un Singh mexicano encabece la política de desarrollo.
Según Singh en una entrevista con el Public Broadcasting System (pbs) de los Estados Unidos: “No estamos diciendo que el gobierno [en la India] vaya a desaparecer. Vamos a dirigir el gasto en otra dirección. El gobierno va a tomar un interés mucho mayor en la educación, en el cuidado básico de la salud, en la administración de la industria y de empresas de comercio, en problemas de protección al medio ambiente, en fomentar la investigación y el desarrollo. Pero el gobierno no será el administrador de la industria ni de empresas comerciales.”
La nueva competencia que representan para México La India y China el en siglo xxi, hacen que México se vea un tanto perdido. Se acusa a Fox de haber puesto mayor énfasis en el estilo que en la sustancia. Por ejemplo, de no haber dado el énfasis apropiado a asuntos urgentes como la educación, la salud pública, la lucha contra la corrupción, el despilfarro de la burocracia en pemex y el restablecimiento de la seguridad pública afectada por el crimen y los secuestros. El gobierno de Fox, que había prometido expandir la investigación para fomentar el desarrollo, está ahora en tela de juicio por sus severos recortes al presupuesto destinado a la ciencia y a la educación superior.
Críticas que se le hacen a México en el siglo xxi
El distinguido presidente de la Academia Mexicana de Ciencias y actualmente director del Instituto de Matemáticas de la unam, José Antonio de la Peña, resume el problema de la educación superior en México. Según de la Peña:
“De 1980 a 2000, las instituciones públicas de educación superior en México duplicaron su número y se hicieron más grandes. En ese lapso, los titulados por año se cuadruplicó hasta llegar a 130 mil 762 en el año 2000. Sin embargo, la matrícula en carreras científicas disminuyó en términos relativos y en algunas universidades también en números absolutos. Carreras de contaduría y administración pasaron de 16% de la matricula en 1980 a 27% en 2000, mientras que biología, matemáticas, química y física, todas juntas, no llegan a 3%.
“La actual estructura del sistema de educación superior es inadecuado para enfrentar los retos del presente siglo: las universidades públicas mexicanas no están desarrollando su infraestructura científica, ni su planta de investigadores al ritmo que exige la modernidad, no se vinculan con las esferas industriales y no responden con la adecuada flexibilidad a los problemas de la sociedad.
“Varios ejemplos exitosos de recientes aplicaciones de la ciencia al bienestar social [en México son] . . . los estudios sobre la amibiasis, terrible enfermedad parasitaria, han permitido disminuir los índices de mortalidad. Laboratorios farmacéuticos mexicanos con el apoyo de centros de investigación han producido las más eficientes vacunas y sueros contra las picaduras de arácnidos y alacranes. Estos productos se exportan a varios países.
“Otro caso exitoso: la producción de tequila aumentó notablemente desde que se introdujeron en 1970 las técnicas de micropropagación desarrolladas en centros de investigación básica. Las plagas del agave han sido controladas con la aplicación de metodologías matemáticas. ¿Este tipo de argumentos serán suficientes para los encargados de definir las políticas públicas? . . .
“La respuesta a la última pregunta es, probablemente no. La ciencia y la tecnología, para desarrollarse, necesitan de varios ingredientes fundamentales: presupuesto planeación y tiempo. Ninguno de estos puntos son el fuerte del sistema político y educativo mexicano. Los recursos son escasos y mal aprovechados, los planes, cuando existen, cambian con las modificaciones de los funcionarios a cargo del despacho y el gobierno, y los empresarios están interesados en pruebas espectaculares de la importancia de la ciencia.
“Un par de ejemplos ilustran la situación política a la cual se enfrenta la ciencia mexicana. A mediados de los años noventa, el país conoció la noticia probablemente más relevante relacionada con la ciencia en México: Mario Molina había ganado el premio Nóbel de Química.
“Científico nacido en México, [Molina] gana el premio como ciudadano estadounidense, nacionalidad que adquirió luego de años de desarrollar su trabajo en el vecino país.
“En una cena en su honor, el entonces presidente de México se lamenta de que Mario Molina, que tuvo que alejarse del país por no contar con la infraestructura que su trabajo requería, hubiera ganado el Nóbel como ciudadano de otro país. Eso no volverá a suceder sentenció Ernesto Zedillo, y anunció que presentaría la iniciativa para que los mexicanos pudieran tener doble nacionalidad. Asunto resuelto: fácil y barato.
“Tontos los que creímos que se anunciaría un programa de apoyo para fortalecer la infraestructura de investigación, para repatriar a nuestros mejores cuadros en el extranjero.
“En el año 2000, y en el contexto del nuevo milenio, el Banco Mundial promovió la creación de centros de investigación de alto nivel en América Latina.
“Por medio de créditos blandos a los países y con la asesoría de científicos de varias universidades de Estados Unidos, la “Iniciativa Milenio” dio apoyos para la creación de nueve grupos de investigación en Brasil, tres en Chile, cuatro en México y algunos más en Venezuela y Perú. Dos años después las evaluaciones internacionales elogiaron los proyectos mexicanos y recomendaron la continuidad de los apoyos a los cuatro grupos de investigación que se encontraban trabajando en la apertura de una nueva convocatoria.
“Resultado: los cuatro proyectos llevan dos años esperando Recursos de conacyt, sus trabajos están esencialmente detenidos y nadie sabe si recibirán apoyo algún día.
“Estamos hablando de menos de diez millones de pesos anuales, cantidad ridícula para conacyt que maneja miles de millones de millones de pesos. No todos los problemas de política científica son presupuestales.
“¿De dónde saldrán más recursos para la ciencia en México?
“Noticias recientes. El presidente Vicente Fox declaró la semana pasada [segunda semana de octubre de 2004 que no es posible que el país invierta el 1% del pib en ciencia y tecnología.
“Todos lo sospechábamos desde que el candidato Fox prometió hacer llegar a ese nivel la inversión en el transcurso del sexenio. Pero fue su gobierno el que estableció el compromiso y lo convirtió en ley. La propuesta de presupuesto 2005 enviada por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados recorta el gasto en ciencia y tecnología y también en educación superior.
“Por ello, los rectores de universidades de investigación reunidos en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (anuies) rechazan la propuesta de presupuesto del ejecutivo. Proponen, al igual que varios grupos de científicos, que se utilicen los excedentes del [alto precio del] petróleo para aumentar el presupuesto en estos renglones. El subsecretario de Educación, Julio Rubio, argumenta que sería muy endeble y peligroso ligar esos presupuestos a las fluctuaciones de los precios del petróleo. Probablemente tiene razón, pero algo se debe hacer. . .
“[Tenemos que recordar que la] ciencia genera conocimientos importantes que no tienen aplicación inmediata. ¿Como transmitir este mensaje?”
Sobre la falta de atención a la ciencia, la Universidad Obrera de México define otros grandes problemas nacionales. Según el reportero Octaviano Lozano Tinoco:
“Un dato aterrador es que en México se invierte sólo 0.38% del Producto Interno Bruto (pib) en ciencia y tecnología, y sigue a la baja; y la quiebra de 1.5 mıllones de pequeñas y medianas empresas. . . .
“[En el sector salarial,] la crisis económica que padece México desde 1976 se ve agravada cada día más por la aplicación de una política neoliberal, que lejos de dar salida a dicha crısis la ahonda, y es el pueblo trabajador quien carga con ella, afirma la Universidad Obrera de México (uom).
“En un estudio de la situación actual, señala que el deterioro salarial significó la pérdida de 79.7% del poder adquisitivo del salario entre 1976 y 2003, y de 49.7% de l994 a 2003, mientras la canasta básica indispensable en este último periodo tuvo un aumento de 468.7% y el salario tan sólo se incrementó en 185.8%.
“En los últimos 20 años la Población Económicamente Activa (pea) creció en 22 millones 755 mil personas y tan solo se crearon 8 millones 371 mil 306 empleos, lo cual dio como resultado un déficit de 15 millones 257 mil 186 puestos de trabajo.
“A punta que tan sólo en lo que va del sexenio foxista se han perdido más de 700 mil plazas; hay que agregar la pérdida de prestaciones y el establecimiento de métodos de trabajo que son violatorios a la ley (el destajo, trabajo por honorarıos, trabajo sin derecho a sındicalización, etc.), el abandono y la pobreza en el campo, agravada con el Tratado de Libre Comercio. Además, el desfinanciamiento intencionado y el consecuente deterioro de instituciones de seguridad social y de las instituciones educativas, sobre todo de las unversidades públicas. . .
“En resumen: México es un país donde —según el investigador Julio Boltvinik— tenemos 76.9 millones de pobres.
“No conforme con esto, ahora se culpa a los trabajadores de ser los causantes de tal situación y se les pide sacrifiquen sus ingresos.
“En contraste, apunta la uom, [las utilidades de] los banqueros . . . en el último año fueron 21,778.6 millones. . .
“El saqueo a las arcas públicas para beneficiar a los banqueros por medio del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (fobaproa) y del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (ipab), a quienes se les había transferido hasta enero de este ano 284 mil 505.3 millones de pesos sólo por concepto de interés de una deuda que el régımen de Zedillo asumió en nuestro nombre y a que asciende a más de un billón de pesos (120 mil millones de dólares según algunas cifras). . . .
“La riqueza de Carlos Slim creció 88% en el último año, ascendiendo a us$ 13,900 millones, que lo hace el hombre más rico de América Latina.
“Los funcionaros tienen salarios estratosféricos (Santiago Levy, empeñado en empobrecer a los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social —imss— gana 213 mil pesos al mes, más estímulos), mejores que sus homólogos del Primer Mundo. . .
A diferencia del periodo 1941 a 1982, la prensa también enfoca su atención en los grandes problemas y no los éxitos de México, como puede verse en los siguientes encabezados de algunos artículos:
“Refranero de la corrupción mexicana 5: [Lo que si sabemos es que los empresarios fugitivos que ya regresaron a México tales como Carlos Cabral Penche, Ángel Isidoro Rodríguez El Divino y Rogelio Montemayor siguen libres gracias al ‘h-amparo’ otorgado por coyotes h-amparados en nuestro jet set financiero]”, por Homero Aridjis, Reforma, 26 de septiembre de 2004. Sin embargo, Aridjis no pierde su sentido de humor: “El sistema político es el ecologista del mundo: recicla la basura.”
“Estado ¿de Derecho? [El ataque a la camioneta del Presidente Fox por empleados del issste pone en peligro a las instituciones],” por Renward García Medrano, Excelsior, 28 de octubre de 2004.”
“Fox al borde de la ingobernabilidad, [en el Congreso no le permiten hablar, lo interrumpen, le gritan mentiroso. . .], por René Áviles Fabila, Excelsior, 28 de octubre de 2004.
“Turf War Crosses the Line: Clan Battles Take Toll on Sinaloa Residents,” por Chris Kraul, Los Angeles Times, 1º de octubre de 2004: “Más de 3,000 muertes relacionadas al narcotráfico desde principios de 1999. . . Muerte desbocada en Culiacán de Rodolfo Carrillo Flores, la realeza del narcotráfico escandaliza a Sinaloa, . . . la cuna de los clanes Arrellano Félix, Carrillo Fuentes, Caro Quintero, y de los capos Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Israel ‘El Mayo’ Zambada. [Aunque se les ha ‘alabado’ en el narco-corrido, la fama de los narcotraficantes se ha convertido en infamia].”
“Muertes en Juárez, por diversos factores: Fiscal María López Urbina],” por Silvia Otero, El Universal, 27 de octubre de 2004: [“De los 340 víctima registradas en la última década, ha revisada 155 expedientes, de los cuales sólo 25% corresponden a características de motivación sexual.”]
“Aumentan en Baja California los asesinatos de mujeres; Rechazan autoridades comparar casos con Juárez,” por Rosa María Méndez Fierros, El Universal, 27 de octubre de 2004: “En este año 93 mujeres fueron asesinadas de manera violenta.”
“El precio de la violencia: [México 532 secuestros en 2003”], por Julio Gama, América Económica, 8 a 21 de octubre de 2004, pp. 24-28. Colombia tuvo 1,470 y Brasil 417.
“La Palma [el penal de máxima seguridad], en manos del narco [“armado” con teléfonos celulares para ordenar el movimiento de drogas, ejecuciones y golpes a grupos contrarios], por Claudia Hidalgo, Milenio Semanal, 25 de octubre de 2004, pp. 12-15.
“Tacha pri a prd de ‘minoría autoritaria:’ Diputados federales del prd en el palacio legislativo de San Lázaro [ponen] en riesgo la gobernabilidad [con el ataque sobre el presidium y la usurpación de la silla de la presidencia del Congreso por Dolores Padierna],” por Jorge Ramos, El Universal, 8 de octubre de 2004. También ver La Jornada y Reforma del 8 de octubre 2004.
“Ministerio de la Verdad, Guía para leer periódicos mexicanos: [Todo escándalo es noticia, toda noticia debe ser escándalo; todo diálogo es cuento, todo acuerdo es ‘concertacesión’, toda protesta violenta es legítima; como no existe el estado de derecho, todo intento por aplicarlo es arbitrario…y lesivo al estado de derecho; toda transnacional es mala, [sin embargo,] toda oenegé es buena . . . sobre todo si es transnacional; nada bueno dejan los gringos, haremos bien en defender nuestra soberanía —en cambio, hacen mal en defender la suya, pues no les hacemos nada malo.]” por Paco Calderón, Reforma, 26 de septiembre de 2004.
Los grandes problemas nacionales también se reflejan el la estadística. En el Cuadro 2 es evidente que los éxitos en el crecimiento del pib per capita consistieron de un promedio
de 3% de 1951 a 1980. Desde 1981 México ha sufrido un desplome en el pib per capita, que durante los últimos 23 años no ha alcanzado ni siquiera un promedio de .02%.
Cuadro 2
Colapso en el pib per capita en México, 1981-2004,
en comparacion con el éxito de su crecimiento, 1951-1980*
(%)
Periodo PIB Población PIB Per Capita
1951-1960 6.1 2.9 3.1
1951-1970 6.3 3.0 3.1
1951-1980 6.4 3.0 3.3
1981-1990 1.7 2.2 - .5
1981-2000 2.4 2.1 .4
1991-1994 2.8 2.0 .8
1991-2000 3.2 1.9 1.3
2001-2003 .6 1.7a -1.1
2001-2004 1.6* 1.7a - .1
——————————-
*Se incluye la estimación de banamex de 4.3% para 2004.
a. Datos de la División de Población de Naciones Unidas,
Fuente:
Hasta 2000, Víctor L. Urquidi, “Mexico's Economic Challenges,” p. 562, en Kevin J. Middlebrook y Eduardo Zepeda, eds., Confronting Development: Assessing Mexico's Economic and Social Policy Challenges (Stanford: Stanford University Press and Center for U.S. Mexican Studies,University of California, 2003), pp. 561-576).
Desde 2001, banamex, Review of the Economic Situation of México, September 2004, pp. 380.
Este colapso en el crecimiento del pib per capita ocurrió no obstante que la tasa de crecimiento de la población se redujo del 3% al 1.7%.
Víctor Urquidi, el que fuera uno de los economistas más famosos de México, elaboró los datos en el Cuadro 2 hasta el año 2000, y explicó con certeza—a propósito de la tasa de crecimiento del pib per capita los 19 años de 1951 a 1980—que la tasa de crecimiento efectiva (.4%) era virtualmente del 0%, y que esta situación difícilmente cambiaría. Según Urquidi, la empresa privada no empezará a crecer con celeridad sino hasta que México enmiende la Constitución para limitar el derecho del Presidente y los funcionarios del gobierno de ignorar las garantías a la propiedad privada, y hasta que se den cuenta que México ha alcanzado el límite de su poder de adquisición de préstamos internacionales. Es interesante observar que la deuda pública y privada de México a fines de 2003 era de US$140,555,000,000, un descenso de alrededor de US$8,000,000,000 desde 2000, según banamex, p. 376, citado in el Cuadro 2.
_________________________________________________________________________________
Cuadro 3
Crecimiento en el comercio mundial de China
rebasa al de México, 1985-2002
(Por Ciento)
País 1985-2002 2000-2002
México 531.8 % - 2.6 %
China 936.3 % 17.2 %
Fuente:., “México y América Latina rebasados por la globalización,” Foreign Affairs en Español. Volumen 4, número 1, México, Enero-Marzo de 2004, p. 68, citado en Novelo Urdanivia, “Situación actual y perspectivas de la migración México-Estados Unidos,” Cuardo 7.
< www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2004/fn-migra.htm>.
_________________________________________________________________
En otro tipo de análisis estadístico , Eduardo Andere examina la tasa de crecimiento de las exportaciones de México, que fue muy alta (532%) aun en el periodo de 1985 a 2002, y sufrió un colapso. (-2.6%) durante los años de 2000 a 2002. Mientras tanto, el crecimiento de la China, que alcanzó 936% en el periodo anterior, como puede verse en el Cuadro 3, subió en un 7% a medida que la economía mundial iba en descenso durante el último periodo.
En un estudio importante basado en datos estadísticas, David Shields escribe en Pemex: Un futuro incierto: “Petróleos Mexicanos, símbolo de identidad nacional, podría dejar de ser la tabla de salvación de las finanzas públicas para convertirse en un lastre para las futuras generaciones de mexicanos:
- Sus yacimientos empiezan agotarse y los nuevos descubrimientos son pocos….
- La empresa se endeuda para financiar sus proyectos, mientras la hacienda pública confisca sus ingresos….
- Cada vez más, pemex se convierte en un instrumento de exportación petrolera con fines recaudatorios….
- La burocracia, la política, la sobrepoblación laboral y la corrupción frustran nuevas
iniciativas.”
Los grandes problemas nacionales vistos con cierto optimismo
Desde una perspectiva comparativa, el futuro de México no parece tan gris. Según Lorenzo Meyer en su artículo “Agenda ciudadana / Petróleo”:
Se debe aprovechar el próximo cambio presidencial para proceder a empezar a escribir una nueva etapa en la historia petrolera mexicana; una donde sea posible, por fin, lograr una combinación de inteligencia, honradez y voluntad de enfrentar a los muchos intereses creados que trabajan a favor del no cambio. El crecimiento real del pib en los últimos 22 años es de 0.3 por ciento, que equivale al estancamiento. En realidad, sacamos nuestro petróleo para alimentar el crecimiento económico, pero no el nuestro, sino el de la gran economía globalizada que lo consume.
Petróleo y futuro
En muy poco se parecen las dos plataformas políticas que, de cara al 2006, han publicado en sendos libros Andrés Manuel López Obrador y Jorge G. Castañeda—Un proyecto alternativo de nación y Somos muchos. Ideas para el mañana, respectivamente—. Sin embargo, ambas tienen al menos un punto en común: la propuesta de una política petrolera que permita usar a esa industria como la gran palanca para sacar a la economía mexicana del abismo en que cayó hace 22 años y en donde permanece, sin poder avanzar en dirección a un desarrollo donde se logren los niveles de empleo y de calidad de vida que el país demanda y a los que tiene derecho.
En 1988 el barril de petróleo West Texas Intermediate estaba a 10 dólares, pero no hace mucho sobrepasó los 55 dólares y la mezcla mexicana los 31 dólares. Seguramente este nuevo boom de los hidrocarburos no durará mucho, pero ya no hay base para suponer que algún día se volverá a ver en el mercado un petróleo barato. En tales condiciones, es tiempo de reflexionar sobre la manera como México puede aprovechar esta oportunidad, pues desperdiciarla de nuevo sería una irresponsabilidad imperdonable.
Si hoy el aumento de la producción de petróleo y de sus derivados abre la única salida inmediata para una economía estancada, se debe tener conciencia de que se trata de una salida de emergencia y no de una solución del problema de fondo. La exportación de hidrocarburos no es la respuesta sustantiva a la exigencia de lograr un desarrollo sustentable. En el largo plazo, nadie con sentido de responsabilidad puede suponer que la venta al exterior de nuestro patrimonio petrolero —como tampoco el envío masivo de trabajadores a Estados Unidos en espera de que aumenten los ingresos de divisas por sus remesas— sea una forma sana o duradera de lograr los recursos que el país requiere para sostenerse dentro del duro mercado global.
Aquellas economías también subdesarrolladas pero que avanzan sobre bases exportadoras firmes, como pueden ser las de China o la India, no tienen un carácter petrolero ni dependen de manera excesiva de lo que envían sus ciudadanos en el extranjero. Por el contrario, su fuerza está en la exportación de bienes manufacturados y de servicios, algunos de ellos muy especializados, producto de la buena preparación de su capital humano.
El cambio que tuvo lugar el pasado 1o. de noviembre en la cúpula de la administración de la industria petrolera mexicana al ser removido de la dirección general de pemex, por deficiencias en su conducción, el ingeniero Raúl Muñoz Leos, y ser sustituido por el también ingeniero Luis Ramírez Corzo, obliga a reflexionar sobre la naturaleza de la administración y dirección de esa importante actividad industrial.
El éxito de pemex para contribuir positivamente al proyecto nacional no va a estar relacionado sólo con la naturaleza de sus políticas y de las grandes variables económicas, sino también con la calidad del liderazgo que tenga la mayor empresa mexicana en lo que hoy se perfila como una coyuntura histórica….
[Los administradores del petróleo son malos]
Y hay datos que así lo indican. Para elaborar una encuesta publicada por el semanario Newsweek, el 1o. de noviembre, se pidió a expertos internacionales que calificaran a un grupo de 22 países según el grado de corrupción en su industria petrolera, dándole 10 al país libre de corrupción y uno al corrupto total. El resultado muestra que hay 15 países con mayores grados de corrupción que el nuestro, empezando con Nigeria y terminando con Arabia Saudita.
Sin embargo, lo anterior no es consuelo pues, aunque ninguna industria nacional está enteramente libre de pecado, ya que el mejor de la lista, Noruega, sólo alcanzó un 8.9, resulta que México fue calificado con un inaceptable 3.6. En fin, el asunto no es decidir si el vaso está medio lleno o medio vacío, sino aceptar que pemex y todas las actividades que se desarrollan en torno a la principal empresa mexicana, aún están muy lejos de ser lo que debieran por lo que a buena administración se refiere.
Es justamente por lo anterior que el último cambio de director de pemex preocupa. Al director general de pemex que cayó en desgracia se le pidió su renuncia por una mezcla de incapacidad de liderazgo con escándalos. Estos últimos van de la firma de un contrato con el corrupto Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana por poco menos de 8 mil millones de pesos hasta cargar a la paraestatal un par de cirugías plásticas de su esposa por un costo de 140 mil pesos.
Y lo peor es que el sustituto no llega libre de sospecha, pues de entrada se le acusa de conflicto de intereses —la renta en muy buenos términos de un edificio del que él es copropietario a la rama de pemex que él dirigía: Exploración y Producción— y de favorecer con contratos a ciertas empresas en detrimento de otras (Proceso, el 7 de noviembre, 2004). Es indispensable que desde ahora se deje perfectamente claro que las sospechas carecen de todo fundamento o se proceda a una reestructuración a fondo de los cuadros encargados de conducir a pemex. Sin embargo, el fondo del problema no son sólo los administradores de pemex sino algo más complejo: el papel que se le ha asignado a la empresa dentro del proyecto nacional.
Tres historias
Una manera de adentrarse en la naturaleza del gran desafío que México tiene frente a sí en materia de petróleo, consiste en el examen de nuestra historia como país petrolero. Desde la perspectiva de la relación del petróleo mexicano con sus mercados y con el desarrollo económico, se debe aprovechar el próximo cambio presidencial para proceder a empezar a escribir una nueva etapa en la historia petrolera mexicana; una donde sea posible, por fin, lograr una combinación de inteligencia, honradez y voluntad de enfrentar a los muchos intereses creados que trabajan a favor del no cambio.
Si bien se puede argumentar que tan afortunada combinación ya se dio en el pasado, resulta que fue sólo por un tiempo muy breve: en el periodo cardenista. En la posrevolución tuvo lugar una conjunción de petróleo nacionalizado con presidencialismo autoritario, corrupción y ausencia de mecanismos para exigir cuentas a administradores y sindicato.
Las tres etapas vividas hasta hoy por la industria petrolera mexicana, según su relación con el mundo externo, se pueden delinear de la siguiente manera. La primera, abarca de las primeras explotaciones comerciales exitosas llevadas a cabo por una empresa extranjera en 1901 —la del norteamericano Edward L. Doheny— hasta la expropiación y nacionalización de la industria en 1938.
Simplificando mucho, en este periodo [de 1901 a 1938], el mercado externo marcó a la industria. En efecto, eran extranjeras las empresas encargadas de la producción, refinación y el transporte, y externo era el consumo, aunque al final el mercado interno ya tenía una cierta importancia. La lucha básica de la época fue la que llevó a cabo el gobierno revolucionario para lograr, vía impuestos, que una parte creciente del valor de lo exportado se quedara en México. Al final, en una época en que el papel del Estado como actor económico no era significativo, muy poco de la riqueza petrolera de entonces tuvo un efecto permanente fuera de las zonas petroleras.
La segunda etapa abarca de la expropiación de 1938 hasta el final de la década de 1970. En esos 40 años, la actividad de pemex se concentró en responder a las crecientes demandas del mercado interno —fue entonces que México pasó de rural a urbano y cuando la industrialización marcó a la actividad económica— y a exportar e importar lo mínimo.
Fue la época [de 1938 a 1970] en que México rechazó las presiones para lograr el retorno de las empresas extranjeras al campo de la producción, pero también fue el tiempo en que se institucionalizó la corrupción en los contratos con proveedores lo mismo que en las relaciones obrero-patronales. La relación del gobierno con el sindicato de pemex permitió que un líder como Joaquín Hernández Galicia, La Quina, llevara a extremos la política caciquil en el sector petrolero.
Para ejemplificar la naturaleza del periodo, se puede tomar un año típico, como 1965. Ese año, el mercado de pemex era interno, pues sólo el 15 por ciento de las ventas fueron exportaciones. La producción total llegó a 118 millones de barriles, es decir, tres veces más que al momento de la expropiación, y su fuerza laboral —trabajadores de planta y transitorios— también creció en la misma proporción, lo que significa que la productividad por trabajador permaneció igual. Y si en 1938 los sueldos y salarios para las 54 mil personas en nómina equivalieron al 26 por ciento de las ventas, en 1965 fueron casi del 25 por ciento. Del total de sus ventas, pemex pagó en impuestos el 12 por ciento y pudo dedicar a la inversión un poco más del doble. La empresa, sin ser la mejor en su ramo, tampoco era un desastre.
La tercera época se inició cuando el liderazgo político al más alto nivel decidió que México debería retornar al grupo de países exportadores de petróleo como salida a la crisis económica que había estallado en 1976 y había acabado con los supuestos del “desarrollo estabilizador”. Al concluir la Presidencia de José López Portillo en 1982, la producción petrolera había aumentado más de 300 por ciento en el sexenio pero el personal sólo poco más del 50 por ciento, lo que significó un aumento en la productividad per capita. La relación ventas-impuestos sufrió un gran cambio: en 1982 pemex pagó el 28 por ciento de sus ventas al fisco, es decir, más del doble que en el año tomado como típico en el periodo anterior.
Sin embargo, la verdadera modificación de 180 grados tuvo lugar en el mercado: de lo producido en 1982 el 84 por ciento fue a la exportación; el consumo interno se convirtió en marginal.
A partir de la gran crisis de 1982 y del cambio de modelo económico —que dejó de estar volcado hacia adentro para orientarse en función de las demandas del mercado globalizado—y del aumento impresionante de la deuda pública interna y externa, el petróleo se transformó en el sostén de las finanzas públicas.
Hoy, pemex produce 3.4 millones de barriles diarios, de los cuales poco más de la mitad se exportan: 1.8 millones, y de los cuales el 78 por ciento va a parar a Estados Unidos. La paraestatal le transfiere al gobierno federal el equivalente al 61 por ciento del valor de sus ventas, lo que representa el 35 por ciento de los ingresos fiscales; en esas condiciones no es sorprendente que no haya recursos suficientes para la inversión. En la actualidad, el gobierno mexicano es abiertamente dependiente de la explotación de un recurso natural no renovable y del que han disminuido sus reservas probadas.
La encrucijada
La parte más desagradable de la historia petrolera posterior a 1982 es que, pese al aumento en la intensidad de la explotación de los yacimientos mexicanos, la marcha de la economía en su conjunto fue pésima. En promedio, el crecimiento real del pib en los últimos 22 años es de 0.3 por ciento, que equivale al estancamiento. En realidad, sacamos nuestro petróleo para alimentar el crecimiento económico, pero no el nuestro, sino el de la gran economía globalizada que lo consume.
En el periodo posterior a la expropiación cardenista y hasta mediados de los años setenta del siglo pasado, la industria petrolera acompañó un desarrollo económico que resultó notable —el “milagro mexicano”—, pero en el actual el enorme consumo de los hidrocarburos mexicanos no ha sido acompañado de nada que podamos considerar un éxito. Es evidente que debemos modificar una vez más nuestra política petrolera. No deberíamos ser tan irresponsables como para permitir que esa riqueza se sigua dilapidando. Hay que proponer, discutir y poner en marcha una nueva etapa donde el ingreso petrolero sea algo más que la excusa para no llevar a cabo la auténtica reforma fiscal que el país demanda desde hace decenios.
Desde otro ángulo según José Contreras, aunque en 2003 el petróleo fue la mayor fuente de ingresos de divisas (US$ 18 mil 653 millones) el envío de remesas llegó a ser la segunda fuente de ingresos del exterior (US$ 13 mil 396 millones) para superar la inversión extranjera directa (US$10 mil 783 millones) y el turismo (US$ 9 mil 457 millones)—la tercera fuente y la cuarta respectiva-mente. (Véase Contreras, "Destinan 78% de remesas del extranjero para alimentos y medicinas; 7% para educación," Crónica, 6 de noviembre de 2004.)
En 2004 las remesas serán más de US$ 15 mil millones, un monto que seguramente va a crecer con rapidez por las nuevas relaciones bancarias con los Estados Unidos.
Sobre la importancia del auge de remesas, James Wilkie ve la situación económica del sector popular en México en proceso de cambio radical, especialmente con la entrada a México de los bancos de los Estados Unidos y con el enlace de cuentas bancarias entre los eua y México. En su presentación ante la Comisión de Relaciones Exteriores-América del Norte, Senado de la República, “Las remesas de los mexicanos en el exterior y la “bancarización del sector popular en los Estados Unidos y México,” el 10 de noviembre de 2004, Wilkie dijo:
¿Por qué prospera el sector popular mexicano en los Estados Unidos y no en México? Por muchas razones. Sin embargo nos interesa hoy aquí comentar dos aspectos relacionados al contorno de las remesas: el aspecto educativo y la estructura de acceso, costos y precios.
En primer lugar, en los Estados Unidos los mexicanos del sector popular pueden abrir una cuenta de banco sin dificultad, pagando casi la mitad en intereses y comisiones de lo que los que les cobraría un banco en México—además, esto les permite obtener una tarjeta de crédito, lo cual les es imposible en México.
En segundo lugar, los mexicanos del sector popular en los Estados Unidos tienen acceso a mejor información para manejar sus propias finanzas, así como participar en talleres educativos donde aprenden a utilizar los servicios bancarios.
Ahora bien, ¿Cómo puede México “bancarizar” al sector popular?
Consideramos que un aspecto fundamental es una educación financiera para el cliente.
Me gustaría compartir con ustedes el papel educativo de profmex, organización sin fines de lucro, la cual presido, con sede en la ucla, y que representa 105 universidades en el mundo. Quisiera mencionar, de manera general, el papel de profmex antes de hablar en términos específicos de su proyecto de alfabetización financiera y en particular de nuestra publicación La Matricula Consular y los Servicios Bancarios.
En lo general, tanto profmex como ucla han desarrollado numerosos proyectos tanto para el Gobierno Federal y gobiernos Estatales de México en los campos de:
- Microcrédito,
- Revolución Verde en el Mundo Desde su Origén en
México durante la Década de los 1940
- Educación Superior,
- Gobierno Transfronterizo,
- Seguridad Social,
- Doble Tributación.
Parte del Tratado para evitar Doble Tributación fue concluido hace 12 años, cuando trabajamos con la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (shcp) para lograr el flujo de fondos de procedencia filantrópica entre los eua y México. De esta manera, los Estados Unidos ha concedido a la shcp el derecho de aprobar deducciones filantrópicas otorgadas en México contra los ingresos en los Estados Unidos. Este es el primer y único tratado de este tipo que se ha establecido a nivel mundial.
Con respecto a la otra parte del Tratado necesario para Evitar Doble Tributación, este año el ucla Program On Mexico ha propuesto a la shcp renegociar con los eua el Tratado para la Protección de Personas Físicas, ventaja hasta hoy aprovechada solamente por corporaciones y entidades filantrópicas. Estimamos que el Internal Revenue Service (irs) de los eua sobreretiene los ingresos de los migrantes (y de los profesionales que trabajan en los dos países) a un monto anual de:
US$ 8,000,000,000
y pocos saben como recuperar la parte que les corresponde.
Además, el monto sobreretenido por los eua para pagar los impuestos de Seguro Social ha llegado, hasta el año 2002, a una cantidad de:
US$ 30,000,000,000,
monto que el Sistema de Seguro Social de los eua reconoce que debe a los mexicanos que han regresado a México. Esta cantidad sigue acumulándose.
En lo particular, y en lo que atañe al migrante mexicano que vive en los eua y envía remesas a México, me agrada compartir con ustedes la labor educativa que profmex, asesorado por ucla Program On Mexico, ha desempeñado desde 2002, junto con los bancos más importantes de los Estados Unidos.
Con el objetivo de crear usuarios mejor informados, que se sientan más seguros y capaces de acceder a los servicios bancarios, profmex desarrolló la Guía La Matricula Consular y los Servicios Bancarios, la cual los bancos estadounidenses han apoyado financieramente, como un servicio público, y que ha sido patrocinada por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Presento aquí esta Guía, para su consideración. Como puede verse en la portada y contraportada interior de esta, hay un reconocimiento explícito a las instituciones participantes.
Se han distribuido 2 millones de copias gratis de nuestra Guía La Matrícula Consular y los servicios bancarios, que se distribuye a través de los consulados de México en los Estados Unidos, con una carta de presentación del Secretario de Relaciones Exteriores.
Los consulados de México han realizado un importante esfuerzo para lograr que la Matrícula Consular sea aceptada como documento principal de identificación para la apertura de cuentas bancarias en más de:
155 instituciones financieras, y para acreditar la personalidad en: 944 departamentos de policía,
126 ciudades, y 37 condados de Estados Unidos.
La distribución de la misma es un proyecto sin fines de lucro, y si hay excedente de dinero, profmex lo entrega como donativo al Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ime).
La Guía enseña a los migrantes, paso a paso, cómo abrir su cuenta bancaria y cómo operarla a bajo costo. Al obtener su cuenta bancaria, la persona automáticamente recibe chequera personal y la tarjeta “atm”. Además se les enseña cómo abrir una cuenta de ahorro que paga intereses y por lo tanto impuestos, lo cual obliga al cuentahabiente a obtener su número de identificación de impuestos federales (Número itin).
Esto último puede ser un incentivo para demostrar la constante responsabilidad necesaria para adquirir la “tarjeta verde.”
Los bancos ofrecen cursos para mujeres mexicanas, a los cuales pueden asistir acompañada con sus niños. Son ellas quienes se responsabilizan al ganar acceso al banco en nombre de la familia. (De igual manera, cooperan con las escuelas para asegurarse de que sus hijos avancen en sus estudios.) De cierta manera, entonces, son las mujeres las que toman las riendas del desarrollo de la familia mexicana en los eua. Debemos agregar que una vez que han estudiado bajo la instrucción de banqueros, pierden todo temor al sistema bancario.
La Guía también enseña al cuentahabiente cómo establecer su historia de crédito y mantener el pago de sus cuentas al día, para demostrar su capacidad al manejar correctamente sus finanzas. Quienes lo logran reciben una llamada del banco y se les ofrece una tarjeta de crédito. Este instrumento les permite la posibilidad de acceso completo a la economía de los eua.
En el mes de noviembre de 2001, Wells Fargo fue el primer banco que aceptó, a nivel nacional, la Matrícula Consular en lugar de pasaporte y fue el primero en no tomar en cuenta el estatus de residencia en eua del cuentahabiente. Desde entonces, Wells Fargo ha abierto más de 500 mil cuentas bancarias
en nombre de ciudadanos mexicanos, sin exigir del cuentahabiente documentación del gobierno de los Estados Unidos. Wells Fargo tenía la expectativa de que el depósito inicial promedio sería de US$ 300; sin embargo, en realidad el promedio es de:
US$ 3,000.
Estimamos que los bancos han abierto más de 2.3 milliones de cuentas nuevas a mexicanos (incluyendo las de Wells Fargo), las cuales proveen a la persona un lugar más seguro para su dinero en lugar de esconderlo, por decirlo, “debajo del colchón”. (Así el gran número de asaltos a casas por ladrones en busca del dinero ha decrecido—éste ya está en el banco.)
A medida que el sector popular de México establece cuentas bancarias en los Estados Unidos, estos cuentahabientes tienen acceso a transferencias de fondos a México a bajo costo por dos vías.
Primero, a través de cuentas enlazadas entre familiares en los dos países; por ejemplo, a través de InterCuenta Exprés de Wells Fargo pueden transferir hasta
US$ 3,000 por día por sólo US$ 8.
Además, existen otros servicios muy competitivos de remesas de importantes bancos tales como CitiBank, Bank of America y US Bank, para mencionar a algunos.
Segundo, los cuentahabientes envían a sus familiares en México tarjetas ATM y de crédito para proveerles acceso al dinero que envían desde los eua—esta segunda forma es de manera formal e informal ya que muchos connacionales envían su propia tarjeta ATM o de crédito, lo cual no es autorizado por los bancos.
De esta manera se ha iniciado un proceso de “plastificación” a México con las tarjetas de crédito y ATM enviadas por sus familiares. No obstante, a México le corresponde abrir su propio sistema bancario a las personas de bajos recursos en el país. Así se desarrollaría una nueva cultura “bancarizada” que dé mayor acceso a las diferentes formas de recibir los envíos de remesas a un costo reducido, utilizando para ello cuentas personales interconectadas entre los Estados Unidos y México.
Además, este proceso abre la posibilidad de que el receptor de las remesas genere su propio historial de responsabilidad en el manejo de sus finanzas, y por lo tanto, ser elegible para la totalidad de los servicios ofrecidos por las instituciones financieras. De esta manera los receptores se vincularían con actividades productivas, particularmente en infraestructura y vivienda.
A raíz de nuestra experiencia en los eua, profmex propone adaptar el modelo educativo para asistir al sector popular de México con enfoque en lo siguiente:
* Recibir remesas de los Estados Unidos al menor costo posible en el mercado;
* abrir cuentas corrientes (de cheques, como se les conoce en eua) y de ahorro y obtener tarjetas de crédito;
* hacerse dueño de propiedad por medio de una hipoteca.
Con el fin de lograr la bancarización del sector popular de México, ofrecemos trabajar en conjunto con la Asociación de Bancos de México, bansefi, condusef, shcp y profeco.
Por ejemplo, estamos efectuando proyectos con profeco para complementar su comparación semanal del costo de los servicios ofrecidos por las instituciones que envían remesas a México. Mientras profeco recibe esta información de las instituciones financieras con el objeto de comparar el costo de los envíos de US$ 300, nosotros tomaremos el papel de obtener información sobre cantidades más altas y conducir investigación de campo como “mystery shoppers” para evaluar el envío y la recepción del dinero de los eua a México.
Aunque no será fácil, podemos esperar que al fin los bancos en México incorporen al sector popular en el sistema financiero del país.
Viendo el desarrollo de México de un punto de vista muy optimista, Vicente Fox , que tiene a su favor el haber derrotado al pri en 2000, anuncia desde la presidencia de México haber acabado con el control del Partido Oficial a nivel nacional.
En un reportaje de la Ciudad de Panamá el 3 de noviembre de 2004, la periodista Adriana García escribe que Fox caracterizó el “Modelo Mexicano Desde tlcan” como un gran éxito por lo siguiente:
- Continuidad de políticas públicas aplicadas por Ernesto Zedillo;
- Resultados positivos del tlcan firmado por Carlos Salinas hace 10 años;
- El País lleva nueve años sin crisis financiera;
- La economía mexicana es 50% más grande que la de Brasil;
México es la séptima economía exportadora del mundo [y novena en pib en el mundo].
Según García:
Cuando Fox concluyó su visita a Panamá, el Presidente Vicente Fox urgió . . . a los países de América Latina a no desesperarse y dar continuidad a las políticas públicas implementadas.
Llamó a voltear la mirada hacia México, que durante nueve años ha mantenido el mismo modelo de desarrollo.
Nuestro país, dijo, ha mantenido un constante crecimiento durante los últimos años, producto de la continuidad que su Gobierno dio a las políticas públicas implementadas por el sexenio del ex Presidente Ernesto Zedillo.
“En Latinoamérica somos un poco desesperados, rápido pensamos que no funcionó lo que se está haciendo y queremos un nuevo modelo económico o un nuevo modelo político y no le damos permanencia a la política pública”, mencionó.
En el caso de México, subrayó, se tienen nueve años—desde 1995 hasta 2004—sin crisis financiera, sin quebrantos económicos, sin repentinas alzas de las tasas de interés, y por tanto estabilidad.
Fox destacó la estabilidad económica, política y social de México, sustentada en la continuidad de un proyecto que, a pesar de haberse iniciado con un partido diferente al del actual Gobierno, se ha llevado adelante.
A diez años de haberse puesto en marcha, el Presidente elogió los resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado por el ex presidente priista Carlos Salinas.
“Nos ha ido muy bien a pesar de que todavía queden voces críticas y que todavía tengamos sectores que han resultado perdedores en el acuerdo, pero afortunadamente son los menos a cambio de gran éxito en los demás sectores.
“Repentinamente México es ya la economía más grande de Latinoamérica, casi 50 por ciento más grande que la de Brasil. La economía mexicana ahora es la novena en tamaño en el mundo, pero es la séptima potencia exportadora del mundo”, dijo ante empresarios mexicanos y panameños durante un acto celebrado en las esclusas del Canal de Panamá.
El Ejecutivo puntualizó que México no pretende ser un País hegemónico, imperialista o el hermano mayor de Latinoamérica o Centroamérica, sino que simplemente aspira a consolidar mayores esfuerzos para construir un modelo que permita el desarrollo en el continente.
Más tarde, durante un encuentro con la comunidad mexicana en este país, el Ejecutivo advirtió que a pesar de lo que se diga, se oiga y se lea, el País marcha bien, y la transición y el cambio están consolidados.
“Quiero decirles, sin temor a equivocarme, con toda confianza, que las cosas en México marchan y marchan bien, a pesar de lo que se diga, de lo que se lea, de lo que se escuche o de lo que se vea”, señaló.
Tal vez Fox tenga razón en su optimismo, por lo menos si tomamos en cuenta los nuevos datos sobre la industria de la maquila, considerada muerta entre 2001 y 2003. Es evidente que la recesión económica mundial afecta los flujos de exportación, y debemos esperar el resultado de los cambios en los ciclos económicos en el mundo.
Aunque el salario promedio de un trabajador en la industria electrónica en China es actualmente de us$.47 la hora, en comparación con su homólogo en México, en donde es de sólo us$1.49 la hora, y al agregar el costo de los beneficios para calcular el costo total integrado, en la China es de us$.72, en comparación con us$2.96 en México, la gran ventaja de bajos salarios en la China se compensa en parte por la situación mundial, ya que el precio del petróleo ha subido a más de us$50 el barril.
Por lo tanto, el costo ascendiente del petróleo ha hecho que el costo de envío de mercancías del Oriente a los Estados Unidos sea tan alto, que compensa parcialmente el bajo costo en salarios al obrero. El alto costo del petróleo, causado en parte por el mal manejo de la errada invasión a Iraq iniciada en 2003 por los Estado Unidos, ha favorecido a México.
Entonces la industria de la maquila que, desde 2001, parecía estarse trasladando
de México a la América Central y China, se ha rescatado.
En el año 2004, como se puede ver en el Cuadro 4, el número de maquiladoras ha recuperado casi todo el terreno perdido, y algunas de ellas han regresado a México, desilusionadas de sus experiencias en países carentes de los appris de que goza México y su proximidad a los Estados Unidos.
Al mismo tiempo el número de personal ha recuperado el 7.8% desde 2003, cuando la cifra absoluta fue la más baja de este siglo xxi. Sin embargo, el promedio de los salarios ha disminuido en un .3% y las prestaciones sociales han bajado en un 7.7%.
Las maquiladoras, afectadas gravemente por la recesión de 2001 de los Estados Unidos, y la creciente competencia del Oriente, perdieron plantas y trabajos durante tres años antes de que sus envíos de mercancías subieran a más de un 31% entre agosto de 2003 y 2004. Aunque la mayor parte de las maquiladoras son de capital estadounidense (y alrededor de 26,000 compañías con matriz en los Estados Unidos suministran la materia prima e insumos de los Estados Unidos), en 2004 el capital japonés incrementó de manera importante.
Marla Dickerson, reportera investigadora del Los Angeles Times, quien examinó la situación de la industria de la maquila en el otoño de 2004, escribió un artículo perspicaz sobre el tema.
___________________________________________________________
Cuadro 4
La Industria Maquiladora de México, 2000 y 2004
Año Maquilas Personal Ocupado1
2000a 3,700 1,350,000
2003b 2,800 1,050,000
2004c 3,600 1,132,000
——————————
1. Obreros, técnicos de producción y administradores.
a. Octubre de 2000, el récord en la historia.
b. Agosto de 2003, el punto más bajo del siglo xxi.
c. Agosto de 2004.
Fuente: Marla Dickerson, Los Angeles Times, 3 de octubre de 2003; Mario López, “Alcanza maquila record en agosto,” Reforma, 27 de octubre de 2004; Olga Ojeda y Ivette Saldaña, “Crecimiento sostenida de la industria maquiladora en 2005,” El Financiero, 29 de octubre de 2004; y BANAMEX, Review of the Economic Situation of Mexico, December 2003, pp. 499-503.
_______________________________________________________________________________
Según Dickerson:
Durante el verano de 2004 la Toyota Motor Corporation inauguró una planta en las afueras de Tijuana con una inversión de us$ 140 millones de dólares para producir plataformas para completar el ensamblaje de sus camionetas pickup modelo Tacoma. Actualmente se embarcan las plataformas rumbo a Fremont, California, [imitando el antiguo estilo de plantas gemelas en la frontera]. Mas la Toyota hace planes para fabricar vehículos enteros en Tijuana en 2005, fundados en el abundante talento ingenieril y en la mano de obra barata de México.
“Mi objetivo es hacer estas instalaciones tan productivas como cualesquiera de las que tenemos en el mundo”, dijo Joe da Rosa, jefe de operaciones de la planta. “No hay razón que nos lo impida.”
No obstante, que México sea capaz de alcanzar una marca tan ambiciosa
está por verse. A pesar del reciente resurgimiento de la industria maquiladora, a muchos observadores les preocupa la competitividad de México a largo plazo.
La tasa de desempleo en México acaba de alcanzar su cifra más elevada en siete años, en tanto que el país ha continuado fracasando en su esfuerzo por crear suficientes empleos para respaldar su explosión demográfica. A pesar de sus constantes y tortuosas maniobras respecto de la creciente amenaza que representa la competencia de China, el gobierno de México ha hecho poco por afrontar los elevados costos de la energía, la destartalada infraestructura, la tramitología burocratizada, el crimen y la corrupción que impelen a algunos inversionistas a irse a Asia.
“Los políticos destacan el incremento de la cifra de empleos que han surgido gracias a las maquiladoras y dicen que todo marcha bien”, dice Carlos de Orduña, un consultor de maquiladoras y agente aduanal, “pero no todo marcha bien. México enfrenta problemas serios, muy serios, que debe superar.”
El gobierno mexicano puso en marcha en [1966 un sistema de maquiladoras como parte del la Política de Industrialización Fronteriza (pif) . . .
[El pif estableció el plan que tuvo como objetivo el atraer inversiones de los Estados Unidos e insumos importados temporalmente del Oriente—para producir bienes, cuyos impuestos se condonan cuando se exportan de México como productos manufacturados—pagándose impuestos únicamente sobre la mano de obra. Desde 1994, las inversiones provenientes del Oriente llegaron a México y desde el advenimiento del libre comercio entre México y los eua, se ha fomentado el desarrollo de insumos que procedan de la región del tlcan— Estados Unidos, Canadá y México.]
[Simultáneamente se estableció el Programa de Aprovechamiento de la Mano de Obra Excedente a lo largo de la Frontera Norte con los Estados para crear fuentes de empleo en favor de los trabajadores que el término del programa de braceros desplazó: programa que permitió que muchos trabajadores mexicanos trabajaran temporalmente en Estados Unidos de 1942 to 1964].
El término ‘maquiladora’ deriva del español que se hablaba en tiempos de la Colonia, para referirse a la retribución que se pagaba a los molineros por convertir los granos en harina. De manera similar, en sus primeros días las maquiladoras fueron apenas tiendas de venta de trabajo de ensamble para empresas de los Estados Unidos.
Con el tiempo, las empresas multinacionales establecieron en México plantas de manufactura completas. Actualmente el término ‘maquiladora’ se refiere con holgura a cualquier fábrica de capital extranjero cuyos productos se arman para la exportación. Cifras recientes muestran que hay alrededor de 2,800 fábricas maquiladoras, que alrededor de tres cuartas partes de estas plantas se establecieron en los seis estados norteños fronterizos.
Para obtener el rango de maquiladora, las empresas deben registrarse ante el Gobierno Mexicano. De esta manera son acreedoras de beneficios tales como los procedimientos expeditos de importación y las tarifas preferenciales sobre materias primas, equipo, [así como insumos afianzados, exentos de impuestos al exportarse como productos acabados.]
La industria de la maquila se expandió durante el último decenio, impulsada por efecto del Tratado de Libre Comercio, la crisis del peso ocurrida a la mitad de los 90s que abarató las exportaciones, y la explosión tecnológica de Silicon Valley. Las plantas de productos de electrónica proliferaron como hongos en ciudades fronterizas tales como Tijuana, que vieron aumentar a más del triple el empleo de la maquila, hasta alcanzar alrededor de 200,000 trabajadores durante los 90s, solamente para abatirse a una cifra cercana a la tercera parte cuando ocurrió la quiebra.
La caída fue precipitada y abrupta, y coincidió con el continuo encumbramiento de China de tal manera que muchos se preguntaron si se trataba de una declinación inevitable del sector. Pero otros sostienen que México siempre se mantendrá en un plano prominente en la cadena de suministro global por tres razones: ubicación, ubicación y ubicación.
Mike White, director gerente de CB Richard Ellis de las ciudades gemelas de El Paso y Ciudad Juárez, ha dicho que el negocio de los bienes raíces en su área bulle nuevamente.
Señaló dos nuevos proyectos como ejemplos que explican por qué México mantiene su importancia. Electrolux, el gigante sueco en materia de aparatos domésticos, anunció recientemente que construiría una planta de refrigeradores en Ciudad Juárez; mientras tanto Lexmark International, Inc., cuya casa matriz está en Lexington, Estado de Kentucky, plantea abrir durante el año próximo una nueva fábrica de cartuchos de tinta para impresoras allí, que se sumará a las cuatro plantas mexicanas existentes.
White señaló que los fabricantes de artículos voluminosos, como refrigeradores y algunos productos tecnológicos tales como impresoras, televisores y computadoras personales, tienen buenas razones para mantener cierta capacidad de producción en México. Que el transporte de este tipo de bienes desde Asia a los Estados Unidos resulte costoso y que la tecnología de los productos con frecuencia quede obsoleta en cuestión de meses, son factores que presionan a los productores a mantener los tiempos de fabricación a la vanguardia lo más cortos posible.
Es también probable que las empresas norteamericanas que requieren rutinas breves, giros rápidos o entregas puntuales escojan a México sobre China, a pesar de que los salarios chinos representen una fracción del costo de $ 1.50 dólares la hora que en promedio pagan las maquiladoras mexicanas.
“Simplemente no vale la pena para las empresas con una logística tan estricta en el marco temporal”, dijo White.
Una ventaja particular de Tijuana es su cercanía con California, cuyos altos costos de negociación inducen a las empresas a buscar posibilidades de crecimiento y expansión fuera del Estado. Además de las operaciones de su propia maquiladora, Tacna International, con casa matriz en San Diego, opera una división dedicada a auxiliar a otras empresas a establecer su producción en México. Los pequeños y medianos manufactureros de California, acosados por las pesadas tasas de compensación que exigen sus trabajadores y por otros gastos, se han convertido en el ingreso más importante de Tacna.
Una mañana reciente, un grupo de obreros veinteañeros se doblaba sobre las mesas para embobinar transformadores en una sección de la fábrica de Tacna, mientras que otros se apresuraban en torno a las instalaciones de entubamiento de la firma para obtener productos para las industrias automotriz, médica y de servicios de comida.
Baldwin, el jefe de la oficina operadora, se detuvo delante de un nudo de empleados que moldeaban partes especializadas de un radiador al rojo vivo y el azul eléctrico de la banda de silicón. Dice que los jóvenes fanáticos de los carros enloquecieron ante los componentes de colores encendidos, los cuales Tacna produce en pequeños lotes para la clientela de las tiendas de artículos automotrices del sur de California.
Declaró que velocidad y flexibilidad constituían su ventaja sobre la producción de grandes volúmenes, característica de sus competidores asiáticos. “Quién va a fabricar tan solo diez partes, si son lo que el cliente quiere?” –dijo Baldwin. “Desde luego que China no.”
Como muchos otros ejecutivos de las maquiladoras fronterizas, Baldwin vive en el área de San Diego y se traslada a Tijuana. Dijo que esta cercanía ha constituido una gran ventaja para los fabricantes en pequeño deseosos de vigilar de cerca su producción, en lugar de tratar de controlarla a través del Pacífico.
Otros, en cambio, sostienen que México se ha dormido en los laureles de sus bienes raíces durante mucho tiempo, en espera de que su proximidad al mercado de Estados Unidos cubra una multitud de pecados.
Jaime González Luna, experto en logística de Tijuana, manifestó su frustración porque a una poderosa central de manufactura como México le falte un puerto de gran calado en la costa del Pacífico, capaz de operar barcos de contenedores de mayor tamaño, así como conexiones ferroviarias y autopistas modernas, rápidas y abundantes tan necesarias para el transporte expedito a través de toda la región.
“Es como si por ahora estuviéramos saliendo avante a pesar de nosotros mismos”, dijo González, vicepresidente de Mundo Corporation. “China está invirtiendo miles de millones en esas áreas, mientras México se está rezagando.”
Castigado por los desafíos de la reciente declinación de Tijuana, él, así como otros miembros de la Corporación de Desarrollo Económico de Tijuana, han pasado a la ofensiva. Recientemente, el grupo sostuvo una conferencia de prensa cuyo objetivo fue espolear a los servidores públicos sobre cuestiones tales como el crimen y el esquelético sistema de transporte público, factores que desalientan las nuevas inversiones.
Conmovidos por cualquier industria dispuesta a lanzar una planta en su región, la organización se ha fijado como objetivo seleccionar industrias tales como la automotriz, la médica, la aeroespacial y la de los programas de cómputo, con la finalidad de elevar el valor de Tijuana en la cadena de producción.
Con todo y que la economía local está mejorando, negociantes tijuanenses tales como Elías Laniado, presidente del grupo de desarrollo económico, sostiene que los tiempos del boom que se registró a fines del decenio de los 90% no volverán pronto.
De cara ante la perspectiva de tan sólo un crecimiento modesto, el grupo está promoviendo la ciudad de manera agresiva ante los nuevos inversionistas, particularmente los que provienen de California, sin volver a permitir que la ubicación privilegiada se venda por sí sola.
“Estamos tocando puertas desde San Diego hasta San José –dijo Laniado–. Estamos convencidos que nos mueve un sentimiento de urgencia.”
En efecto, lejos de la posición triunfalista respecto del resurgimiento del sector fabril exportador de México, los ejecutivos interesados en la maquila de Ciudad Juárez le plantearon al presidente Vicente Fox una arenga durante su reciente visita a la ciudad.
Los dirigentes de los negocios le dijeron al Presidente que la recuperación de Mexico tras la de los Estados Unidos es solamente un alivio pasajero, y que la excelente ubicación de México, así como las preferencias que otorga el TLCAN no constituyen los salvavidas que alguna vez fueron.
Dijeron que a fin de cuentas, México debe asumir el hecho de que necesita esfuerzos de rescate, energía, impuestos, educación y otras reformas que han sido pospuestas por años, o quedarse en un crecimiento mediocre de su sector industrial mientras otras naciones toman la delantera, probablemente para siempre.
“Ni China ni ningún otro país ha robado a México” de nada. Héctor Fierro, operador de una maquiladora de Ciudad Juárez, declaró ante la reunión de ejecutivos de negocios: “México ha perdido cosas, pero ninguna nos la han quitado. Simple y llanamente somos nosotros quienes las han perdido.”
Globalizacion: posible solución a los problemas económcos de méxico
Cada día se hace más patente que las ventajas de México bajo el tlcan en sí se desvanecen a medida que los Estados Unidos expande sus propios tratados de libre comercio con la América Central (inclusive con la República Dominicana) y con la América del Sur (Colombia, Ecuador, Perú, y aun Bolivia).
Como explica Ángel Villalobos, la contratreta de México consistió en haber ido más allá de firmar tratados de comercio al expandirlos para atraer inversión extranjera hacia México. Desde 1995 México ha firmado 19 Acuerdos de Promoción y Protección Recíproca a la Inversión (appri), siendo el más reciente de ellos el firmado con el Japón, el cual entrará en vigor en abril de 2005. Actualmente se han iniciado negociaciones con la China y Australia.
Según Villalobos, subsecretario de Negociaciones de la Secretaría de Economía, al ser entrevistado por Alicia Díaz en el Foro Sobre la Globalización y Modernización de la Industria Manufacturera de Exportación, “los appris son tratados internacionales en materia de inversión extranjera directa (ied) que se diseñan para fomentar y proteger jurídicamente los flujos de capital destinado al sector productivo. . . Todos los appris suscritos . . . con diversos integrantes en la Unión Europea, Asia y América . . . han sido aprobados con excepción del acuerdo con la República Checa.”
Villalobos afirma que los appris permitirán a México ser más atractivo para la inversión como en el caso del Japón porque le dará mayor certidumbre, pues fortalecerá sectores como el automotriz, electrónico, y bienes de consumo en México. ‘Además (el acuerdo comercial) dará un acceso importante del sector agropecuario y agroalimenticio de México, ya que Japón es una de las economías más demandantes de este tipo de productos.”
Al considerar los appris como posible nuevo motor de crecimiento de la economía mexicana, sin embargo, Villalobos “reconoció que México necesita impulsar esfuerzos de exportación a Europa, donde hay muchos cupos agrícolas que se pueden utilizar y que no se llenan actualmente,” según la entrevista por Díaz.
Además, México ha tomado recientemente las medidas necesarias para afiliarse con mercosur, las cuales incluyen no sólo el movimiento de recursos humanos sino también el de mercancías y flujos de capital. Por estas razones, Luis de la Calle, quien era el principal negociador de la mayor parte de appris de México, le comentó a Díaz que “México debe darse cuenta en dónde puede ganar una medalla de oro en comercio exterior y trabajar en esa área.”
En breve, la carta a que México está jugando es que con los appris que ha concertado en muchas partes del mundo puede atraer inversiones y comercio del exterior y convertirse en una plataforma importante de exportación a todos los países con los que tenga tratados de libre de comercio. Es evidente que lograr esto tomará tiempo, pero ya la industria de la maquila que desde 2001, parecía estarse trasladando de México a la América Central y China, se ha rescatado. En el año 2004 el número de maquiladoras indica que el país ha recuperado casi todo el terreno perdido, y algunas de ellas han regresado a México, desilusionadas de sus experiencias en países carentes de los appris de que goza México y su proximidad a los Estados Unidos, como hemos visto.
Según Ichiro Fujisaki, Viceministro de Asuntos Económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón (mofa, por sus siglas en inglés), ese país considera importante al appri que comparte con México, ya que cuando este acuerdo entre en vigor, el 1º de enero de 2005, brindará al sector privado de Japón acceso preferencial a México, dando certidumbre legal a sus inversiones en México e igualdad de condiciones en materia de contratos de compra de los respectivos gobiernos. Considera aspectos de cooperación bilateral en temas como el desarrollo de industrias de soporte o de proveedores, ciencia y tecnología, pequeñas y medianas empresas, y defensa de derechos de propiedad.
Según Fujisaki (citado por Ulises Herrera, “Piden empresarios dar vida al tlc México-Japón,” El Universal, 8 de noviembre de 2004), las reducciones arancelarias impulsarán el crecimiento económico. “Se estima que el efecto en México sobre el producto Interno Bruto (pib) será 30 veces mayor que el efecto sobre el pib en Japón.”
Los funcionarios también manifestaron su preocupación porque otros bloques regionales, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (asean, por sus siglas en inglés) puedan distraer la atención de los inversionistas japoneses.
No obstante, el embajador mexicano en Tokio, Miguel Ruiz Cabañas, declaró que el “Producto Interno Bruto [de México] es de alrededor de más de 600 mil millones de dólares…. mayor que el de los 10 países de la asean, combinados.”
Fujisaki señala que Japón está abriendo sus puertas a 800 productos agrícolas mexicanos tradicionalmente protegidos contra importaciones. En efecto, México es el primer país en romper el sistema proteccionista de la posguerra establecido por “Japan, Inc.”
LA VERDAD EN LA HISTORIA
Como hemos visto en la exposición de los muchos puntos de vista citados, no existe en realidad una sola verdad, sino más bien muchas formas complejas de entender lo que ha transcurrido, lo que transcurre en el la actualidad y lo que pueda transcurrir en el futuro.
En efecto, el tema de las siguientes entrevistas con los líderes de México de una época anterior es tratar de entender la información y sabiduría con que operaban estos personajes para tomar decisiones y justificar sus experiencias. Lo que aprendimos en las entrevistas de Historia Oral revela lo que estos personajes en realidad sabían y pensaban—y no lo que sus escritores fantasmas y consejeros los hayan hecho decir.
Al cerrar esta parte de la introducción, es importante señalar que con el advenimiento y desarrollo del mundo audiovisual, han surgido nuevas formas eficaces de captar el pensamiento y actuación de personajes, tanto de las élites políticas como de los líderes populares de México. Por ejemplo, existen ahora estudios como “Video Historias de gente grande. Serie Antropovisiones” por Victoria Novelo, directora de la serie, quien describe el proyeto de sus video grabaciones en la revista Ichan tecoltotl, No, 170, p. 12 <www,ciesas.edu.mx>.
También en el aspecto puramente fílmico, surgen películas en el género documental que hacen hincapié en la importancia universal de un fenómeno o personaje, como la película que capta la Historia Oral de Chan K’in Viejo, antiguo líder espiritual lacandón maya, quien le revela a Garrick Wilkie el mito adaptable de los lacandones. Este documental fue seleccionado para competencia en los “Academy Awards 2000” y fue postulado por el International Documentary Association para recibir su “Distinguished Achievement Award, 2000.”
Esta película de Garrick Wilkie Chan K’in Viejo: El Ultimo de los Lacandones, se desarrolla en Chiapas, en una biósfera que está por desaparecer. Utiliza la voz de Ignacio López Tarso en la traducción al español de la lengua maya para explorar la vida y la visión del Líder espiritual de los Lacandones, de 104 años de edad. En la película, Chan K’in relata la historia de su grupo cultural y expresa su preocupación por el peligro de la extinción de sus tradiciones y costumbres al enfrentarse con el desarrollo galopante y la destrucción despiadada de la Selva Lacandona. Chan K’in Viejo falleció en diciembre de 1996, justamente después de la conclusión de esta filmación y la investigación iniciada en 1990. (profmex Films, <www.profmex.org>.) Véase Documentary: The Magazine of the International Documentary Association Vol. 19, No. 3, p. 38.
Mientras tanto, publicamos aquí nuestras entrevistas grabadas en cinta magnética en los 1960’s, las cuales hemos tratado de situar nuestras entrevistas de Historia Oral en el contexto actual. Debemos señalar que así como antes nos quejábamos de la falta de información disponible, ahora más bien nos encontramos inundados de nueva información que debemos tomar en cuenta. No obstante, nos sentimos afortunados de tener a la mano citas valiosas de muchos inteligentes participantes y observadores del desarrollo político y económico de México, quienes nos han ayudado a entender la ruta y complejidades de la historia de la nación, a medida que cambia su orientación hacia el mundo exterior.
. Véase también James Wilkie, “The Six Ideological Periods of Mexico’s ‘Permanent Revolution’ Since 1910,” en Society and Economy in Mexico (Los Angeles: ucla Latin American Center Publications, 1990). Una reseña penetrante del análisis de este libro, aparece en Lorenzo Meyer, “Indicadores de James Wilkie: “Six Ideological Phases in Mexico,” Reforma, 28 de noviembre de 2002. Estas dos publicaciones están reproducidas en Mexico and the World, Vol. 8, No. 4 (Fall 2003), <www.profmex.org>. También véase James Wilkie, La Revolución Mexicana (1910-1975): Gasto público y cambio social (México: Fondo de Cultura Económica, 1978), reproducido en Mexico and the World, Vol. 8, No. 1 (Winter 2003), <www,profmex.org>.
Luis Rubio, “Modelo económico agotado” Reforma, 29 de Agosto, 2004
<www.cidac.org/vnm/db/modules.php?name=News&file=article&sid=2787>.
Véanse, “Jorge Gil Mendieta, Samuel Schmidt, Jorge Castro, Alejandro Ruiz, “A Dynamic Analysis of the Mexican Power Network, [1997],” Mexico and the World, Vol. 9, No. 3, Summer 2004, <profmex.org>; y Peter H. Smith, Laberintos del poder: El reclutamiento de las élites políticas en México (2a. ed.; México: El Colegio de México, 1982).
Esta esquematización es suficiente para ilustrar nuestro análisis. Sobre las funciones que el Partido Oficial cumplió hay, desde luego, observaciones más detenidas. Daniel Cosío Villegas apuntaba, por ejemplo, cinco grandes “primores” que adornaban a este genial invento mexicano: a) Mantener unido al grupo gobernante, empresa en que fracasaron por igual los liberales de la Reforma y los revolucionarios maderistas. b) Instituir el acceso al poder por métodos civilizados, o, por lo menos, con otras armas que las armas. c) Evitar la pulverización política que ocurrió en los veinte, cuando proliferaron todo tipo de partidos regionales y locales que jalaban cada cual para su lado. d) Establecer un programa popular y nacionalista que desde 1938 incorporó demandas obreras y campesinas. e) Erigirse, él mismo, en escuela política. Véase el libro de Enrique Krauze sobre Daniel Cosío Villegas una biografía intelectual (México. Joaquín Mortiz. 1980), pp. 245-246.
Hasta 1934, los periodos presidenciales fueron de cuatro años.
Sobre este tema, véase el excelente libro de Luis Medina Peña, Hacia el nuevo Estado: México, 1920-1994 (México: Fondo de Cultura Económica, 1995).
. Véase James Wilkie, “The Six Ideological Periods of Mexico’s ‘Permanent Revolution’ Since 1910,” pp. 7-9.
. Véase Rosario Varo Berra, La reforma agraria en México desde 1853: Sus tres ciclos legales (Guadalajara, Los Ángeles y México: Universidad de Guadalajara, ucla Program on Mexico, profmex, Juan Pablos Editor, 2002), Prólogo de James Wilkie, pp. 15-53.
. Véase Clark W. Reynolds, The Mexican Economy: Twentieth-Century Structure and Growth (New Haven: Yale University Press, 1970).
. Sobre Calles y Cárdenas, véase Enrique Krauze, Biografía del poder: Caudillos de la Revolución Mexicana, 1910-1940 (México: Tusquets Editores, 2002).
. Según Luis Garrido, se puede ver el pnr como “La Confederación de los Caciques.” Véase El Partido de la Revolución Institucionalizada: La Formación del Nuevo Estado en México, 1928-1945 (México: Siglo xxi y Secretaría de Educación Pública, 1986).
. En 1936 Cárdenas creó la concamin y la concanaco.
. Véase la historia del Partido en libros tales como Miguel González Compeán y Leonardo Lomelí (editores), El Partido de la Revolución: Institución y conflicto (1928-1999) México, D. F. Fondo de Cultura Económica, 2000.
. Enrique Krauze, La presidencia imperial: Ascenso y caída del sistema político mexicano, 1940-1996. (México: Tusquets Editores, 1997), p. 39.
. Véanse José Ayala Espino, Estado y desarrollo: La formación de la economía mixta mexicana, 1920-1982 (México: Fondo de Cultura Económica, 1988), especialmente Capítulo iv; y Riordan Roett, ed., Mexico’s Private Sector: Recent History, Future Challenges (Boulder, Colorado: Lynne Rienner Publishers, 1998), capítulo 11.
. Véanse Enrique Cárdenas, La industrialización mexicana durante la Gran Depresión (México: El Colegio de México, 1987); La hacienda pública y la política económica, 1929-1958 (México: Fideicomiso Historia de las Américas, 1994; y La política económica en México, 1950-1994 (México: Fideicomiso Historia de las Américas, 1996).
. Véase Enrique Cárdenas, La industrialización mexicana durante la Gran Depresión, p. 40.
. Calculado aquí con la serie del pib real en ibid, pp. 190-191.
. Enrique Cárdenas, citado (p. 163) por James W. Wilkie, “Review of La Hacienda Pública y la Política Económica, 1929-1958,” American Historical Review, Vol. 101, no. 5, diciembre 1996, pp. 1659-1660.
. Para obtener un punto de vista muy diferente véase, Clark W. Reynolds, “Por qué el ‘desarrollo estabilizador’ de México fue en realidad ‘desestabilizador,” Trimestre Económico, No. 175 (1977), pp. 997-1023.
. Krauze, La Presidencia Imperial es el mejor libro sobre “el sol presidencial” en México desde Ávila Camacho hasta Carlos Salinas de Gortari. Demuestra cómo las biografías revelan la historia del poder en México.
. Tiempo de México, diciembre de 1946 a febrero de 1948, primera plana. La misma edición informó sobre el control ejercido por Alemán al enviar el ejército para actuar de manera “terminante y drástica” en capturar y encarcelar a los líderes sindicales en huelga contra pemex; Alemán ordenó también que el ejército se hiciera cargo de custodiar las instalaciones.
. Para ampliar la información sobre el tema, véase Frank R. Brandenburg. The Making of Modern Mexico (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice Hall, 1964), pp. 81-95.
. Krauze, La presidencia imperial, pp. 105-108.
. En este extracto de Ibid., Krauze se basa en parte en los escritos críticos de Daniel Cosío Villegas y cita a Gabriel Zaid, Progreso improductivo (México: Siglo xxi, 1979), La economía presidencial (México: Vuelta, 1987); y La nueva economía presidencial (México: Contenido, 1994.)
. Krauze cita a Octavio Paz, Posdata (México: Siglo XXI, 1970).
. La hacienda pública y la política económica, 1929-1958.
. Véase Enrique Cárdenas, La política económica en México, 1950-1994, p. 198.
. Desde 1988, 40% de los 500 diputados son “plurinominales.” Sobre la complejidad del sistema plurinominal en México, véase James Wilkie, The Six Ideological Periods of Mexico’s ‘Permanent Revolution’ Since 1910,” pp. 45-48.
. Véase Krauze, La presidencia imperial, pp. 263-264.
. Véase Enrique Cárdenas, La hacienda pública y la política económica, 1929-1958, p. 198.
. Véase La presidencia imperial, pp 277-363, en la que Krauze, uno de los pocos que han leído las memorias inéditas de gdo, cita la percepción equivocada de éste sobre los acontecimientos.
. Para profundizar sobre este tema, la literatura emergente es vasta. Véase, por ejemplo, Julio Sherer García y Carlos Monsiváis, Los patriotas: de Tlatelolco a la Guerra Sucia. México, Aguilar, 2004.
. Miguel Ángel Granados Chapa, “Echeverría y Pinochet,” Reforma, 25 de julio de 2004.
. Véase “[lea y la Guerra Sucia, 1967-1978]: Encuentro con el pasado”, Milenio, 26 de julio de 2004, que contiene artículos de Omar Sánchez de Tagle, Julián Andrade y Joel Ortega Juárez. Consúltese también el punto de vista de Jorge Medina Viedas, ‘“Los otros expedientes ocultos de los setenta,” pp. 14-15, que argumenta que la lucha radical contra el Estado burgués creó guerrilleros serios, quienes causaron una reacción del Estado también irracional, dando lugar a la Guerra Sucia. El libro de mayor alcance sobre los guerrilleros es el de Bertrand de la Grange y Maite Rico, Marcos: La impostura genial (México: Aguilar, 1998), traducido de la edición en francés, 1997.
. Es evidente que la cifra total (45 + 255) es demasiado baja, y que puede llegar a los miles. Hay quienes calculan que el número de “disidentes” ultimados por el Gobierno aquel jueves de Corpus Christi llega por lo menos a 1,000. Los cálculos de las personas asesinadas por el Estado durante la “Guerra Sucia” de 1967 a 1978 aportan entre 4,000 a 7,000. No obstante que la Guerra Sucia supuestamente llegó a su fin en 1978, cuando el Presidente José López Portillo concedió el perdón a 242 personas que estaban encarceladas o en el exilio, los asesinatos perpetrados por el Estado continuaron.
. Parte del “pan” que ofreció fue la Ley de Amnistía de 1976. Esta amnistía benefició únicamente a los presos del Movimiento Estudiantil de 1968. Véase Julián Andrade, “La amnistía histórica de Luis Echeverría, Milenio, 26 Julio de 2004, pp. 10-12.
. Víctor Ronquillo, “La Guerra Sucia: Inhumaciones clandestinas en Atoyac,” Milenio, 26 de julio de 2004, pp. 16-19.
. Sobre este tema véase Leonardo Lomelí Vanegas, “En el sexenio de la reforma política”, pp. 453-494, en González Compeán y Lomelí, El Partido de la Revolución..
. Por ejemplo, véase <http://www.ife.org.mx/computos2003/centrales/5.html>.
. Para conocer el punto de vista de los banqueros de pura cepa, quienes perdieron el grueso de su inversión con la nacionalización de la banca, véase Manuel Espinosa Yglesias, Bancomer: Logro y destrucción de un ideal (México: Planeta, 2000). Esta biografía de un prominente banquero cubre medio siglo de la vida empresarial.
. Juan Moreno Pérez y Rosa Albina Garavito Elías, “El rescate bancario: la otra Guerra Sucia. Revista Memoria, septiembre de 2004, reproducido en Mexico and the World, Vol, 9,. No. 3 (Summer 2004), <profmex.org>; y Juan Moreno Pérez, “La deuda pública escondida”, La Jornada, 28 de Febrero de 2000.”
. Para conocer una crítica severa, véase Gabriel Székely, Coordinador, fobabroa e ipab: El acuerdo que no debió ser (México: Editorial Océano, 1999).
.Según Impuestum (16 de julio de 2004): “Baja 52% deuda del ipab con bancos pagará $107,000 millones. El ipab pactó el costo final del rescate bancario: en los próximos años el país deberá cubrir, principalmente a través de impuestos, 107 mil millones de pesos, cifra superior a los 10 mil millones de dólares. Según la información del acuerdo celebrado entre Banamex, Bancomer, hsbc y Banorte, bancos que contaban con pagarés fobaproa, y que tenían un costo inicial para el erario de 111 mil 497 millones de pesos al 31 de marzo de este año, el ipab sólo redujo el monto a cargo del Gobierno Federal en 4 mil 497 millones de pesos. El resto, los 107 mil millones de pesos será sometido a las revisiones denominadas gel, Gestión Existencia y Legalidad, dijeron fuentes del ipab.” <www.impuestum.com/noticias/2954.html>.
. Para obtener un punto de vista muy diferente al de mmh y csg, véase Krauze, La presidencia imperial, pp. 401-446.
. Puntos de vista que difieren de éste sobre el nombramiento de mmh como candidato presidencial pueden verse en (1) Distant Neighbors; Portrait of the Mexicans (New York: Vintage Books, 1984) por Alan Riding, quien sugiere, en la p.102, que el papel del líder sindical Fidel Velázquez fue crucial, ya que fue él quien anunció que mmh era “el bueno” y (2) el importante libro La herencia: Arqueología de la sucesión presidencial en México (México: Extra Alfaguara, 1999)por Jorge Castañeda, quien en la grabación de sus entrevistas con jlp (pp. 145-147) encontró que este ex presidente fue singularmente poco comunicativo en cuanto a su selección de su sucesor, mmh.
. Andrés Oppenheimer, México en la frontera del caos: La crisis de los noventa y la esperanza del nuevo milenio (México: Javier Vergara Editor, 1996), p. 109.
. csg, México: Un paso difícil a la modernidad (Barcelona: Plaza & Janés, 2000), pp. 320-321. Para leer este libro en línea, véase <www.elbarzon.org/coyuntura/coyuntura_libro_csg.shtml>.
. En verdad, Cárdenas fue el ganador de la elección porque, según el cómputo de votos verificado, csg no pudo haber ganado la presidencia. Véase el análisis de Pablo González Casanova, en el cuadro 17 de Wilkie, “The Six Ideological Periods of Mexico’s ‘Permanent Revolution’ Since 1910,” pp. 49-55, estudio reproducido en Mexico and the World, Vol. 8, No. 4 (Fall 2003), <www.profmex.org>.
. mmh, con la colaboración de Alejandra Lajous, Cambio de rumbo; Testimonio de una Presidencia, 1982-1988 (México: Fondo de Cultura Económica, 2004), p. 815-826.
. Técnicamente no es el “Presidente del pri” sino el “Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del pri.”
. Hemos puesto énfasis en la frase “sistema de cómputo del pri no sirve” porque, según mmh, el propio sistema de cómputo del pri había fallado y también había “fallado” el del Comisión Federal Electoral, en Gobernación. Es difícil imaginarse que el pri mantuviera un sistema separado de cómputo de la Comisión porque, de hecho, era el mismo, el cual controlaba a través de Gobernación. Así, en sus memorias, mmh parece olvidar que el pri era en realidad el pri -Gobierno. Es interesante recordar que Luis Donaldo Colosio siempre le insistía a James Wilkie que no debía usar el término “pri -Gobierno” porque no eran la misma cosa—o tal vez era lo que se veía obligado a decir, en su calidad de presidente del pri (1988-1992).
. Manuel Camacho Solís fue víctima de haber perdido el manuscrito de sus memorias no revisadas e inéditas en un robo de su oficina y haber visto su borrador publicado sin su autorización, según le relató a James Wilkie en San Antonio, Texas, ——-2003. Véase [Manuel Camacho Solís], Yo Manuel, ¿memorias apócrifas? de un comisionado (México: Rayuela Editores, 1995). También véase Jorge Fernández Menéndez, El Financiero, 16 de octubre de 1995.
<www.eco.utexas.edu/~archive/chiapas95/1995.10/msg00135.html>.
. El gobierno de mmh desinfló las estadísticas a 4,541 y otras fuentes afirmaron que los muertos habían ascendido a 30,000 (Manuel Magaña Contreras, “The Greatest Catastrophe Ever Suffered by Mexico City”, Excelsior, September 20, 1998, <www.tenorissimo.com/domingo/Articles/excel92098.htm>. En realidad, el número de muertos llegó por lo menos a 7,000 y posiblemente hasta 20,000, según [Richard Weber], “The Mexico City 1985 Earthquake Disaster And Emergent Organizations: A 10 Case Study,” <www.colorado.edu/hazards/workshop/2000/s37.html>.
. Lo irónico es que mmh estaba convencido de que había creado una conciencia cívica en la época del terremoto, lo cual impulsó la creación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en 1987, el primer verdadero órgano de representantes del pueblo en la capital. Véanse los asombrosos comentarios de mmh en Cambio de Rumbo, pp. 464-472.
. Según relata pml en sus entrevistas de historia oral con nosotros en 1987.
. Un interesante análisis de la razón por la que Cárdenas no obtuvo la Presidencia en 1994 es el relato del director de su campaña, el cual se lee como una emocionante novela policíaca: Aldolfo Aguilar Zínser, ¡Vamos a ganar! La pugna de Cuauhtémoc por el poder (México: Océano, 1995).
. Después de analizar el gasto de pronasol, Nora Lustig cuestionó perspicazmente el grado en que los beneficiarios decidían las prioridades, eran los más ruidosos en vez de los más pobres, y sabían qué era más eficaz en función de los costos para su comunidad. Véase el artículo de Lustig, “Solidarity as a Strategy of Poverty Alleviation,” pp. 79-96, en Wayne A. Cornelius, Ann L. Craig, Jonathan Fox, eds., Transferring State-Society Relations in Mexico (San Diego: Center for U.S.-Mexican Studies, University of California, 1994). pronasol desapareció bajo la administración del sucesor de csg a la Presidencia.
. Véase Enrique Cárdenas, La hacienda pública y la política económica, 1929-1958, p. 198. En términos de per capita, el pib indicó aun peores resultados para los años 1980s: 0%, en comparación con los 1960s (3.4%), 1970’s (3.3%) y 1990s (1.5%), según la elaboración de Federico Novelo Urdanivia. con datos de Edna Jaime, “La lógica de la reforma” económica, en Luis Rubio (Ed.), Políticas económicas del México contemporáneo (México: Fondo de Cultura Económica, 2001), p. 52, citado en, Novelo Urdanivia, “Situación actual y perspectivas de la migración México-Estados Unidos” en Observatorio de la economía latinoamericana, 28, julio de 2004, <www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2004/fn-migra.htm>.
. En 1985 Raúl Salinas de Gortari escribió un extraño artículo en honor del 75 aniversario de la Revolución Mexicana, en el cual, con evidente ignorancia del pensamiento de csg, su hermano, laudaba al ejido como uno de los principales pilares de la sociedad mexicana. La verdadera contribución de este artículo es presentar una lista interminable y deprimente de las agencias burocráticas creadas por cada presidente para subsidiar al sector rural. Véase el artículo de rsg “Agrarismo y Agricultura en el México Independiente y Posrevolucionario,” el cual contradice el título del libro que lo contiene: México, 75 Años de Revolución: Desarrollo Social I (México: Fondo de Cultura Económica, 1988), pp. 313-384.
. Véase Varo Berra, La reforma agraria en México desde 1853: Sus tres ciclos legales.
. Véase James Wilkie, La Revolución Mexicana (1910-1975): Gasto Público y Cambio Social, libro reproducido en Mexico and the World, Vol. 8, No. 1 (Winter 2003), <www,profmex.org>.
. Fernando Clavijo y Susana Valdivieso, “Reformas estructurales y política macroeconómica,” pp. 13-155, en Francisco Clavijo (ed.), Reformas económicas en México, 1982-1989 (México: Fondo de Cultura Económica; cepal; Estrategia y Análisis Económico Consultores, S.C.; El Trimestre Económico, 2000). La cita es de p. 36.
. Véase James Wilkie, “The Six Ideological Periods of Mexico’s ‘Permanent Revolution’ Since 1910,” estudio reproducido en Mexico and the World, Vol. 8, No. 4 (Fall 2003), <www.profmex.org>, pp. 32-34.
. Clavijo y Valdivieso, “Reformas estructurales y política macroeconómica,” p. 36..
. Ibid., pp. 39-40..
. Este análisis se deriva de varias fuentes, inclusive: Roberto J. Blancarte, “Recent Changes in Church-State Relations in Mexico: An Historical Approach,” Journal of Church and State. 35/4: (Autumn 1993), pp. 781-805.
< http://countrystudies.us/mexico/89.htm>, <www.religiousfreedom.com/wrpt/Latam/mexico.htm>,
< www.state.gov/g/drl/rls/irf/2002/14051.htm>.
. Se calcula que existen de 5000 a 7000 diferentes iglesias en México, muchas de las cuales son protestantes, mayormente evangélicas. En algunos de los estados del sur de México, especialmente en Chiapas, la población, cuya cultura incluye una mezcla de creencias indígenas, ha resistido la ola de crecimiento de las iglesias protestantes, y en muchos casos se han dado confrontaciones violentas, especialmente en lo que atañe al consumo de alcohol, que los protestantes ven como la causa de la “esclavitud” de los pobres. Para no perder fieles del sexo femenino, quienes sufren los efectos del alcoholismo en sus cónyuges, la Iglesia Católica Apostólica Romana ha adoptado también una postura contra el alcoholismo, que protege a las madres cuyo sustento familiar tiende a desaparecer, convertido en consumo de alcohol por parte de sus compañeros, desesperados por su situación económica. Uno de los efectos de estos cambios ha sido la creación de una llamada “Iglesia Católica Mexicana,” para apoyar a los caciques que utilizan el alcohol para perpetuar una fuerza de trabajo sumisa.
. Véase Clint E. Smith, México y Estados Unidos: 180 años de relaciones ineludibles (Guadalajara, Los Ángeles, México: Universidad de Guadalajara, UCLA Program on Mexico, Juan Pablos Editor, 2001) y la versión en inglés, Inevitable Partnership: Understanding Mexico-U.S. Relations (Boulder, Colorado, y London: Lynne Rienner Publishers, 2000).
Véase Olga M. Lazin, “Bloques Emergentes de Comercio Internacional: Comparación Entre el Área de Libre Comercio del América del Norte y la Unión Europea,” Mexico and the World, Vol. 2, No. 2 (Spring 1997), <www.profmex.org>.
. Véase James W. Wilkie y Olga M. Lazín, “México como punta de lanza para el libre comercio en las Américas,” pp. 47-111, en Jesús Arroyo Alejandre y David E. Lorey (eds.), Ajustes y desajustes regionales a fines del sexenio salinista (Guadalajara y Los Ángeles: Universidad de Guadalajara y UCLA Program on Mexico, 1995), reproducido en Mexico and the World, Vol. 1, No. 1 (Fall 1996), <www.profmex.org>.
.Véase Andrés Oppenheimer, México en la frontera del caos.
. Véase el libro La Grange y Rico, Marcos: La impostura genial (México: Aguilar, 1998), traducido de la edición en francés, 1997..
. (México: Editorial Grijalbo, 1995).
. Hay varias versiones de la “verdad” sobre el caso de Mario y Raúl, las cuales incluyen numerosas hipótesis, entre ellas: que Mario Ruiz Massieu, quien había tenido una seria desavenencia con su hermano José Francisco y le había dejado de hablar durante 12 años, conspiró con su ex cuñada, Adriana Salinas (hermana de Raúl Salinas) para asesinar a José Francisco por dos razones: 1) porque José Francisco iba a poner al descubierto la corrupción de Raúl (¿acaso porque se trataba de negocios donde el mismo Mario se había involucrado?); y 2) porque José Francisco, al divorciarse de Adriana, se había distanciado de la familia Salinas. Sin embargo, Mario negó categóricamente todas las versiones y en especial la oficial, justo antes de suicidarse el 15 de septiembre de 1999 en los Estados Unidos, donde permanecía bajo arresto, y en espera de ser sometido a juicio. Como también lo acosaban cargos en su contra en México, evidentemente concluyó que siempre sería considerado culpable de delitos graves. Además había perdido su fortuna “oculta” (de 7.9 millones de dólares, descubierta en dos bancos de Texas), la cual había “percibido” por haber dado protección a los narcotraficantes cuando la Procuraduría General de la Nación lo designó para dirigir las investigaciones en la lucha contra el narcotráfico. Algunas de las versiones sobre el caso de Mario Ruiz Massieu y Raúl Salinas aparecen en el libro de Oppenheimer, México en la frontera del caos, passim, y Tim Golden, “Mexico’s Ex-Drug Chief, Indicted, Is Found Dead in the U.S.,” Los Angeles Times, el 16 de septiembre de 1999.
. Para conocer una importante “historia oral” de la investigación del caso que hizo el Fiscal Especial, ver el libro de Héctor Aguilar Camín, La tragedia de Colosio: Según el testimonio de sus propios actores, tal como puede hallarse en los ordenados Infiernos de la Fiscalía Especial del Magnicidio—una novela sin ficción. (México: Alfaguara, 2004). Aguilar Camín explica: “Las palabras puestas en labios de los actores de estas páginas provienen de la relatoría fiscal. Corresponden a declaraciones hechas a la fiscalía a partir del año 1997, en que fueron convocados los testigos. No he añadido diálogos de mi invención a los ahí registrados. Mi trabajo ha sido dar a esas voces una estructura narrativa para hacerles legibles como un drama, no como un forense. Un cambio sistemático del texto original fue poner en segunda persona las preguntas indirectas del Fiscal Especial.” Así, en vez de la narración del Fiscal, Aguilar Camín ha reconstruido la relatoría en forma de “historia oral,” con preguntas y repuestas.
. La personalidad de Serra, predispuesta a la confrontación, le sirvió mucho como negociador del tlcan, pero fue precisamente el temperamento equivocado para procurar la estabilidad económica, en particular, porque con la mira puesta en el año de 2000, hizo caso omiso de las controversias que avizoraba la transición de 1994.
. Para examinar las causas técnicas, véase Francisco Gil Díaz, “Some Hypotheses Related to the Mexican 1994-95 Crisis,” Mexico and the World, 8.2 (Spring 2003), <www.profmex.org>; y para entender el cambio ocasionado por la crisis, véase Nora Lustig, Mexico, the Remaking of an Economy (2a. ed.; Washington, D.C.: Brookings Institution Press, 1998).
. Oppenheimer relata la historia de cómo Raúl, a los cinco años, Carlos, a los tres, y un amigo de ocho años, dispararon un rifle calibre 22 y mataron a una niña de 12 años, hija de la sirvienta de la familia Salinas, a quien sentenciaron a muerte como parte de un juego bélico. Oppenheimer cita la edición de El Universal del 18 de diciembre de 1951, que dio cuenta de la declaración de csg: “La maté de un balazo. Soy un héroe.” Para conocer detalles improbables de algo que pudiera ser verdad, Véase Oppenheimer, México en la frontera de caos, p. 237-238.
. Véase la cronología de pbs, “Murder, Money, and Mexico,”
<www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/mexico/etc/cron.html>, 2000.
. Calculado con base en datos en banamex, Review of the Economic Situation of Mexico, Julio 2004, p. 301; y <www.banxico.org>.
. Los senadores de mayoría relativa en el voto de cada estado (incluyendo el D.F.) constituyen 50% del total de 128 senadores; los de la primera minoría constituyen 25% en el voto de cada entidad; y los plurinominales constituyen 25%, según el principio de representación proporcional mediante el sistema de listas votadas en una sola circunscripción plurinominal nacional. Véanse
<www.senado.gob.mx/senado.php?ver=historia> y <www.senado.gob.mx/senado.php?ver=estructura>.
. Véanse Wilkie, “The Six Ideological Periods of Mexico’s ‘Permanent Revolution’ Since 1910,” p. 56; y <www.ife.org.mx/wwwife/quesife.htm#foto1>.
. México, Instituto Federal Electoral, “Marco de referencia,” <www.ife.org.mx>.
. Citado en Susan Kaufman Purcell y Luis Rubio (eds.), México en el umbral del nuevo siglo: Entre la crisis y el cambio (México: cidac y Miguel Ángel Porrúa, 1999), p. 119.
. Véase Carlos Acosta Córdova y Jorge Octavio Ochoa, “Prueban macrofraude con la lotería del pri [con dinero, desviado del Sindicato de pemex, ‘Blanqueado’ por el primer sorteo milenio millonario, El Universal, 4 de julio de 2002,
<www.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=12720&tabla=primera>; “Autorizan en EU la extradición de Rogelio Montemayor,” 24 de julio de 2004. Véase la siguiente página Web:
<http://mx.news.yahoo.com/040724/26/18kgc.html>. Según Yahoo Noticias: “De ser extraditado, Montemayor Seguy tendría que enfrentar a la justicia mexicana que lo acusa de haber desviado ilegalmente 2 mil 90 millones de pesos [$209 millones de dólares] de los fondos de pemex a las arcas del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (stprm), de los cuales 500 millones [$50 millones de dólares] habrían ido a parar al pri para financiar la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, en el 2000.” Otras fuentes insisten que los fondos desviados a la campaña de Labastida alcanzaban entre US $140 millones y US $200 millones. Véase, respectivamene, Chris Kraul, “Ex-Chief of pemex Extradited from U.S.,” Los Angeles Times, 3 de septiembre de 2004 y de la misma fecha. Véase la siguiente página Web: <http://mx.news.yahoo.com/040902/38/19l24.html>.
. Vicente Fox, Sueños, retos y amenazas: [Entrevistas de Juan Hernández]. (Dallas: Center for U.S.-Mexico Studies, University of Texas, 1998). Editor Juan Hernández.
. Fox en ibid., pp. 43-44, cita a James Wilkie y Edna Monzón Wilkie, Entrevistas con Manuel Gómez Morín (México: Editorial Jus, 1978). El pan publicó esta entrevista en su totalidad , la cual extrajo de nuestro libro México Visto en el Siglo xx. En forma similar, el Partido Popular Socialista extrajo y publicó separadamente nuestra entrevista con Vicente Lombardo Toledano. De esta manera, cada partido presentó el testimonio de su líder fundador, independientemente de los puntos de vista de sus opositores o críticos incluidos en México Visto en el siglo XX y en esta serie que incluye entrevistas con 17 personajes.
. Énfasis inducido por Fox.
. Según los datos en banamex, Review of the Economic Situation of Mexico, Julio 2004, p. 301. Véase más abajo el Cuadro 2. Para apreciar las series de México en comparación con otros países, véase James W. Wilkie y Michael Ray, “Un método proporcional para estimar la brecha del pib entre Estados Unidos, América Latina [y otras regiones del mundo], pp. 195-280, en Alejandro Dabat, Miguel Ángel Rivera Ríos, James W. Wilkie, eds., Globalización y cambio tecnológico: México en el nuevo ciclo industrial mundial (México, Guadalajara, Los Ángeles: Universidad de Guadalajara, unam, ucla Program on Mexico, profmex, Juan Pablos Editor, 2004).
. El Proyecto Alternativo de Nación de amlo (México: Editoral Grijalbo, 2004) ofrece (a) corregir la “falla” del sistema educacional de México en comparación con los países en desarrollo (b) hacer uso del poder del Estado para apoyar la industria de la maquila, con el objeto de evitar que emigre de México para ir a países como la China, y (c) dar dinero a campesinos, los pobres, los incapacitados, estudiantes, ancianos, etc.; no obstante, no precisa de dónde obtendría los fondos, excepto cuando declara que el comercio exterior (que procede de la ventas del sector energético) y el retorno al estatismo (con nuevas inversiones de fondos nacionales para acabar con la necesidad de importar petróleo de alta refinación de los Estados Unidos), proveerán la solución a todos los problemas. amlo promete más que Fox, quien ha sido aplastado por el peso de cumplir con lo imposible. Lo que ofrece amlo en su Proyecto Alternativo es, con frecuencia, un excelente diagnóstico de problemas por resolver (tales como el atraco anual de gasolineras de pemex, que constituye una pérdida de us $ 1.3 mil millones— p. 41) pero no la manera de resolver estos problemas. Para leer un resumen del Proyecto de amlo en línea, véase
<www.alcaabajo.cu/sitio/lasamericas/mexico_el_proyecto_010904.htm>. Es irónico que tal vez sólo alguien de la izquierda como amlo pueda acabar con el saqueo de pemex–sindicato y ciertas élites de la alta burocracia. Para conocer la estadística del problema, véase el libro de Emilio España Krauss, Las cifras ocultas de pemex (México: Centro Mexicano de Desarrollo Editorial, 2001.
. Su gobierno produjo, con fondos de la Ciudad, en junio de 2004, una revista política de tiras cómicas que pretendía educar al sector popular. Desafortunadamente, su idea de enseñar las Historias de la Ciudad se concentra en Las fuerzas oscuras contra Andrés Maunel López Obrador, el tipo de “instrucción” preferida por sus grandes modelos, Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela.
. Carlos Ramírez, “El colapso del prd”, Vértigo, 24 de octubre de 2004.
. Para abundar sobre el tema de la transición presidencial, véanse las entrevistas de Jorge G. Castañeda con Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari, en las que relatan cómo se desenvolvieron dentro del método que los llevó a la Presidencia de México, en el libro La Herencia, obra que describe el papel que cada presidente del partido desempeñó en la selección de su sucesor. Cada uno de estos “presidentes/reyes” se negaba a admitir que el proceso de selección fuera por “dedazo”; no obstante, expresaban con cierto orgullo, de manera indirecta, la forma en que se manipulaba la sucesión presidencial. El análisis completo y las entrevistas de Castañeda aparecen únicamente en la edición en español. La edición en inglés, publicada bajo el título Perpetuating Power: How Mexican Presidents Were Chosen (New York: New Press, 2000), desafortunadamente, suprime secciones importantes, sin mencionar siquiera la obra completa en español en beneficio de los lectores.
. Por ejemplo, Cárdenas nombró a Marte R. Gómez como secretario de Agricultura en noviembre de 1940 con el propósito de que continuara desempeñando el mismo cargo durante la presidencia de Ávila Camacho, previsión que garantizaba la calma en el campo, que enfrentaba la crisis de producción, como veremos más adelante.
. Arnaldo Córdova reeditó in 1978 esta obra clásica de Molina Enríquez Los Grandes Problemas Nacionales , agregando un prólogo para presentar a los nuevos lectores “el pensamiento social y político de ame y su época. Véase Andrés Molina Enríquez, Los grandes problemas nacionales (1909); Prólogo de Arnaldo Córdoba (México: Ediciones Era, 1978). Córdova destaca que el gran mérito de ame fue reconocer cómo la dictadura de Porfirio Díaz y la ideología positivista de los “científicos” siempre había salido ganando en la lucha de ideas. Los científicos “se habían hecho fuertes en contra de la oposición, aduciendo los datos ‘incontrovertibles’ de la ciencia y exhibiendo a sus antagonistas como simples, cándidos expositores de ‘doctrinas morales’ irresponsables” (p. 20). Según Córdova, ame recurrió al método utilizado por los “científicos,” preparando sus propios datos ‘incontrovertibles’ de la ciencia. ame pudo, entonces, “demostrar exactamente lo contrario de lo que los ideólogos del porfirismo proclamaban.” (p. 21) En poco tiempo ame se convertiría, al lado de Madero, en el mayor ideólogo de la fase violenta de la Revolución Mexicana.
. Por ejemplo, véase Jorge G. Castañeda, Somos muchos: Ideas para el mañana (México: Editorial Planeta, 2004).
. En 1917, ame fue el verdadero autor del Articulo 27 constitucional. Véase Stanley F. Shadle, Andrés Molina Enríquez: Mexican Land Reformer of the Revolutionary Era (Tucson: Serie profmex, University of Arizona Press, 1994), que causó tantos problemas, hasta que fue modificado en 1991. Por fin el presidente Salinas logró acabar con la rígida “protección” al ejido, un sistema de propiedad compartida por la comunidad, en la cual, los miembros no tenían la posibilidad de arrendar, vender o hipotecar la tierra, por no poseer títulos, ya que la tierra era comunal. Este sistema mantenía a la gran mayoría de campesinos atrapados en la pobreza, como expusimos anteriormente. (La mayor parte de la tierra es tan pobre, que nadie quiere comprarla.)
. Samuel Schmidt, Los grandes problemas nacionales: Versión siglo xxi (México: Aguilar, 2003). Schmidt presenta una parte del libro en Internet en La Crisis:
<www.lacrisis.com.mx/especial231003.htm>
. Ibid., p. 286.
. Porfirio Muñoz Ledo, “Prefacio,” en ibid, pp. 15-31. En p. 18, PML cita a Schmidt.
. Citado en “Sistema presidencialista de América Latina es obsoleto—Muñoz Ledo,” Crónica, 25 de octubre de 2004.
. Véase el artículo de Ángel Hernández en Vértigo, el 24 de octurbe de 2004, pp. 30-32. Este número es importante porque se trata de “El nuevo capítulo de los videoescándalos” armados por el prd con el uso de fragmentos de video para fabricar un complot en su contra, que resulte ser falso y riesgoso para México—véase el artículo por Franciso Moncada, pp. 8-10. Además, véase Raúl Monge, El tango de [Carlos] Ahumada: Su vida, sus negocios y sus mujeres (México: Proceso, 2004).
. Para examinar un ejemplo escandaloso del mal uso del amparo, véase Leticia Fernández, “Logra amparo federal dueño de Lobohombo; Reconoce Bátiz que ya no buscan a Alejandro Iglesias por el homicidio de 22 personas que fallecieron en una discoteca de su propiedad,” Reforma, 19 octubre 2004. Otro ejemplo es el amparo de que goza Rogelio Montemayor desde que llegó a México en 2004, después de que los Estados Unidos lo entregó por extradición—evidentemente, un fraude de cientos de millones de dólares no es un delito “grave” que requiera el encarcelamiento de una persona, aunque ésta haya huido del país para evadir la ley.
. Véase el ejemplo presentado por Carlos Velasco “Denuncia [Franciso] Gil cobijo de jueces a la evasión fiscal [por medio del mal uso del amparo],” El Universal, 29 de agosto de 2004. Además, véase Luis Navarro Pérez, “Graves pérdidas del sector agropecuario por el ‘contrabando técnico’: cnc [contra el uso corrupto del amparo], Excelsior, 8 de noviembre de 2004. Sobre la necesidad de reforma al amparo, véase Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Hacia una nueva ley de amparo, (México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, unam, 2002.
<www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=297>.
. Porfirio Muñoz Ledo (Coordinador), Comisión de Estudios para la Reforma del Estado: Conclusiones y propuestas (México: unam, 2001), Prólogo por Juan Ramón de la Fuente.
.Luis Rubio, “Modelo económico agotado”, Reforma, 29 de Agosto, 2004,
<www.cidac.org/vnm/db/modules.php?name=News&file=article&sid=2787>.
. Esta cita es una traducción de la entrevista de Singh con pbs. Aparece en la siguiente página Web:
<www.pbs.org/wgbh/commandingheights/shared/minitextlo/int_manmohansingh.html>.
. Véase José Antonio de la Peña, “¿Por qué no basta el presupuesto actual en ciencia y tecnología?”, Milenio, Suplementario Universitario, 4 a 28 de octubre de 2004.
. Cfr. David E. Lorey The Rise of the Professions in Twentieth-Century Mexico: University Graduates and Occupational Change Since 1929 (Los Angeles: UCLA Latin American Center Publications, 1992; revised and expanded 1994).
. También el fin de establecer la doble nacionalidad ha sido estimular a los mexicanos en el exterior a votar en las elecciones de los Estados Unidos, para proteger sus intereses propios.
. “Agrava la crisis el Modelo Neoliberal; Devastadoras cifras de 1976 a 2004,” Excelsior, 26 de septiembre de 2004.
. “H-amparado” significa, en tono irónico, “Honorable Amparado.”
. Víctor L. Urquidi, “Mexico's Economic Challenges,” pp. 573-573, en Kevin J. Middlebrook y Eduardo Zepeda, eds., Confronting Development: Assessing Mexico's Economic and Social Policy Challenges (Stanford: Stanford University Press and Center for U.S. Mexican Studies,University of California, 2003), pp. 561-576).
. (México: Editorial Planeta, 2003)
. Reforma, 11 de noviembre de 2004.
. (Seis ediciones: Los Angeles: profmex, 2002, 2003), traducción de Edna Monzón Wilkie
. “Presume Ejecutivo resultados de modelo aplicado en 9 años” por Adriana García, Reforma, 4 de noviembre de 2004
. Marío Sánchez Silva citado en Guadalupe Cadena, “Abismal diferencia de salaries entre México y China,” El Financiero, 29 de octubre de 2004.
.Esta es una traducción por Rafael Rodríguez Castañeda del artículo de Dickerson en Los Angeles Times, 3 de octubre de 2004.
. Véase la entrevista de James Wilkie con el dueño de una fábrica maquiladora que regresó su empresa de Asia a México en 1988: “El Fabricante de Retretes,” Nexos, No, 137 (Mayo de 1989), pp. 14-15, artículo reproducido de James Wilkie, “First Class Stereotypes: Conversations on Delta Flights, lax-mex, 1988,” New World, Vol. 3, Nos. 1-2 (1988-1989), pp. 1-8.
. Agregamos este texto aquí.
. Agremos este texto, adaptado de José Luis Fernández Santiesteban, “Un Analisis de la Política de Industrializazión Frontriza en el periodos 1965-1979,” en [Michael C. Meyer, ed.], Estudios Fronterizo; {Memoria de la 1a.. Reunion de profmex-anuies, 1980, La Paz, Baja California (México: anuies y profmex, 1981), Véase también James W. Wilkie, Alejandro Mungaray Lagarda, Jesús Arroyo Alejandre, eds., Mexico y el Mundo: Memoria de la 9a; Reunión de profmex-anuies, 1997, Puerto Vallarta (México: anuies, profmex, Universidad de Guadalajara, Estado de Michoacán, 1999),
. Alicia Díaz, “Busca el país acuerdo con China en Inversión—[Ángel Villalobos], Reforma, 24 de agosto de 2004.” Ángel Villalobos, citado directa e indirectamente en la entrevista por Alicia Díaz, en ibid. Cfr. Oscar González Cuevas, ed., México Frente a la Modernización de China, Memorias de la Conferencia de profmex sobre el Desarrollo en China y el Área del Pacífico, Beijing, China, 1996 (México: Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco y Limusa Noriega Editores, 1999), Prefacio de James Wilkie (pp. 15-17) y su artículo con Olga M. Lazín (pp. 307-359) sobre “Globalización ‘Fast-Track’ y el Surgimiento de Áreas de Libre Comercio (alc) y Corporaciones Transglobales (ctg)”; y Dabat, Rivera Ríos, Wilkie, eds., Globalización y cambio tecnológico.
Copyright © 2005 - 2009 PROFMEX. All rights reserved |